Diseñan guías para minimizar el impacto del turismo sobre la ballena sei

Científicos estimaron que hay 2.700 ejemplares. Se difundieron recomendaciones para proteger el comportamiento de la especie en el Mar Argentino.

Un equipo de investigadores del CONICET y la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco detectó que la población de la ballena sei, una especie en peligro de extinción, se encuentra en aumento en el Mar Argentino.

“Además de realizar barridos sistemáticos del área, incorporamos el uso de drones y empezamos a ver que todas las ballenas eran morfológicamente muy similares. Entonces, realizamos estudios de genética para corroborar de qué animal se trataba y confirmamos que la especie más abundante era la ballena sei”, contó Mariano Coscarella, investigador del CONICET en el CESIMAR.

El trabajo de los científicos avanzó hacia la comprensión de los patrones migratorios y alimenticios de estos animales. “Fuimos anexando más información, hicimos estimaciones de abundancia, incorporamos rastreadores satelitales y nos encontramos con que, básicamente, vienen a comer bogavante (un crustáceo similar a la langosta)”, explicó Coscarella.

El proyecto busca incorporar el avistaje de ballena sei al turismo de naturaleza costera (Cenpat/Conicet).

Los vuelos realizados entre noviembre de 2021 y mayo de 2024 permitieron estimar que, en temporada baja y en una superficie de unos 5.000 kilómetros cuadrados, se registraban aproximadamente 700 ejemplares. En cambio, durante la temporada alta, entre abril y junio, la cifra ascendía a 2.700 ballenas.

La magnitud del fenómeno impulsó a los investigadores a explorar su potencial turístico. “Empezamos a evaluar las posibilidades de generar un producto que ingrese al circuito turístico de naturaleza costera de Chubut. Contamos con el apoyo de los municipios de Rada Tilly y Comodoro Rivadavia, y del Ministerio de Turismo y Conservación de Áreas Protegidas de la provincia, recibimos financiación privada de muchas instituciones y comenzamos a buscar si había gente interesada en desarrollar este producto”, agregó.

El contacto con cuatro prestadores locales, inicialmente dedicados a la pesca y la caza submarina, resultó clave para reorientar sus actividades hacia el avistaje de ballenas. “Los incorporamos al proyecto de investigación y empezaron a invertir en la compra de equipamiento, en tiempo para llevarnos a hacer las investigaciones, en botes y en todos los procesos administrativos para llegar a tener el producto visualizado”, detalló el investigador.

El desarrollo del proyecto incluyó la elaboración de guías para minimizar el impacto sobre las ballenas sei, cuyo comportamiento difiere del de la ballena franca austral. Aunque los prestadores ya cuentan con habilitación provincial para realizar paseos náuticos, persisten requisitos pendientes para la puesta en marcha del avistaje.

“Las normas y los registros para realizarlos todavía no están en vigencia. Nuestra idea es que se lleve adelante con una visión de desarrollo sostenible y para ello necesitamos realizar la evaluación de impacto ambiental que requiere la legislación de la provincia”, señaló.

La estacionalidad de la ballena sei, que se concentra en los meses en que no hay ballenas francas en el Golfo Nuevo, abre la posibilidad de extender el turismo ballenero durante todo el año en la provincia del Chubut.

El clima ventoso de Comodoro Rivadavia plantea desafíos para la navegación, lo que limita la frecuencia de las salidas al mar. Según los científicos, el avistaje podría concretarse sólo uno de cada tres días, lo que exige la creación de un circuito turístico con actividades alternativas para los visitantes.

En este contexto, Federico Abbondio, integrante del IDEAus, un instituto del CONICET, obtuvo una beca cofinanciada con la provincia para identificar y diseñar atractivos complementarios.

“Se busca identificar capacidades, oportunidades para el desarrollo del turismo en la zona central del Golfo San Jorge. A partir de los relevamientos esperamos caracterizar el sistema turístico local, delinear circuitos y actividades potenciales, reconocer actores clave y proponer marcos de vinculación tecnológica. De este modo aspiramos a consolidar una propuesta de turismo científico co-construida, con enfoque territorial y sostenible, orientada a generar insumos para la planificación estratégica y la toma de decisiones”, explicó Abbondio.

Esta propuesta contempla no solo el conglomerado Comodoro Rivadavia – Rada Tilly, sino también la localidad de Sarmiento y el Parque Interjurisdiccional Marino Costero Patagonia Austral (PIMCPA).


Un equipo de investigadores del CONICET y la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco detectó que la población de la ballena sei, una especie en peligro de extinción, se encuentra en aumento en el Mar Argentino.

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