Cipolletti: quiso suicidarse y la llevaron a juicio
Le imputaron el delito de tenencia ilegal de arma de fuego. Cuando intentó quitarse la vida atravesaba una difícil situación. La Justicia la absolvió porque el revólver no era de ella.
CIPOLLETTI
CIPOLLETTI (AC).- Una mujer de Cipolletti, que tiene 44 años, intentó suicidarse con un disparo en el pecho y como sobrevivió la sometieron a juicio. En el debate, el camarista Guillermo Baquero Lazcano, en su función de juez correccional, la absolvió y declaró extinguida la acción penal. Le habían imputado el delito de “tenencia ilegal de arma de uso civil”. El fiscal retiró la acusación porque el revólver no era de ella, sino de su expareja.
El caso parece insólito pero ocurrió en Cipolletti y, hace unos días, la Cámara Segunda dictó sentencia y absolvió a la acusada. La mujer estaba atravesando una terrible situación, se había separado de su pareja y terminó endeuda por una enfermedad que padeció su padre. Incluso tuvo que pedir un crédito personal para pagar una operación y los gastos del sepelio cuando el hombre finalmente murió. En todo este contexto su hermano le reclamaba la casa y pretendía desalojarla. Todo ese tema se judicializó y la mujer había concurrido el Centro Judicial de Mediación (Cejume) de Cipolletti.
El 27 de mayo de 2014, después de las 5 de la tarde, la mujer decidió terminar con su vida. Se metió al baño y se paró sobre la bañera para ahorcarse y desde ese lugar observó que en la parte superior de uno de los muebles había una pistola oculta. Era un revólver calibre 22 con cargador con cinco municiones, que le pertenecía a su expareja. Entonces la tomó y llamó a su hermano. Le dijo: “ya cumpliste lo que querías” y se disparó en el pecho. La bala la atravesó y le salió por la espalda pero la mujer sobrevivió.
Cuando se recuperó la notificaron sobre la causa penal. La habían imputado por el delito de “tenencia ilegal de arma de uso civil” y con esa calificación legal llegó procesada a juicio.
El debate se realizó en la Cámara Segunda de Cipolletti y el juez correccional fue Baquero Lazcano. En la audiencia la imputada contó cómo se habían desencadenado los hechos y después se presentó a declarar su expareja, que admitió que el arma le pertenecía y que la había dejado oculta en ese domicilio. “Era una pistola viejísima, una reliquia”, dijo el hombre.
El fiscal Oscar Cid retiró la acusación porque “no se probó que el hecho tal como viniera a esta instancia ocurriera de la manera en la que se pensó y se delineó en la instrucción”. Baquero Lazcano escribió en la sentencia “ha quedado aclarado en que contexto se dio con esta arma, la expareja explicó en el debate que ese revólver no era de la imputada y que si estaba en la vivienda de ella lo fue sin conocimiento de la misma”. Sobre la base esta premisa absolvió de culpa y cargo a la mujer.
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