Cipolletti reinauguró su plaza principal con todo

CIPOLLETTI (AC).- Desde anoche los cipoleños tienen a su disposición una remodelada plaza San Martín, más abierta y acogedora.

Tras meses de trabajo, este predio histórico ofrece ahora juegos para los más chiquitos, un escenario de cemento para espectáculos de todo tipo, un área jerarquizada de actos cívicos, zona específica para artesanos y feriantes, nuevo arbolado, plantas ornamentales, una fuente, monumentos restaurados -los que honran a Fernández Oro, Saavedra Lamas, Roca y San Martín-como asimismo la típica casita del placero, veredas, caminos internos y nueva iluminación.

Más de mil personas participaron del acto de reinauguración realizado anoche, en el que el intendente electo, Alberto Weretilneck asumió dos compromisos: continuar las veredas de este espacio tradicional (faltan las baldosas) y encarar la restauración del Parque Meteorológico, otro lugar especial para los cipoleños.

El otro orador fue el jefe comunal actual, Julio Arriaga, quien realizó un discurso mucho más extenso, a modo de despedida.

Arriaga hizo un recorrido por las obras realizadas en sus ocho años de gestión, y destacó, al igual que Weretilneck, el sentido especial que tiene la plaza San Martín, un «símbolo de la ciudad».

Al cierre de esta edición, y pesar del viento, seguían sumándose vecinos para disfrutar del espectáculo que ofrecían diversos conjuntos y artistas lugareños. Entre ellos, La Fórmula, Revolución Uno, la Banda Municipal, Fillis Dei (con Martín y Laura Basso, los hermanos del famoso Claudio), Rolando Lobos, Antonio Martínez, Angel Estanga, Italo Pierucci y Juan Carlos «Cholo» Perego. Los músicos inauguraban el escenario de cemento que tienen ahora en reemplazo del improvisado de madera que los acompañó durante mucho tiempo.

Mientras, en otro sector de la plaza, los chicos también estaban de estreno. No desocuparon ni un segundo los distintos juegos que en los últimos días sólo podían ver a través de un cerco.

La inversión total de todas las obras realizadas en la plaza circundada por las calles Roca, España, Miguel Muñoz e Yrigoyen fue de unos 250.000 pesos.

Cuando se planteó el proyecto -decisión política qu tomó Arriaga y que llevaron a cabo las secretarías de Obras Públicas y Servicios Públicos, a cargo del intendente electo- se tuvo en cuenta la necesidad de que el predio sea reconocido como «la plaza de la ciudad», tanto por su localización, por ser el paso obligado de miles de cipoleños y visitantes de otros lares, como por su tradición histórica y social.

El nuevo alumbrado -que suplanta al sistema opaco imperante hasta hace no mucho- involucró la colocación de un cable subterráneo para la alimentación eléctrica, 46 columnas metálicas de cinco metros de altura con luminarias de avanzado diseño, de mercurio hidrogenado de 150 wats de potencia que descargan una mayor densidad lumínica.

Los vecinos ya habían seguido los avances de los trabajos pero muchos no salían de su asombro anoche al tener frente a sí la obra terminada.

«La plaza es otra», comentó más de un cipoleño que anoche participó del acto. Pero conserva los elementos que la tipifican como «Plaza de la Justicia». Están: el monumento a los cipoleños caídos durante el proceso militar, y las fotos de José Luis Cabezas, la bioquímica Ana Zerdán y las de María Emilia, Paula y Verónica, las víctimas del primer triple crimen.

Todo se conjuga para que el predio interprete la memoria colectiva de los cipoleños y se convierta en un solar apto para juegos, paseos, exposiciones, artesanías y espectáculos en un contexto multicolor con logrado sesgo arquitectónico y paisajístico.