El orgullo gay y su historia

La homosexualidad se inventó en 1860. Y la heterosexualidad 40 años después, en 1900. La idea de identidad sexual apareció por primera vez en el siglo XIX y desde entonces ha logrado imponerse como algo natural, dado por la biología, pero la historia de las sexualidades muestra que ni siempre estuvo allí ni tiene nada de natural.

A pesar de haber sido publicado hace exactamente 70 años el informe Kinsey sigue siendo el estudio más completo y complejo de la sexualidad humana. A lo largo de décadas, y a través de más de cien mil entrevistas personales, el equipo que dirigió Alfred Kinsey recopiló la mayor colección de historias sexuales jamás logradas (en el filme “Kinsey”, protagonizado por Liam Neeson, se narra el enorme trabajo y las dificultades que tuvo para llevar adelante este proyecto gigante). Kinsey encontró que el deseo de las personas es muy fluido, que no respeta identidades y que son muy pocos los que logran cumplir las normas sexuales que cada época les trata de imponer.

Kinsey habla de 6 grandes grupos de personas divididas según su deseo sea homosexual o heterosexual. En una punta de una línea continua coloca a un poco más de 15% de homosexuales absolutos (los que bajo ninguna situación desean tener sexo con una persona de otro sexo), en la otra punta a un poco más de 15% de heterosexuales absolutos, en el medio hay 4 grupos (en los que hay un poco más de un 15% de la población en cada uno), dos de los cuales tienen deseos homosexuales pero aceptan a veces (al menos hipotéticamente) relaciones con personas de distinto sexo del suyo, y lo inverso sucede con los otros dos grupos: prefieren relaciones heterosexuales pero podrían tener relaciones con personas del mismo sexo. Es decir, casi el 85% de la población es absolutamente homosexual o fantasea con serlo.

Kinsey no hizo más que comprobar en la puritana sociedad norteamericana de los 30 lo que los antropólogos encontraron en todos los pueblos a lo largo de toda la historia: los seres humanos no siguen una norma sexual única y lo que hoy llamamos relaciones homosexuales han sido masivas y consideradas “naturales” por la mayoría de las culturas de todas las épocas.

Entonces, ¿por qué se prohibe la homosexualidad y se condena a los homosexuales a vivir ocultos y maltratados? La invención de la homosexualidad como identidad sexual (es decir, lo que determina la esencia de una persona) fue la producción de un gigantesco aparato de control social. Remplazó a fines del siglo XIX a la que hasta entonces había sido la sexualidad maldita: la masturbación.

Cuando la masturbación dejó de ser considerada el principal problema sexual, nació la idea de que las personas definen su identidad por su sexualidad. Si no seguían una norma reproductiva, los que optaran por sexualidades no reproductivas debían ser considerados a la vez como viciosos, enfermos y degenerados. Eran enfermos a los que no se podía curar (lo cual es lógico, dado que no es una enfermedad), y esa imposibilidad de cura demostraba que eran seres viciosos y degenerados.

A partir de entonces a los homosexuales (es decir al grupo de los que se resistían a la norma reproductiva) se los persiguió de manera brutal. El suicidio de adolescentes homosexuales hasta mediados del siglo XX fue masivo. Aún hoy es la principal causa de muerte entre menores de 20 años. La ley no sólo encarcelaba al homosexual sino que le prohibía casi toda ocupación o diversión. En 1969, en la ciudad de Nueva York, un homosexual, por ejemplo, no podía ir a un bar ni comprar una bebida alcohólica.

La historia cambió el 28 de junio de 1969, justamente por una redada policial en el bar Stonewall, que aceptaba homosexuales (y que para poder hacerlo pagaba coimas). Los hombres que iban siendo detenidos se amotinaron, los homosexuales que estaban en las calles aledañas (dado que era una zona tolerante durante la noche con los homosexuales) se sumaron y durante horas los vecinos del Greenwich Village se solidarizaron y apedrearon a la policía, que tuvo que retirarse.

Esa lucha (que siguió durante las noches posteriores hasta que se llamó a una comisión para rever las prohibiciones contra los homosexuales y garantizar que la policía no volvería a perseguirlos) se considera el hito fundador de la lucha por la diversidad sexual en todo el mundo.

Para celebrar ese triunfo, el 28 de junio de 1970 varios pequeños grupos de homosexuales marcharon por las calles neoyorquinas en un evento que se llamó “El orgullo homosexual”. Desde entonces, en el mes de junio en todo el planeta se celebra la diversidad sexual y se educa en la tolerancia.

El orgullo gay significa que todas las personas tienen derecho a vivir su sexualidad como les plazca sin que ninguna autoridad ni el capricho de terceros quiera someterlos a cualquier norma.

Todos somos diferentes de lo que decimos en público. Además, tenemos el derecho de sentirnos orgullosos de ser distintos.

La invención de la homosexualidad como identidad sexual fue producida por un gigantesco aparato de control social. Remplazó a fines del siglo XIX a la masturbación como “sexualidad maldita”.

Datos

La invención de la homosexualidad como identidad sexual fue producida por un gigantesco aparato de control social. Remplazó a fines del siglo XIX a la masturbación como “sexualidad maldita”.

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