Cómo planifica K su «Plaza de la esperanza»… o de la reelección

NICOLAS WIÑAZKI

Agencia Buenos Aires

BUENOS AIRES (ABA).- Néstor Kirchner ya tiene casi todo preparado para el gran acto del 25 de Mayo, al que llama «La plaza de la esperanza» y sus subalternos, en privado, «La plaza de la reelección». Le faltan ultimar detalles, como si finalmente saldrá a hablar por el mítico balcón de Juan Domingo Perón o si lo hará por el balcón central de la Casa Rosada.

Aunque el balcón del centro de la Casa de Gobierno es el más cercano a la gente, el de Perón es el más simbólico.

En los próximas días se definirá por uno, dicen fuentes de la Rosada.

Casi nadie en el Gobierno –salvo su esposa Cristina, Carlos Zannini o su operador Rudy Ulloa Igor– conoce el contenido del discurso que dará frente a sus seguidores.

El Presidente sabe que tiene asegurada la convocatoria, que según los organizadores del acto sobrepasará las cien mil personas. Lo que temen en el Gobierno es que se genere alguna fricción entre las diferentes columnas de militantes, muchas de ellas contradictorias y enemigas político-históricas entre sí, como la de los «gordos» de la CGT y la de los piqueteros, por ejemplo. Según el organigrama que manejan los principales convocantes a la Plaza de Mayo, los manifestantes se ubicarían de la siguiente manera para evitar roces:

• En la derecha de la plaza estarán las columnas de los sindicatos de la CGT, que le prometieron al presidente llevar 30 mil personas.

• En el centro se ubicarán las columnas de la gente del interior del país (convocada por los gobernadores).

• En la parte izquierda de la Plaza de Mayo irán las columnas de los grupos piqueteros y las de los intendentes bonaerenses, que le juraron a Kirchner que llevarán más de 50 mil militantes.

«Imperio-Nación»

Un importante dirigente piquetero, con cargo en el Gobierno, discutió con Kirchner la semana pasada: se quejó porque considera que el kirchnerismo se transformó en un movimiento demasiado heterogéneo.

Kirchner terminó la discusión con una explicación: «Primero tenemos que entender que la dicotomía mayor es entre Imperio-Nación. Tenemos que impedir que los Estados Unidos vuelvan a inmiscuirse en las temas de Latinoamérica. Luego viene la lucha Oligarquía-Pueblo. Allí estamos. Quienes quieran estar con nosotros 'tirando piedras' para el otro lado, que vengan. Cuantos más seamos, mejor. Después vemos qué hacemos».

Lo que todavía no se definió es si en el acto del 25 de mayo habrá

un palco especial para los principales dirigentes o si participarán del encuentro desde dentro de la Casa Rosada.

Algo es seguro: Kirchner querría salir al balcón sólo acompañado por su esposa, Cristina Fernández. Le disgusta la idea de dar un discurso rodeado por funcionarios, gobernadores e intendentes.

También confirmó que participará del clásico Tedeum en la Catedral durante la mañana. Ahora que mejoró su relación con la Iglesia Católica, espera que el cardenal Jorge Bergoglio sea benévolo con su gestión, aunque está seguro que hará algunas críticas sobre la falta de distribución de la riqueza. Espera salir caminando desde la Catedral hasta la Casa de Gobierno, ocasión qu aprovechará para saludar a los militantes en la plaza.

Los organizadores creen que el Presidente dará su discurso alrededor de las cuatro de la tarde del 25, y que los manifestantes llegarán bien temprano a la plaza.

Incluso, algunos grupos piqueteros están organizando un acampe desde la noche anterior. Para aligerar la espera, Enrique Albistur, el secretario de Medios, está organizando la estructura necesaria para que se pase música.

No se descarta, incluso, que toque algún reconocido artista del estilo de León Gieco o Soledad.