Cómo son los jóvenes que hacen el Servicio Cívico en Bariloche

Fueron seleccionados 113 pero una persona desistió del curso a último momento. Conocé el perfil que tienen los voluntarios en esta ciudad.

Los jóvenes de Bariloche que desde hace unos días integran las filas del Servicio Cívico Voluntario en Valores son mayoritariamente escolarizados, no trabajan, con un buen índice nutricional y casi la mitad son mujeres.

Este programa que instrumentó el Ministerio de Seguridad de la Nación bajo la órbita de Gendarmería Nacional, motivó que 112 jóvenes de entre 16 a 20 años, comiencen los talleres de formación en la sede del Escuadrón 34 de Bariloche donde ayer el secretario de Gestión Federal de la Seguridad, Enrique Thomas, encabezó el acto oficial de presentación.

El Servicio Cívico, que tuvo rechazos por parte de sindicatos y organismos de derechos humanos, se creó con el objetivo de capacitar a los jóvenes en “valores democráticos y republicanos”, según establece la resolución firmada por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.

Bariloche fue elegida como una de las seis sedes del país y la única de la Patagonia. Los voluntarios debieron sortear un filtro y 113 fueron seleccionados (aunque una persona desistió a último momento). De ese total, 61 son varones y 52 mujeres, y el 55% son mayores de 18 años.

Según el perfil de los voluntarios al que accedió “Río Negro”, un dato llamativo respecto del resto de las sedes, es que entre los participantes de esta ciudad el nivel de escolarizados supera a los chicos que no asisten al colegio.

Aquí 86 voluntarios asisten a la escuela y 27 no tienen ningún tipo de escolaridad. Por eso, según indicó el jefe del escuadrón 34 de Gendarmería, Dulio Poblete, se optó por dictar los cursos los sábados y los lunes por la tarde, para no afectar la asistencia a clases.

En el resto de las sedes como Campo de Mayo, Mercedes, Jesús María, Santiago del Estero y González Catán, la proporción es inversa y predominan los jóvenes que no están escolarizados. El promedio de los voluntarios del país suma un 72% de no escolarizados y solo un 28% de escolarizados.

Entre los voluntarios locales, solo 11 jóvenes trabajan y no hay problemas nutricionales más allá de una escasa porción de chicos con sobrepeso.

La cursada del servicio se divide en cinco talleres con once módulos y una carga de 44 horas. Los cursos son de lo más variado desde tareas mecánicas y tornería hasta primeros auxilios, prevención de catástrofes y orientación vocacional. Entre los docentes hay uniformados y civiles, muchos de ellos profesionales de diversas disciplinas.

“Esta va a ser una experiencia sumamente valiosa para nuestros jóvenes, para inculcarlos en valores democráticos, republicanos, en responsabilidad y en conductas responsables”, dijo Thomas.

El comandante Héctor Bragio, jefe del curso en Bariloche, dijo que el Servicio Cívico “es una oportunidad para recuperar la trayectoria educativa de los jóvenes, como también así promover su desarrollo personal, su resilencia, su espíritu de superación y compromiso con el bien común para favorecer una inserción social que a veces, por diversas circunstancias, puede verse vulnerada”.


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