Comercios cautivos de un gremialista de Bariloche
Muchos siguen entregando un porcentaje indebido de los sueldos de sus empleados al sindicato mercantil que dirige Walter Cortés. Los que resistieron sufrieron escraches y boicot. La justicia mira para el costado.
Investigación
Ítalo Pisani –
ipisani@rionegro.com.ar (Con el aporte de Martín Belvis, Agencia Bariloche)
Tiene la convicción de que cuenta con inmunidad especial. Se regocija frente a aquellos que osaron investigarlo pero fracasaron. Y denuesta desde su propio púlpito mediático a quienes piensan intentarlo. Ha sido condenado a cárcel efectiva por defraudación al Estado nacional, pero es un detalle que a estas alturas no parece inquietarlo.
Con 53 años recién cumplidos y 26 en el trono del gremio mercantil de Bariloche, Walter Enrique Cortés mantiene de “rehenes” a grandes y medianos comerciantes que -vía la mutual- fueron conminados a entregar todos los meses una tajada de dinero mediante procedimientos pendencieros.
Su grupo de matones mermó últimamente la rutina de aprietes que padecían empresarios y clientes frente a la condena social y política a sus prácticas. Sin embargo, los cobros del “aporte solidario” del 3 al 5% del sueldo básico de cada empleado y los referidos al “plus de temporada” aún no han cesado, según constató “Río Negro”.
Son percepciones viciadas y sin control externo, que tímidamente comenzaron a obtenerse hace diez años, y con mayor furia hace cinco.
“Es una coima nacida de una apretada”, interpretan los comerciantes, que no vieron más opción que pagarla a riesgo de padecer escraches o boicot a sus ventas. Buena parte de los grandes dadores de empleo de Bariloche (supermercadistas y sucursales de cadenas nacionales) optaron por resignar una cuota de sus ganancias para satisfacer la voracidad gremial y mantienen la contribución desde hace años para evitarse problemas. Locales más modestos, e indefensos, no tuvieron más remedio que imitarlos.
Pero también hubo quienes resistieron el pago del singular óbolo.
Los tentáculos de Cortés alcanzan a la CEB y medios de comunicación. Una condena a prisión efectiva pesa sobre el gremialista.
Los primeros que se animaron a hacerlo sufrieron represalias. Otros confiaron en una Justicia que nunca llegó: al contrario, les dio la espalda, como en los casos Caspani Hnos. y Pizzuti Energía. Ahora suman más los que se rebelan a lo que directamente llaman extorsión.
Es precisamente la impunidad la que alimentó y dejó crecer a un personaje que -extrañamente- tiene una escasísima base de sustentación, no obstante lo cual mantiene desde hace décadas poder gremial, político, mediático y de coacción. Nadie ha podido o querido frenarlo.
Cortés ganó la anteúltima elección -en 2010- en un proceso tan oscuro y fraudulento que llevó a la Justicia a intervenir el gremio. Pero su fallo resultó inocuo pues llegó cuatro años después, cuando terminaba ese período de Cortés.
En 2014 el hombre se presentó de nuevo como candidato y “ganó por paliza”, según tituló un diario local. En realidad sacó el 87% en una elección en la que votaron apenas 526 de 633 afiliados. Una insignificancia, considerando que en Bariloche el sector mercantil emplea no menos de 10.000 personas.
La cifra esmirriada es demostrativa de la fuerte apatía y desconfianza hacia el gremio en el que se mantiene perpetuado Cortés. Pero tal cantidad le conviene al sindicalista para ejercer un dominio cómodo.
A través de los años, Cortés y sus círculos áulicos atravesaron fases provocadoras pero también claramente políticas:
• El estilo de Cortés es el de un gremialista jactancioso, convencido de que es una voz autorizada para atacar a “enemigos”. Sus blancos predilectos, desde su antiguo programa político de televisión “Con voz y voto”, suelen ser jueces, fiscales, abogados y empresarios. A varios les profiere advertencias y los coloca en categorías morales desde su particular óptica.
Las filípicas de Cortés hacia la Justicia parecen dar algún resultado. Con la excepción de un puñado de fiscales y un par de jueces, se advierte un sistema judicial burocratizado, que mira de costado y no repara en el historial, las evidencias y denuncias que poseen el gremialista y su grupo más cercano.
• La violencia estuvo presente en varias etapas de la vida de Cortés. Ha sido acusado de “apretar”, intentar secuestrar y hasta balear gente y viviendas. Uno de los exmatones confesó a este diario sórdidos detalles de su “trabajo” con Cortés (ver entrevista). El gremialista se ha visto involucrado directa o indirectamente en algunos episodios donde fluyeron balas y maniobras oscuras. Veamos:
Se calcula que el impuesto coercitivo es sobre más de 5.000 empleados. Cadenas y supermercadistas pagan el máximo porcentaje.
• Cortés atravesó procesos penales por hechos muy graves:
– El más sonoro es el desvío de casi 2 millones de pesos/dólares en 1999 correspondientes a subsidios del Estado que se gestionaron para el fallido policlínico Arbos de Bariloche, pero fueron a cuentas fantasmas. Fue condenado junto a sus colegas Ovidio Zúñiga, Víctor Carcar y Omar Goye a cuatro años de prisión efectiva. También el abogado Gonzalo Madrazo, amigo y socio de Cortés, recibió tres años en suspenso porque terminó admitiendo su culpabilidad. El fallo de la Cámara tardó en llegar tras recursos dilatorios de los defensores de los acusados, para los cuales se erogó mucho dinero. La sentencia está en etapa de revisión en el Tribunal de Casación, con una llamativa demora que podría llevar a la prescripción de la causa.
– Asimismo, Cortés acaba de ser sobreseído junto a Raúl Alfonso (hoy en prisión) y César Catrihual de la denuncia de intento de secuestro en 2014 que le formuló el abogado y exdueño del diario “El Ciudadano” Ernesto Saavedra, archienemigo del dirigente mercantil y defensor de opositores gremiales. Ese mismo año, Cortés denunció que fue golpeado por “ocho patoteros” y acusó de instigadores a Saavedra y al referente gremial bonaerense Julio Ledesma.
– Una empleada de Cortés y un exdelegado de Osecac fueron procesados en 2004 por maniobras fraudulentas en perjuicio de la obra social y el gremio mercantil (Osecac y AEC), con cheques por no menos de 600.000 pesos/dólares a fines de los 90 y vínculos con prestamistas. Increíblemente el gremio de Cortés fue querellante en la causa cuando todo indicaba que debía quedar imputado. El relato de la empleada contable acusada fue revelador de la responsabilidad de Cortés en la maniobra y de sus presiones y maltratos.
– Un exjefe de seguridad del sindicato de Cortés (expolicía) hirió, fue herido y está preso en Junín de los Andes por provocar un tiroteo dentro de un terreno que se pretendía ocupar en Villa La Angostura, en 2007. En la disputa comercial se vio involucrado el gremio mercantil que ofrecía en venta 45 lotes del predio sin mensura aprobada.
– Otro hecho violento ocurrido en el mayorista Diarco de Bariloche en 2010 tuvo como protagonistas a hombres de Cortés por golpes de puño y uso de armas de fuego.
– El propio Walter Cortés fue acusado por el gobernador Alberto Weretilneck de “haber sido parte de los saqueos” violentos a comercios de Bariloche provocados en diciembre de 2012. Es más, uno de los detenidos, “El Mohicano” Mansilla, reprochó a la Justicia que no se hubiera secuestrado el celular de Cortés para “ver qué mensajes había” durante esos episodios.
Datos
- Los tentáculos de Cortés alcanzan a la CEB y medios de comunicación. Una condena a prisión efectiva pesa sobre el gremialista.
- Se calcula que el impuesto coercitivo es sobre más de 5.000 empleados. Cadenas y supermercadistas pagan el máximo porcentaje.
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