Cortocircuitos

Gallardo, D’Onofrio y las disidencias en River.

Los dos son ídolos a su manera y deben demostrar. Marcelo Gallardo llegó a un River campeón, pero en proceso de cambios. Carlos Bianchi sigue en un Boca que es diametralmente diferente desde que JR Riquelme decidió dar un portazo y regresar a La Paternal. Los entrenadores son auscultados, tanto desde adentro como desde afuera de sus clubes. El Muñeco hizo una crítica que pegó duro en la dirigencia de River. Manuel Lanzini era uno de sus mejores hombres y ya no podrá contar con sus gambetas y desequilibrio, dado que finalmente seguirá su carrera en el Al Jazira. Entonces, Gallardo se sentó ayer ante la prensa y se quitó el casete algunos minutos. “Quiero ver un River que se defina a nivel de plantel. No puedo armar algo si no sé con qué futbolistas voy a contar. Uno puede evaluar otras alternativas, pero es algo que se va a ir desarrollando con el correr de los partidos”. Se entiende su fastidio. Lanzini era una fija en el once de arranque, pero además lo veía como una pieza determinante debido a las necesidades ofensivas que tiene el Millonario, sobre todo después de saberse que posiblemente Fernando Cavenaghi no esté en todo el torneo. Pero las palabras del entrenador también tienen que ver con el temor de perder a Álvarez Balanta y Tero Gutiérrez. “Eso va a depender de la voluntad del club de venderlos, de las ganas que tengan ellos de irse y de que los clubes europeos insistan por ellos”, comentó, deseando que hasta el 31 de agosto, fecha límite del libro de pases en Europa, no lleguen nuevos pedidos por los cafeteros. A la dirigencia no le cayeron en gracias las frases del DT y el presidente Rodolfo D’Onofrio, lo dejó en claro. “Si (Gallardo) está fastidioso, me sorprende por las charlas que venimos teniendo”, comenzó el dirigente. Y explicó: “Se fueron Carbonero porque quedaba libre y Ledesma que decidió tomar otro camino. El caso de Lanzini es irresistible, después tiene todos sus jugadores. Tenemos un plantel que puede competir perfectamente. Si el año que viene para la Copa se necesitan refuerzos, lo haremos”, agregó. Y después intentó darle algo de tranquilidad al sucesor de Ramón Díaz: “No hay ningún jugador más que tenga que irse. La intención es que no se vaya ninguno pero si a un jugador le ofrecen tres millones de euros por año es imposible retenerlo. Y Lanzini en junio de 2015 se iba, y no recuperábamos ningún activo. Nosotros tenemos el 80% y le ofrecimos contrato hasta 2016 pero decide irse y lo entiendo, en 5 años son 15 millones de euros”. D’Onofrio y Daniel Angelici tienen muchas cosas en común, a pesar de comandar clubes que son archirrivales. Una de ellas es el reclamo que elevarán por más dinero de la televisión. Pero también coinciden en poner a los entrenadores en “caja”. El presidente de Boca volvió a marcarle la cancha a Carlos Bianchi, un par de días antes del inicio del torneo. “El socio paga su abono y su cuota social, que no son baratos, para ver al equipo salir campeón. Bianchi tiene mucha espalda y mucho respeto, pero nadie vive de la historia”, largó por los micrófonos de La Red. Y dijo tener en claro que durante este torneo Boca no tiene margen de error. “Ya me insultaron dos veces en la cancha. Si no empezamos bien, el hincha empezará con el tema de Riquelme”, se sinceró. El Virrey elogió a Román, le deseó buena suerte hoy y confirmó que futbolísticamente lo extraña. Desde su punto de vista, el nuevo Boca llega “6 puntos” al debut en el torneo de Transición, defendió el 4-4-2 y confirmó que mañana el equipo titular será con Orión; Grana, Magallán, Daniel Díaz, Zárate; Erbes, Gago, Bravo, Federico Carrizo; JM Martínez y Emmanuel Gigliotti.

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