Crimen de Zapala: los hermanos todavía no pudieron hablar de lo que pasó
Cumplen prisión domiciliaria y sólo los visitan familiares. Esperan la pericia psiquiátrica y psicológica. Cómo pasan sus días.
El escenario del crimen de Zapala. Los hermanos están detenidos a unas seis cuadras de allí. (Archivo)
Los hermanos Fernando y Matías Jara todavía no pudieron hablar de lo que pasó el domingo 26 de enero, cuando mataron a golpes y puñaladas a su padre Orlando delante de sus vecinos en Zapala. Además, Fernando le cortó la cabeza y se sacó una selfie que le envió a un amigo.
Están alojados en la vivienda de una amiga de la familia, donde cumplen prisión domiciliaria. Sin tobillera electrónica, una discreta presencia policial se encarga de vigilar que los Jara no salgan de la casa bajo ningún concepto.
Solamente están autorizados a visitarlos su madre Hilda, sus hermanos Diego y Giuliana, y su tío Belarmino, hermano de Orlando, el hombre que dijo al otro día del hecho «yo perdono a mis sobrinos».
De acuerdo con fuentes judiciales, los días transcurren lentos y tristes en ese ambiente. «Lloran mucho, les cuesta comer. En la comisaría estaban igual o peor», dijo una de las fuentes consultadas en Zapala.
Del caso no hablaron nunca, ni con la fiscalía ni con su abogado defensor, Gusvavo Lucero. Tampoco lo habían hecho antes con la defensora pública Natalia Godoy.
«Están desvastados, como es natural después de lo que pasó», dijo Lucero a RÍO NEGRO. El abogado volverá a verlos esta semana y «evaluaré si necesitan asistencia psicológica».
Lucero asumió la defensa el viernes pasado, se reunió con Fernando y Matías «pero no hablamos del caso. No pueden», indicó.
Lo mismo le había pasado a la defensora pública Godoy: «ellos recuerdan pantallazos», le dijo a este diario horas después del crimen.
Mientras tanto, la fiscal Sandra González Taboada prepara los puntos de la pericia psicológica y psiquiátrica que será clave para la imputación contra los hermanos Jara. La realizará un forense del Poder Judicial, y posiblemente la defensa no proponga un perito propio.
Fernando (27) y Matías (21) están acusados de homicidio calificado, que tiene una pena de prisión perpetua.
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