Crisis en el jurado de “Soñando por cantar”

Todo hacía suponer que el año sabático que se tomó Marcelo Tinelli haría bajar la dosis de escándalos en televisión. Sin embargo, uno de los pocos bastiones de Ideas del Sur que quedan al aire, Soñando por cantar, acaba de sacar a relucir un nuevo aquelarre entre jurados.

Los protagonistas son, de este lado del ring, Patricia Sosa y su pareja Oscar Mediavilla, y del otro, Alejandro Lerner. El problema: denuncias por estafas, un desacuerdo comercial y cartas documento que van y vienen entre ambos, lo que ha generado un clima tenso en el programa, ya que los tres participan del puesto clave del reality.

Invitada al living de Intrusos, Patricia Sosa trató de echar luz sobre el asunto pero fue bastante dura con su colega. “Nos genera una incomodidad espantosa y a Oscar le generó un dolor espantoso y una gran decepción tan grande a nivel humano”, describió.

Según la artista, Lerner habría firmado un contrato con la productora de Mediavilla que luego no respetó. “Alejandro firmó por dos trabajos y cobró mucho dinero por regalías. El problema fue el segundo trabajo, porque no quiere entregarlo ni lo va a entregar. El ya cobró por las dos cosas y no quiere devolver la plata”, explicó la autora de Endúlzame los oídos.

Además, manifestó que la desavenencia, que se resolvería vía judicial, podría derivar en que Lerner no pueda volver a editar un disco en mucho tiempo, hasta que resuelva el pleito. “Es un estúpido, que me perdone, pero es así. No puede sacar otro disco hasta que se edite el que tiene por contrato. Es una estupidez, un capricho”, sentenció.

Mirá parte de las declaraciones y la entrevista completa en los videos de la pestaña de arriba.

Tramo final. El reality Soñando por cantar, mientras tanto, entra en su etapa final y, desde este sábado, se emitirá en vivo y en directo desde el estudio mayor de Ideas del Sur, donde se filmaba Showmatch. El ciclo de talentos que conduce Mariano Iúdica, buscará, entre 68 participantes, un ganador que se proclame como la voz argentina.

Fuente: La voz