Crisis=oportunidad

Si llegó para quedarse no lo sabemos, tampoco cuánto tiempo nos llevará acomodarnos a la nueva normalidad como se le dio en llamar. Resignadamente aceptamos que muchas cosas ya no serán como antes. Debemos aprender, y empezar a transitar un nuevo camino. Debemos agradecer profundamente a todos los “esenciales” por la responsabilidad, coraje y compromiso para que esto sea posible. Como parte de esa nueva normalidad está la escuela, que en muchos casos ya empezó a trabajar para poder dar continuidad a los procesos interrumpidos. Esta nueva escuela con procesos plurimodales hacia la que vamos deberá revincular muchos de los aspectos del quehacer educativo, especialmente: las trayectorias de los alumnos para que todos puedan acceder y aplicar los nuevos dispositivos para aprender y tener un egreso satisfactorio; las estrategias de enseñanza y aprendizaje adecuadas a todos los alumnos según su situación en el punto inicial de la pandemia; las funciones estatuidas de los docentes con las responsabilidades que impondrán las nuevas modalidades de trabajo profesional.

Dicen que de las crisis nacen las oportunidades. La necesidad de los cambios a producir en las escuelas también será una oportunidad para mejorar mucho de lo que hasta ahora nos aqueja de ella. Muchos de esos cambios -tecnologías de por medio- quedarán instalados y serán parte de esa nueva realidad.

Todos los actores de la educación deberán ser los “esenciales” de los sistemas educativos para que los alumnos tengan una nueva y mejor oportunidad de llegar a concretar su derecho a la educación en condiciones seguras y de igualdad con equidad.

Lo imprescindible: un Estado presente y garante de que ese nuevo horizonte es posible.

Daniel Enrique Machado

DNI 8.237.335

Neuquén


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