45 años de Zenyatta Mondatta, el disco que elevó a The Police y lo trajo a la Argentina
Editado el 3 de octubre de 1980, el tercer disco de la banda los consagró con clásicos como “De do do do, de da da da” y “Don’t stand so close to me”. A fines de ese año visitaron Argentina.
El gran objetivo de todas las bandas inglesas siempre fue el mismo: conquistar los Estados Unidos. Y a los Estados Unidos siempre le gustó saber cuál sería la última gran cosa que llegaría del otro lado del Atlántico. Su as en la manga fue el tiempo: ellos se dejarían conquistar pero iban a decidir cuándo. O lo que es lo mismo: con qué disco. Y del otro lado del Atlántico debían convivir con eso.
A The Police, acaso la última gran cosa de la segunda mitad de los 70, o al menos una de ellas, le llevó tres discos conquistar América. Y ese disco fue Zenyatta Mondatta. Editado el 3 de octubre de 1980, alcanzó el número uno en la lista de álbumes del Reino Unido y el número cinco en la Billboard 200 de Estados Unidos.
Produjo los exitosos singles “Don’t Stand So Close to Me” y “De Do Do Do, De Da Da Da”. El álbum le valió a la banda dos premios Grammy: Mejor Interpretación de Rock de un Dúo o Grupo Vocal por “Don’t Stand So Close to Me” y Mejor Interpretación Instrumental de Rock por “Behind My Camel”.
The Police, conformado por el experimentado guitarrista Andy Summers, diez años mayor que sus compañeros, el baterista Stuart Copeland y el talentoso y creativo Sting en bajo, había debutado con el crudo y directo Outlandos d’Amour (1978), que incluía la imbatible “Roxane”, “So lonely”, “Can’t Stand Losing You” y “Born In The 50’s”.

Le siguió Reggatta de Blanc (1979), con los hits “Mesagge in a Bottle” y “Walking on the Moon”, un disco no tan punk rock y bastante más reggae al estilo Police. Es decir un punk rock ralentizado a la cadencia del ritmo jamaiquino, algo que también estaban haciendo los Clash, entre otros. Un año después, llegó el consagratorio Zenyatta Mondatta, un disco mucho más ska que reggae que influirá en el sonido del primer disco de Soda Stereo.
Zenyatta Mondatta se compuso durante la segunda gira de The Police y se grabó en cuatro semanas. Curiosamente, sobre todo por el éxito que tuvo, los miembros de la banda no quedaron muy conformes con el resultado, llegando incluso a regrabar dos canciones durante una breve y fallida reunión en 1986.
El álbum es el último de la primera etapa de The Police, influenciado por el reggae y el punk, y presenta pocos elementos musicales además de la guitarra, el bajo y la batería. Los dos álbumes siguientes, Ghost in the Machine (1981) y Synchronicity (1983) tendrán un sonido completamente diferente, sobre todo por la incorporación de sintetizadores y pianos
El disco cuenta con dos temas instrumentales: “The Other Way of Stopping” y “Behind My Camel”.l “Behind My Camel” fue la primera composición completamente propia del guitarrista Andy Summers. Como el bajista y vocalista Sting se negó a tocar en ella, Summers grabó la línea de bajo él mismo, sobregrabando las partes de guitarra. Todo un ejemplo de lo complejas que estaban las cosas entre los integrantes de la banda. Y eso que eran solo tres.

Otra cuestión alrededor de “Behind My Camel” es que resuena al Patricio Rey de Oktubre. Más precisamente a “Semen-Up”. Otra influencia acaso más evidente fue “Driven to tears” en “Guitarras blancas” de Los Enanitos Verdes.
En Zenyatta Mondatta, las letras también se centraron en acontecimientos políticos: en la mencionada “Driven to Tears” de Sting hablando de la pobreza en Biafra y “Bombs Away” de Copeland haciendo referencia a la invasión soviética de Afganistán. Estos temas cobraron mayor relevancia en Ghost in the Machine.
Zenyatta Mondatta fue también algo más: el disco que los trajo por primera vez a la Argentina. Fueron tres shows: el 14 de diciembre para la inauguración de la disco New York City, nada menos; el 15 en Obras; y el 16 en el teatro radio City de Mar del Plata, al que no fueron más de 500 personas.
El gran objetivo de todas las bandas inglesas siempre fue el mismo: conquistar los Estados Unidos. Y a los Estados Unidos siempre le gustó saber cuál sería la última gran cosa que llegaría del otro lado del Atlántico. Su as en la manga fue el tiempo: ellos se dejarían conquistar pero iban a decidir cuándo. O lo que es lo mismo: con qué disco. Y del otro lado del Atlántico debían convivir con eso.
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