Ariel Minimal y Pez, una banda que viaja a destiempo
Formada por Ariel Minimal en 1993, la banda pasó, a lo largo de más de tres décadas, por diversas formas y formaciones. Hoy, como quinteto, regresa este jueves a Neuquén para celebrar la reedición en vinilo de Los Orfebres, el clásico disco de 2007.
“En la nuestra desde 1994”, dice entre risas Ariel Minimal. Y está hablando de Pez, su banda, su vida. Independiente, inclasificable, inasible, Pez es una rareza del rock argentino.
Eruca Sativa: una banda en estado puro
Formada por Minimal y dos amigos suyos, los hermanos Alejandro y Pablo Barbieri, en 1993, apenas un año después el trío ya había editado su primer disco y ya se había disuelto.
Pez lleva 32 años activo, pero bien pudo ser solo eso. En cambio, rápido de reflejos y de ganas de que la cosa siga, Minimal reemplazó a los Barbieri con Iris Auteri en el bajo y Franco Salvador en la batería y al toque, en febrero de 1996, entraron al estudio para grabar el que sería el segundo disco de Pez: Quemado.
La segunda formación tampoco duró demasiado, pues a fines de 1996 Iris Auteri dejó Pez. En su lugar ingresó Gustavo “Fósforo” García. Y con él quedó establecida la base de Pez que continúa hasta hoy: a guitarra de Minimal, la batería de Salvador y el bajo de Fósforo.
En sus 32 años, Pez tuvo once formaciones diferentes: cinco tríos, cuatro cuartetos y hasta dos quintetos. Pero siempre la cosa parte de Minimal, Salvador y Fósforo. Acaso sean ellos la formación clásica de Pez, aunque pocas veces le hagan solos.
A qué suena Pez tiene mucho que ver con aquella lúcida ocurrencia de Minimal sobre seguir en la de ellos siempre. Mientras la escena se sorprendía con el explosivo debut de los Dos Minutos y su “Ya no sos igual”, Pez revisitaba el sonido de Color Humano.
Desde entonces, Pez se convirtió en algo sí como un trío expansivo, una banda de tres más los músicos que Pez necesite en cada ocasión: a veces más guitarras; otras veces vientos, y otras, teclas. Pianos o sintes. O las dos a la vez, como sucedió entre 2001 y 2005.
Pez no es un viaje en el tiempo: es un viaje a destiempo. Poner un disco de Pez, cualquiera de los veintiuno de los que lleva editados, no importa cuál, es irse de excursión y perder toda noción del tiempo, de dónde se está realmente de dónde se está realmente cuando se escucha a Pez. Porque lo que la música de Pez no tiene es relación alguna con el tiempo, cualquiera sea este. La música de Pez te toma del brazo y te arrastra a un viaje sonoro que no tiene nada que ver con el momento en que pusiste play.
Pez es rock, es heavy, es hardcore, es punk, es stoner, es progresiva, es folk. Pez es todo eso, pero a la vez. Por eso no hay una banda como Pez. Además de todo lo dicho acerca de Pez, Pez también es irrepetible.
Vuelve Pez, ¿qué Pez vuelve?
La última vez que vino Pez a Neuquén fue en 2017 para presentar Pelea al Horror, su por entonces nuevo disco, y eran un cuarteto, con Juan Ravioli como segunda guitarra, además de sintetizadores y teclados.
Ocho años después, vuelve Pez a Neuquén como quinteto, con Hernán Espejo como segunda guitarra y el regreso más que oportuno de Leopoldo Pepo Limeres en piano eléctrico, órgano y teclas varias.
Miembro de Pez entre 2005 y 2012, Limeres fue parte de Los Orfebres, uno de los discos más icónicos de la banda, cuyo sonido punk rock se combina con el rock progresivo como solo Pez puede hacerlo. Los Orfebres, grabado en apenas dos días, 28 y 29 de octubre de 2007, acaba de ser reeditado en vinilo y la banda lo celebra tocándolo en vivo, de principio a fin, tal como está grabado hace dieciocho años.

La escala neuquina de esta celebración será este jueves 28, a las 20, en Casino Magic (Planas 4005). Las entradas se pueden adquirir por sistema a través de tuentrada.com o en Flipper (Av. Argentina 179, Neuquén).
En un extenso diálogo con Diario RÍO NEGRO, Ariel Minimal habló del show de los próximos días, del disco en cuestión, del inminente nuevo disco de la banda y más.
“Específicamente, lo que estamos haciendo ahora es eso, una reedición en vinilo de este disco Los Orfebres, y, al saber nosotros que es un disco querido por la gente, decidimos tocarlo íntegramente, tantos años después. Tocamos Los Orfebres, que yo supongo será un poco menos que la mitad del show, más otras cosas”.
“Es un disco complejo, caprichoso, de algún modo. No tiene un formato pop. No es normalito, es un disco raro, pero muy power”.
Ariel Minimal, sobre Los Orfebres.
No es habitual que una banda toqué en vivo un disco completo tal y como fue grabado, salvo que hablemos de Pez: “Cuando sacamos los discos y los presentamos, esa primera vez por lo general los solemos tocar completos y por lo general suele ser en Buenos Aires, una o dos veces. Después, hay un montón de temas que no tocas nunca más”, reconoce.
Preparar este disco para llevarlo al vivo fue todo un trabajo para la banda, no sólo musical, sino también físico. “Fue un trabajo. Fue un trabajo”, asume Minimal. “Tuvo mucho que ver con lo físico. Porque es un disco muy power. No te digo que nos pusimos a entrenar para tocar, pero casi. Hay cosas que tuvimos que ponernos a tiro, que no eran fáciles de tocar tantos años después. Hay cosas que desde lo físico te cuestan más porque estás más viejo (risas)”.
¿En qué andaba Pez por aquellos años? “Estábamos en un rollo medio complejo”, recuerda el guitarrista. “Es un disco que es complejo, que es caprichoso, de algún modo. No tiene un formato pop. No es normalito, es un disco raro. Y es poderoso para sonar, para armar a lo que grabamos en ese momento, en el 2007, hay que darle con todo. Es un disco power”.
“Yo sigo creyendo en eso del álbum, una colección de canciones que funcionan todas juntas. Por eso también tocamos en vivo los discos completos”.
Ariel Minimal
“Yo creo que en ese momento puede ser que nos movíamos de un modo reaccionario, si se quiere”, revela. “Como que el disco que hacíamos tenía que ser diferente al anterior. Esa era como una directiva que teníamos. Habíamos hecho un disco llamado Folclore, que era medio progresivo y lleno de sonidos y cosas . Después hicimos un disco que se llamaba Hoy, que era un disco muy cancionero, muy tranquilo, con guitarras acústicas, muy normalito, las canciones todas con las vueltas normalitas, muy sencillo. Y dijimos, bueno, tenemos que hacer un disco que sea diferente a Hoy. Y ahí salimos con Los orfebres, que es un disco intrincado y agresivo”.
P: ¿Y esa idea de hacer algo distinto siempre fue el patrón de trabajo de la banda o con este disco habían decidido aplicar esa idea?
R: Al comienzo hacíamos eso. Había una cosa de escaparle al disco anterior. Que el disco nuevo sea diferente al anterior. Después ya no. Tenemos muchos discos. Al principio era como eso, seguíamos con ese patrón. Pero después ya no, ya no hubo ni siquiera eso, ya no hubo ni un patrón (risas).
P: ¿Qué terminaron encontrando en esa idea de hacer algo distinto a lo que venían haciendo
R: No sabría decirte bien. Hay como un punto raro que tiene todo eso. Como que bebe tanto, del rock progresivo como de ciertas cosas del punk rock o del hardcore, que supuestamente son géneros que no se cruzan, que no se juntan. Y sin embargo yo creo que nosotros ahí tenemos algo, un poco de cada cosa ahí.

P: ¿Y eso venía de algún lado o la búsqueda fue espontánea?
R: Yo creo que decantó en eso. Bebemos de esas fuentes y de muchas otras también en el sonido. Nos gusta el rock progresivo así como nos gusta el punk rock y el hardcore pero no sé si había bandas que lo hicieran todo a la vez.
P: Pez tuvo muchas formas y formaciones, con músicos entraron y salieron, ¿qué buscabas cuando ampliabas el trío?
R: Buscaba más música. Me parece que a veces nos gustaba el trío y nos gustaba volver al trío en algunos momentos pero sentíamos rápidamente que de algún modo se agotaba las posibilidades tímbricas y armónicas, quería más música, quería otra línea melódica, quería otros sonidos y eso siempre me llevó a sumar gente a la banda.
P: ¿Esos músicos eran invitados ocasionales o si se querían quedar se quedaban, cómo funcionaban esas estructuras de pasar de 4 a 5, de 5 a 3?
R: Siempre que ingresó alguien a la banda, ingresó para quedarse, tipo bueno ahora somos estos, ahora Pez es esto. Después, algunos por voluntad propia dejaron de tocar, algunos otros fueron invitados a no tocar más, los que pasaron por las bandas, pero siempre atrás de la música, las decisiones eran musicales suena raro musicales pero también personales, siempre fue importante la persona que estaba tocando ese instrumento, nunca buscamos un instrumentista específico por tales o cuales razones. El hecho de cómo convivís, cómo te llevas, cómo charlas con la gente, así se arman las bandas de Pez me parece. No es que ponemos un aviso en algún lado y hacemos una prueba a ver quién toca bien tal cosa, nunca fue por ese lado. Lo intentamos una vez buscar tecladista escuchando a gente que mande sus grabaciones y fue rarísimo, no prosperó.
P: ¿El regreso de Limeres a Pez coincidió con que están revisitando Los Orfebres, disco del que fue parte como tecladista?
R: No, yo ya lo había ido a buscar antes y él estaba ocupado con un proyecto que tenía y no se pudo sumar . Después lo sumamos cuando hicimos con Hoy (2006) lo mismo que estamos haciendo ahora con Los Orfebres, que es tocar el disco entero. Lo invitamos a tocar Hoy porque también era un disco del que había participado. Ya en el proceso de ensayar le pedimos que se quedara.
P: Más allá de la excusa de la reedición en vinilo de Los Orfebres, Pez siempre va para adelante .
R: Antes de hacer Los Orfebres como lo vamos a hacer encaramos ya un disco nuevo. Quiero decir, pienso que sí es una movida nostálgica y de algún modo marketinera el hecho de tocar discos viejos. La gente responde a eso, la gente quiere escuchar el disco que escuchaba cuando era joven y era feliz y despreocupada, eso pasa, es algo que hacen todas las bandas en todo el mundo. Pero nosotros nos damos el lujo de hacer eso porque sabemos también que hay un disco nuevo todo el tiempo. Si no, no sé si estaríamos tan revolcándonos en el pasado, me daría un poquito de vergüenza.
P: Pez es una banda independiente en todos los sentidos posibles tratándose de una banda. Porque también lo son de lo que sucede afuera, musicalmente hablando.
R: Pez no encaja. Podríamos hacer una remera con el eslogan que diga “En la nuestra de 1994” (risas). Realmente estamos en la nuestra.
P: ¿Qué podés decir del nuevo disco de Pez?
R: Que sale el primero de septiembre. El disco se llama De Buenos Aires, del lado A tiene una canción de 20 minutos que se llama De Buenos Aires y del otro lado otras seis canciones. Yo creo que esta canción yo creo bien podría funcionas como un compendio de los 30 años de Pez, como una canción que pasa por todos, te lleva de viaje y no te aburre.
De algún modo este disco nuevo sirve para mostrar qué esta banda porque hay otros discos que muestran solo una parte, esto también es la banda, pero este disco visita todas las casas que habitó Pez y que sigue habitando.
Pez se presenta este jueves 28, a las 20, en Casino Magic (Planas 4005). Las entradas se pueden adquirir por sistema a través de tuentrada.com o en Flipper (Av. Argentina 179, Neuquén).
“En la nuestra desde 1994”, dice entre risas Ariel Minimal. Y está hablando de Pez, su banda, su vida. Independiente, inclasificable, inasible, Pez es una rareza del rock argentino.
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