“Hilos en juego”: la magia de la narración oral escénica llega a Roca y Neuquén

Sentarse a escuchar un relato, nada menos. De eso se trata “Hilos en juego”, el espectáculo de narración oral escénica propuesto por Entramadas Itinerantes, un grupo de cinco mujeres que cuentan historias de mujeres. La única premisa es dejarse llevar por ellas, las mujeres, sus voces y las historias que estas mujeres le ponen su voz, aunque se trate mucho más que la voz.

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Conformado por cinco narradoras de cinco ciudades diferentes, Entramadas Itinerantes presentarán “Hilos en Juego” este viernes, a las 21, en Club de Arte El Biombo (Rodhe 1454, Roca) y el sábado, también a las 21, pero esta vez en el teatro El Arrimadero (Misiones 234, Neuquén).

En un diálogo coral con RÍO NEGRO RADIO, Gabriela De Gregorio, Clara Bordenave y Manuela Gutiérrez, tres de las integrantes de Entramadas Itinerantes, junto a la directora artística del espectáculo, Alejandra Mallorquín, cada una desde su lugar de residencia, contaron la historia de este proyecto, de qué va el espectáculo y de qué hablamos cuando hablamos de narración oral escénica.

“La dramaturgia de Hilos en Juego está basada en textos escritos por mujeres, mujeres que escriben historias de mujeres y nosotras también somos cinco mujeres que narran esas historias de mujeres que tienen que ver con la memoria, la identidad, los deseos, los sueños y con diversas temáticas que nos atraviesan y que hemos ido eligiendo, entramando y ensamblando con música, imágenes y luces y compartirla en este espectáculo”, describió la roquense Gabriela De Gregorio, presente en el estudio de la radio.

“Cuando uno genera un espectáculo de narraciones hay todo un trabajo previo de búsqueda de los textos en los que cada una se conecta con los autores. Nosotras siempre decimos que hacemos militancia del acto artístico y que narrar también es un acto político. Cada una se va conectando con los textos y las historias a las que decide prestarle su voz y su cuerpo; es todo un proceso de búsqueda. Luego hay un proceso de adaptación de ese texto, generado originalmente para ser leído, a un lenguaje para ser narrado y para ser escuchado. Requiere toda una adaptación que es lo que llamamos edición del texto”, continuó explicando De Gregorio.

Para este espectáculo, el grupo que completan las narradoras Carolina Ruiz, de Rosario, y Melina Calvo, de la localidad bonaerense de Tres Lomas, eligió “La Tejedora”, de Marina Colasanti, narrado por Clara Bordenave; “Basura para las gallinas”, de Claudia Piñeiro, narrado por Melina Calvo; “Gracias, Difunta Correa”, de Camila Sosa Villada, narrada por Gabriela de Gregorio; “Sabes Athos”, de Iris Rivera, Narrado por Carolina Ruiz; y “Urdimbre”, de María Paula Lertora, narrado por Manuela Gutiérrez. son todas historias de autoras mujeres escritas que adaptamos y editamos para ser narrados. Versiones propias de textos de otras mujeres.

De la virtualidad a la ruta

La historia de este grupo, muy particular por cierto, comenzó en pandemia: un taller virtual propuesto, desde Mercedes, provincia de Buenos Aireas, por Alejandra Mallorquín, al que se unieron, las cinco mujeres que luego formarían, también de manera virtual, el grupo Entramadas Itinerantes.
“La pandemia tuvo de todo”, dice Mallorquín, conectada a la entrevista desde Mercedes. “Tuvo cuestiones muy dolorosas, pero también tuvo este tipo de encuentros tan potentes y hermosos que se dieron en ese momento a través de la virtualidad, por eso este es un grupo tan particular en su formación, a través de la virtualidad, pero también de la pasión por el contar”.

“Comenzaron en un taller que ofrecí de narración oral, más precisamente de un trabajo que hicimos especialmente en el cual les propuse conectarnos con poetas argentinas que habían estado en dictadura o que no, pero que habían escrito sobre el tema. Eso terminó de consolidar esa unión por el deseo de compartir juntas y de contar historias que nos hermanan como mujeres”, completó Mallorquín.

A su turno, De Gregorio afirmó: “Tenemos una historia que es un poco osada, aventurera (risas) Nos fuimos gestando como grupo de manera virtual y vamos gestando las presentaciones también de manera virtual también hasta que, en enero de 2022, decidimos tomar la aventura de conocernos y hacer un viaje porque no nos conocíamos personalmente. Y no fue solo conocernos, sino viajar juntas: pasamos de conocernos sólo de manera virtual a convivir durante un viaje de diez días”.

“Entonces -continuó contando De Gregorio- vienen las compañeras a la Patagonia y hacemos un viaje a San Martín de los Andes. Seguimos hasta Bariloche, donde empezamos a hacer presentaciones presenciales juntas”.

Desde la ciudad de Buenos Aires, Clara Bordenave agrega: “Cuando decidimos empezar este proyecto y considerarnos como grupo el primer destino fue San Martín de los Andes, pero, como cada una de nosotras es de un lugar distinto, nos fuimos buscando por la ruta y la fuimos a buscar a Gabi, que es de Roca, pasamos por Neuquén pero solo de pasadita. Ahora será para algo distinto”.

Desde el estudio, vuelve a tomar la palabra De Gregorio: “Somos narradoras orales, si bien el cuerpo juega un papel importante en la narración lo importante es la voz y la palabra. No somos actrices, aunque varias de nosotras han tenido experiencias teatrales y nos vamos nutriendo de otras disciplinas como el teatro, los títeres, narrar con objetos, lo musical. La narración oral escénica es una disciplina con una identidad propia”.

Para Manuela Gutiérrez, quien al igual que Alejandra Mallorquín, se sumó a la charla desde Mercedes, hay que tener mucho coraje para hacer lo que hicieron refiriéndose al hecho de salir a la ruta sin conocerse. “Y fuimos para adelante”, dice con orgullo. “Hicimos ese viaje casi sin conocernos y lo llevamos muy bien. Y acá estamos. Ese viaje fue en enero de 2022 y estamos hoy, en una entrevista, porque vamos a presentar nuestro espectáculo, es un gran camino recorrido y estamos muy orgullosas de eso”.