De Cutral Co al mundo: Real Nini, K-pop con acento latino

Nacida en Buenos Aires, pero criada y formada en Cutral Co, fusiona pop coreano con tango y reggaeton. En una entrevista con Río Negro, habla sobre esta original combinación.

Su nombre es Nadia Ayelén Fernández Lisazo, y su mote artístico, Real Nini, así, “breve, sonoro, con música”. Nació en Buenos Aires hace 27 años, y a los dos, se instaló junto a su familia en Cutral Co, donde dio sus primeros pasos en el arte para graduarse tiempo después de licenciada en Música por la Universidad Nacional de La Plata. 


Compositora, cantante, y bailarina. Hace música para videojuegos y es profesora de danza y guitarra. Se le adjudica ser una de las primeras en dar a conocer en nuestro país el K-pop Latino, la fusión entre el pop de Corea del Sur y los géneros latinoamericanos como el reggaeton, el dancehall, el tango y la samba, entre otros. 
En Cutral Co, egresó de la EPET 1. La escuela primaria la hizo en la N°22, de Plaza Huincul. “Sin embargo –recuerda- una faceta muy curiosa de mi vida fue intercalar entre plomadas y baldes de mezcla, con las puntas de pie y los zapatos de flamenco”. 

El K-pop lo tiene todo. Melodías atractivas, sonidos y bases diferentes en toda la canción; coreografías increíbles, perfectamente coordinadas, actuadas, hay mucha producción escénica en ellas. Todo lo que yo quería lo encontré en él».

Real Nini.


“En mi ciudad me formé como técnica y tuve mis primeros contactos con la música. Creo que nunca habría podido empezar a componer música, más tarde, en la Universidad de La Plata, si no me hubiera formado como lo hice. Todo sirvió. Transformamos sentimientos y pensamientos en algo tangible, pero a la hora del trabajo, todo el camino andado cuenta”. 
 El K-pop nace en 1990. Su llegada a Argentina, estuvo fuertemente marcada en 2012 y 2013 por el «Gangnam Style», más conocido como «el baile del caballo», que rompió todos los récords en Youtube e impulsó nuevamente al movimiento de pop coreano, adormecido hasta entonces. 
Para Nini, la música no sabe de fronteras, ni geográficas, ni ideológicas. Es por ello que cuando crea, lo hace desde un concepto universal del arte, sabiendo que cuanto más versátil es su búsqueda más son los caminos por donde transita con curiosidad y respeto. 
Actualmente lleva adelante este proyecto del K-pop latino, en Argentina. Son casi diez años de estudio y difusión. 
Nini canta y toca la guitarra, tiene miles de seguidores en sus redes, amantes de este género lejano pero que tiene cada vez más adeptos en nuestro país.

P: ¿Con orígenes tan lejanos, qué te identifica de este género? 
R: El K-pop lo tiene todo. Melodías atractivas, sonidos y bases diferentes en toda la canción; coreografías increíbles, perfectamente coordinadas, actuadas, hay mucha producción escénica en ellas. Todo lo que yo quería lo encontré en él. Entonces, desde un principio decidí instaurar este movimiento en el país a partir de mis propias canciones. Compongo desde la letra y la música, hasta producir videoclips, algo que me encanta porque, también, creo que podemos aportar nuestro potencial argentino en la industria musical asiática. 

Hay ejemplos de canciones coreanas que cuando las escuchas parecen un tango. Ni yo podía creer en un principio que un grupo surcoreano en sus canciones dijera ‘lo siento’, con una base de reggaeton de fondo. O que la canción «Airplane Pt.2” de BTS tenga patrones rítmicos característicos del tango y la milonga».

Real Nini.


Mis canciones son una fusión. Tienen lo mejor de ambos mundos, letras que combinan el idioma español con el coreano, coreografías, producciones escénicas, y todo con el ritmo de nuestras músicas latinoamericanas bien reconocidas a nivel mundial. Obviamente no es una tarea fácil puesto que mucha gente rechaza las fusiones o las mezclas, pero siempre digo que nosotros mismos llevamos en nuestro ADN la fusión de muchas culturas, de conocimientos ¿por qué no disfrutar de esto también? 


  
 P: ¿Encuentras alguna relación entre este género y los que pertenecen a nuestro continente? 
R: Hay ejemplos de canciones coreanas que cuando las escuchas parecen un tango o porque escuchas un ‘hola’. Ni yo podía creer en un principio que un grupo surcoreano en sus canciones dijera ‘lo siento’, con una base de reggaeton de fondo. O que la canción «Airplane Pt.2” del reconocido grupo BTS tenga patrones rítmicos característicos del tango y la milonga. 
Las relaciones que existen en el K-pop latino e incluso en el mismo K-pop con nuestro país a veces parecen diminutas pero nuestras músicas también están alimentadas de características pertenecientes a otras culturas. Hoy en día, los jóvenes y los no tan jóvenes, sienten una relación muy estrecha con el K-pop, cantan letras que a veces no pueden terminar de pronunciar, usan términos como Oppa (hermano mayor) o saranghe (te amo) o forman clubs de fans. Una vez más la música es el gran puente cultural. En nuestro país lo vivimos como una hermosa relación de continentes a través del arte.  

Como artista compositora es mi objetivo poner en valor nuestras músicas latinoamericanas fusionadas. Así como el K-pop ha tocado nuestra puerta, los latinos también hemos tocado la suya».

Real Nini.


Tengo colegas que están en el K-pop hace muchos años. Desde 2010, existe el concurso de K-pop Latinoamérica organizado por el Centro Cultural Coreano en Argentina. Todos hacen su aporte, difunden y promueven este movimiento que, al principio, los grupos que querían bailarlo o cantarlo, eran tildados de ‘raros’. Pero entendimos que era un estigma racista ante lo asiático. 
Por mi parte, estoy concentrada en compartir mi música y en llevar adelante este proyecto en nuestro país y en el mundo. Como artista compositora es mi objetivo poner en valor nuestras músicas latinoamericanas fusionadas. Así como el K-pop ha tocado nuestra puerta, los latinos también hemos tocado la suya. 


  
P: Eres de Cutral Co, pero vives en La Plata, y difundes un género musical de Corea del Sur ¿cuál es tu punto intermedio para crear? 
R: El punto intermedio está en mí. Durante muchos años me cuestioné hacia dónde ir en lo artístico. En cada pregunta debatía mi personalidad, pero siempre sabiendo que quería aprender, ir más lejos. Nunca me conformé con lo que tenía, sino que quise más. Me apasiona el baile desde que tengo 6 años. Luego llegaría la música. Mi propio arte está en todo: en cada obra musical, en cada paso de la coreografía, en cada guion que escribo para armar un video. En cada palabra que canto está mi arte, solamente que está nutrido de muchos otros y por eso lo siento especial y quiero compartirlo con todos. Me gusta animar a otros, a que con el arte podemos ir donde queramos”. 


  
P: ¿Qué recuerdos tienes de Cutral Co? 
R: Los mejores. Cutral Co fue donde me crié, donde fui a la escuela y donde bailé por primera vez. Fue donde me prestaron una guitarra y empecé a cantar. A veces, estar tan lejos hace que pierdas el foco y de repente, un día, no sabes porqué hacés lo que hacés o por qué estás aquí. Cuando eso me sucede, siempre recuerdo mi patio, el cielo azul, el viento de Cutral Co (como olvidarlo jaja). Cada vez que estoy perdida, cierro los ojos y me imagino caminando por la avenida Olascoaga o cruzando desde Cutral Co a Plaza Huincul, para subir al mirador. Todo eso me da luz, y me recuerda de donde partí y a donde quiero llegar. 
  
 Oscar Sarhan




 


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