De la máquina de escribir a la computadora
De mi vieja Olivetti Studio 45, lo único que denota el paso del tiempo es la cinta donde se marcan los tipos y se imprimen en las hojas. Se ha secado y si bien se puede recomponer impregnándola de tinta, dejaría de ser bicolor ya que viene dividida en dos partes: abajo rojo y arriba negro. Quisiera conseguir una original, pero luego—me digo—para qué, se secaría nuevamente ya que no escribo en ella desde el siglo pasado.
Hubo un verdadero desconcierto en las oficinas, en las redacciones con el reemplazo de las máquinas de escribir por las computadoras: descubrimos el silencio. Algo que era muy difícil de notar con el traqueteo de las teclas y el movimiento de los carros al pasar de renglón o cambiar las hojas.
Quienes se animaron al cambio en el mundo de la escritura lo hicieron a fines de la década del 70 y comienzos de la siguiente. Según investigaciones, la pionera fue la escritora Gay Courter que desembolsó una verdadera fortuna (18.000 dólares) por una IBM para el negocio familiar y para escribir mientras cuidaba a sus hijos. Su novela “The Midwife” fue la primera escrita en una computadora.
Stephen King y Peter Straub eran ya, en 1981, renombrados autores de terror que decidieron escribir juntos la novela “El talismán”, pero esto tenía una dificultad grande: ambos vivían a 600 kilómetros de distancia. De común acuerdo compraron dos computadoras y se mandaban los textos en aquellos disquetes flexibles de 51/4. A partir de ese momento la PC formó parte de sus rutinas de escritura.
Leyendo por ahí me enteré que George R. R. Martin, el creador de “Juego de Tronos”, escribe en una vieja computadora sin internet y con un procesador de texto que fue estrella en los años 80: el WordStar. En mi caso, sigo añorando el Word Perfect que fue sepultado por el clásico Word.
Hoy es impensable escribir sin una pantalla de por medio, somos verdaderos saltimbanquis de la escritura, vamos del teléfono, a la tablet, de esta a la notebook y finalmente a la PC de escritorio. Seguramente entre todos estos soportes vos tendrás tu preferido.
De mi vieja Olivetti Studio 45, lo único que denota el paso del tiempo es la cinta donde se marcan los tipos y se imprimen en las hojas. Se ha secado y si bien se puede recomponer impregnándola de tinta, dejaría de ser bicolor ya que viene dividida en dos partes: abajo rojo y arriba negro. Quisiera conseguir una original, pero luego—me digo—para qué, se secaría nuevamente ya que no escribo en ella desde el siglo pasado.
Hubo un verdadero desconcierto en las oficinas, en las redacciones con el reemplazo de las máquinas de escribir por las computadoras: descubrimos el silencio. Algo que era muy difícil de notar con el traqueteo de las teclas y el movimiento de los carros al pasar de renglón o cambiar las hojas.
Quienes se animaron al cambio en el mundo de la escritura lo hicieron a fines de la década del 70 y comienzos de la siguiente. Según investigaciones, la pionera fue la escritora Gay Courter que desembolsó una verdadera fortuna (18.000 dólares) por una IBM para el negocio familiar y para escribir mientras cuidaba a sus hijos. Su novela “The Midwife” fue la primera escrita en una computadora.
Stephen King y Peter Straub eran ya, en 1981, renombrados autores de terror que decidieron escribir juntos la novela “El talismán”, pero esto tenía una dificultad grande: ambos vivían a 600 kilómetros de distancia. De común acuerdo compraron dos computadoras y se mandaban los textos en aquellos disquetes flexibles de 51/4. A partir de ese momento la PC formó parte de sus rutinas de escritura.
Leyendo por ahí me enteré que George R. R. Martin, el creador de “Juego de Tronos”, escribe en una vieja computadora sin internet y con un procesador de texto que fue estrella en los años 80: el WordStar. En mi caso, sigo añorando el Word Perfect que fue sepultado por el clásico Word.
Hoy es impensable escribir sin una pantalla de por medio, somos verdaderos saltimbanquis de la escritura, vamos del teléfono, a la tablet, de esta a la notebook y finalmente a la PC de escritorio. Seguramente entre todos estos soportes vos tendrás tu preferido.
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