Decir, hacer y dar las gracias

La carta destacada

Que nuestra palabra sea veraz, sincera y verdadera. Que lo que hacemos concuerde con lo que decimos. Y que siempre estemos dispuestos a dar las gracias a las personas y la vida por grandes y pequeñas cosas.

Hablar consistente, hacer coherente y dar las gracias generosamente nos mantiene sanos de cuerpo y alma. Alimenta y profundiza nuestras relaciones, nos mantiene unidos y satisfechos. Dar las gracias a los familiares, amigos, a los jefes y los empleados y camareros. Hay mil razones, ¿nos acordaremos al menos de una al día? Yo aconsejo llevar un diario donde anotar cada día los motivos por los cuales podemos y debemos estar agradecidos. Agradecer afecta nuestro estado emocional y hormonal, induce la producción de endorfinas, al igual que las acciones efectivas y la palabra cumplida. Nos levanta el ánimo, nos reconcilia con la vida, vitaliza el corazón. Proteste menos y agradezca más, cambie su manera de mirar, dé valor a las cosas pequeñas o cotidianas, no se acostumbre a ser indiferente a lo que recibe de bueno.

Alberto Félix Suertegaray

DNI 14.169.481

Alberto Félix Suertegaray

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