Murió Sívori, un prototipo del potrero argentino

Un cáncer terminó con su vida en San Nicolás. Tenía 69 años.

El mundo futbolero se vio sacudido ayer por la muerte de Enrique Omar Sívori, una gloria del fútbol argentino y mundial.

El ex futbolista de River y la Juventus dejó de existir a los 69 años, luego de darle batalla a una cruel y larga enfermedad.

El «Cabezón» murió en San Nicolás, víctima de un cáncer de páncreas, contra el que peleó durante mucho tiempo.

Su imagen de producto genuino del potrero insertada en la elite del profesionalismo seguramente pasará a ser leyenda, porque representa como ninguna otra, salvo la de Diego Maradona, el prototipo del futbolista argentino.

Inclusive, muchos que supieron disfrutar de su talento inimitable lo colocan un escalón por encima del propio Diego, porque tan grande fue su talento.

Medias caídas, pelo revuelto, extraña mezcla de alfeñique desgarbado y atleta sin alas, pero con un desparpajo a prueba del más recio de los marcadores, representaron su sello de calidad y dejaron una marca indeleble en la historia del fútbol argentino e italiano.

Con una picardía también propia del potrero, esa que se traslada inevitablemente a otros órdenes de la vida, fue tan empedernido fumador como «burrero» y siempre le escapó a las exigencias que recortaran su espíritu libre.

También como Maradona se hizo grande en el fútboI italiano, aunque a diferencia de Diego fue un referente de la «contra», River, cuando jugó en Argentina, mientras que en la península también transitó por la geografía opuesta, ya que se instaló en el poderoso norte, lejos del sur y de Nápoles.

Los tiempos también fueron otros, por supuesto, pero todas esas diferencias se estrechan cuando a ambos se los vincula con la pelota. Los dos lucieron el número 10. Y no casualmente en 1968 su retiro se produjo en el Nápoli, el club en el que Maradona escribió algunas de las más brillantes páginas de su incomparable campaña.

Sívori comenzó su campaña en River, donde debutó en primera con 17 años y se coronó campeón en 1955 y 1956.

Un año más tarde fue adquirido por la Juventus de Italia, que pagó una cifra récord para la época.

Rápidamente se ganó la admiración de sus hinchas y respondió con goles y títulos. Participó del equipo que fue campeón en 1958, 1960 y 1961 y la Copa de Italia de 1959 y 1960.

Su endiablada gambeta y su capacidad goleadora lo llevaron a ser convocado para participar en el seleccionado de Italia en el Mundial de Chile en 1962. Antes, en 1957, había tenido un breve paso por el seleccionado argentino.

Tuvo su momento de gloria en el seleccionado argentino, al que dirigió en la etapa previa al Mundial de Alemania en 1974.

Actualmente se desempeñaba como asesor futbolístico de la Juventus. (DyN y Télam)


El mundo futbolero se vio sacudido ayer por la muerte de Enrique Omar Sívori, una gloria del fútbol argentino y mundial.

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