Sergio Cachito Vigil, las lecciones de vida del hombre que creó a Las Leonas

Sergio “Cachito” Vigil volvió a emocionar en Allen: el histórico DT de Las Leonas compartió su calidez y enseñanzas con jóvenes del hockey regional.

Una de las figuras más representativas e icónicas del hockey argentino baja de una camioneta en el predio del Club Los Perales y de inmediato un enjambre de chicas y chicos se interponen a su paso. Ninguno tiene más de 15 o 16 años y jamás lo vieron dirigir, aunque todos saben que el señor de la sonrisa eterna que tienen enfrente es nada más ni nada menos que el padre de Las Leonas, marca registrada del seleccionado femenino argentino de hockey.

“Más que el padre, yo soy el hijo afortunado de Las Leonas”, relevó Sergio Cachito Vigil cuando formó parte de Vértices, el ciclo de entrevistas con figuras del deporte argentino, hace un par de años en el auditorio del Centro Cultural Cipolletti.

El grupo de chicas que lo abordan sí saben que Vigil es el actual head coach de todas las divisiones formativas del hockey chileno, y que está en Los Perales por la presencia del seleccionado Sub19 del país trasandino, invitado a participar del Campeonato Argentinos de selecciones B que se disputa en el predio allense.
Las chicas sólo piden una foto, pero fiel a su costumbre Cachito redobla la apuesta del afecto. Le pregunta cómo están, cómo se llama cada una de ellas, de qué juegan, indaga sobre el significado de lo que es ganar o perder… Vigil siendo Vigil. La enseñanza no se negocia.

Cachito Vigil, cuando pasó por ciclo Vértices de Diario Río Negro hace dos años.

“Ellas primero me regalan el privilegio del saludo, de las ganas de tener una foto. Entonces siento que si simplemente alguien me pide una foto y ni siquiera conozco su nombre ni algo de su historia, no hay igualdad. No sólo quiero saber cómo se llama, sino también saber que le está pasando en la vida en este momento. Si es un equipo, me gusta saber de su equipo. Es lo mínimo que puedo hacer, porque de esa manera también siento que empezamos a estar en un espacio de paridad. Lo que quiero que se lleven con esa foto es que sentimos lo mismo, que yo también me pongo contento cuando me piden una foto, y que ellas se pueda poner contentas cuando yo puedo charlar con ellas o con ellos”.


Cachito Vigil y las juveniles llegaron a la zona luego de gestiones realizadas por las federaciones de hockey de ambos países, para que las jugadoras chilenas puedan participar de los torneos argentinos. “Me puse contento por el lugar donde se decidió jugar esta categoría. He conocido un club maravilloso como Los Perales acá en Allen y tengo muy lindos recuerdos de Cipolletti. Para mí Marabunta es un lugar muy especial. Fue el primer club de Argentina que me regaló el honor de tener una cancha con mi nombre”.


Cuando Cachito pasó por Vértices, aseguró que sus procesos de trabajo, tanto en seleccionados como clubes, nunca superaban los ocho años, ya que entendía que las bases ya estaban sentadas y era el momento de partir hacia nuevos desafíos. “Fueron ocho años con Las Diablas (como se conoce al seleccionado femenino chileno), pero sentía que no había tenido el tiempo porque el seleccionado insumía mucho espacio de entrenamiento y me faltó recorrer el país para ayudar a desarrollar talentos, tanto jugadoras como entrenadores. Ahora estoy como head coach de toda la formación de deportistas de sub-19 para abajo del hockey del país”, explica Vigil sobre el por qué se quedó trabajando en Chile.


Las Diablitas están a punto de salir a la cancha para jugar su partido con la Asociación de Hockey del Río Uruguay (Entre Ríos) y es hora de despedir al histórico entrenador. Antes de irse, deja una reflexión sobre el presente de Las Leonas. “Veo que el equipo ha llegado a un grado de madurez, tanto el equipo como el cuerpo técnico. Percibo un convencimiento de ‘dorado olímpico’. Siento que pronto vamos a lograr ese sueño que tanto anhelamos”. Sergio Vigil, Cachito para todo el mundo, se va rumbo a la cancha aunque antes le firma el stick a un chico del club y no puede con su genio. “En qué categoría jugás… Y en qué puesto…”. Cachito en su salsa, ayer, hoy y siempre.



Una de las figuras más representativas e icónicas del hockey argentino baja de una camioneta en el predio del Club Los Perales y de inmediato un enjambre de chicas y chicos se interponen a su paso. Ninguno tiene más de 15 o 16 años y jamás lo vieron dirigir, aunque todos saben que el señor de la sonrisa eterna que tienen enfrente es nada más ni nada menos que el padre de Las Leonas, marca registrada del seleccionado femenino argentino de hockey.

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