Desconocemos los trabajos que se hacen en las chacras

Con firmeza, Verónica Boltshauser alerta que tenemos muchos productores y empresas que mantienen su actividad frutícola contra viento y marea y que merecen políticas de apoyo nacional y provincial. Solos no pueden con todo, agrega.

Redacción

Por Redacción

Verónica Boltshauser es ingeniera agrónoma. Responsable técnica del Consejo Profesional de Ingeniería Agronómica de Río Negro con sede en Roca.

“Roca concentra las oficinas de las mayores empresas exportadoras de peras y manzanas de la región. El 47% de lo exportado al 31/7/19 desde el puerto de SAE proviene de empresas con sede en Roca. En este encuadre, los graves problemas de competitividad que afronta la actividad regional de peras y manzanas desde el 2008 no ha sido una excepción para nuestra ciudad. Empresas que hoy no están, empresas convocadas, chacras abandonadas y productores tramitando su propiedad para ser loteada son una realidad creciente. A pesar de ello, existen productores y empresas que mantienen su actividad y merecen políticas de apoyo nacional y provincial. La nueva fruticultura crecerá bajo modelos de mecanización tanto en producción primaria como en la etapa de acondicionamiento».

Verónica Boltshauser recuerda que desde hace más de 20 años ya se viene advirtiendo acerca de las graves consecuencias que tendría para toda la región la autovía de la Ruta 22. «No fuimos escuchados y hoy se ven sus consecuencias”, alerta. Foto: Gonzalo Maldonado


“La fruticultura es una actividad productiva que requiere mano de obra intensiva, por lo que es una fuente genuina de empleo. Esta demanda laboral no solo se da a nivel de chacras sino de todo lo que gira alrededor (la cadena productiva), empaques, logística, materiales de empaque y demás insumos para el agro, entre otros, que movilizan toda una economía regional. Podemos sí pensar que esto ha variado en los últimos años y que se requiere una mano de obra más especializada, ya que muchas tareas han comenzado a mecanizarse o se ha cambiado a otro tipo de cultivos o producciones”.


“La diversificación es necesaria para fortalecer la matriz productiva de la región. Los últimos años han sido poco rentables para la fruticultura de peras y manzanas. En búsqueda de producciones más rentables, algunos productores han ido reconvirtiendo hacia otros cultivos que tienen mayor rentabilidad y alta demanda de los mercados. Entre los cultivos frutícolas elegidos están las cerezas, que con la apertura del mercado chino tienen un futuro promisorio, o hacia frutos secos, como los nogales y almendros. También se ve un incremento en la producción de cereales (maíz) o alfalfa para alimento de ganado. No diría que hay ahora una vuelta a los ciclos iniciales, sí que los cultivos pueden ser los mismos. Pero la forma es otra. Ahora está relacionado con ganadería intensiva, con producción en feedlot. Cultivos como alfalfa requieren menor inversión y tienen demanda”.


“Hace más de 25 años los consumidores más exigentes (europeos) y comprometidos con el medio ambiente comenzaron a requerir frutas orgánicas. En ese momento era un producto de nicho (pocos compradores que estaban dispuestos a pagar un plus). Fue ahí cuando se comenzó con la producción orgánica de peras y las manzanas en el Valle, las que, favorecidas por nuestras condiciones climáticas, se posicionaron muy bien en los mercados. Con el correr de los años, y la creciente concientización en los alimentos saludables y el cuidado del medio ambiente, este mercado se fue ampliando. Hoy en el Alto Valle de Río Negro y Neuquén hay una superficie estimada en 8.000 ha, la producción orgánica presenta un creciente desarrollo”.


“Este tipo de producción requiere, como productor, contar con una gran capacidad técnica, conocer los ciclos biológicos de las plantas y las plagas, manejo de los nutrientes y de las normativas de certificación”.


“Aunque el avance de la urbanización ha complicado la convivencia entre lo urbano y lo rural, muchas personas se quejan y reclaman por los trabajos que realizan los productores (pulverizaciones), y otros no acuerdan con las políticas de apoyo a la producción. Mientras que los productores se ven perjudicados porque los loteos no respetan la red de riego cuando éstos están emplazados en áreas rurales. La población urbana de la Patagonia, inclusive nuestra ciudad, desconoce el trabajo y aporte económico que realiza cada uno de los productores para mantener el status sanitario de Área Libre de Mosca de los Frutos, por ejemplo”.

“Hace más de 20 años todas las instituciones referentes de la producción, INTA, productores, empresarios, Consorcios de Riego, Consejo de Ingenieros Agrónomos, advirtieron acerca de las graves consecuencias que tendría para toda la región la autovía de la Ruta 22. No fuimos escuchados y hoy se ven sus consecuencias”


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