Desocupan el edificio nuevo de medicina para terminar la remediación y se mudan

Una buena parte de los alumnos que cursan la carrera de Medicina, en la Universidad Nacional del Comahue, iniciarán las actividades académicas del segundo semestre en un edificio que la casa de altos estudios alquiló en el centro cipoleño. Mientras, se realiza el ultimo tramo de la remediación del edificio que se estrenó en marzo de 2018, en el barrio Los Tordos.

El inmueble presentó vibraciones perceptibles por encima de lo normal y requiere algunos refuerzos. “No representa ningún peligro”, aseguraron las autoridades de la institución, sin embargo habrá que esperar al ciclo lectivo 2020 para que ese espacio se pueble de vida estudiantil.

El decano Miguel Vera explicó que aprovecharán el receso para “trasladar los pupitres y algunas computadoras” al edificio que la central de la UNCO alquiló, previendo la ausencia de los estudiantes, docentes y personal. “Se sufre la incomodidad”, reconoció, pero aseguró que desde la Facultad “estamos todos muy contentos de que se termine de una vez y podamos tener nuestra casa”, manifestó.

Uno de los aspectos que más preocupó a Vera fue que no se vea “afectado en ningún punto las actividades académicas, ni de laboratorio o de investigación”, enfatizó. “En el edificio que vamos a ocupar tendremos 10 aulas, un lugar para docentes y oficinas”, adelantó y aseguró que las condiciones serán favorables.

“El lugar es céntrico y accesible, y en cuanto a la seguridad es positivo”, informó. Por ahora no reveló la ubicación del inmueble pero aclaró que “está cerca de la sede de Toschi (y Los Arrayanes)”, agregó.

Las modificaciones que se realizarán en el edificio nuevo, ubicado en cercanías a la Facultad de Ciencias de la Educación, sobre la calle Yrigoyen, son “mínimas”, explicó el doctor. “Se van a reforzar algunas columnas y tirantes, y los gastos son mínimos y también serán afrontados por la Central”, agregó. Aclaró que se trata de cuestiones estéticas y que las obras vienen desde 2018.

Hasta hace algunas semanas, los alumnos utilizaban la planta baja de la sede, mientras se trabaja en el sector de la planta alto, adonde se ubica el aula magna que vibró. “Se hicieron estudios e informes de y coincidieron en que no había indicadores de fallas en la construcción”. La decisión se tomó tras una reunión del Consejo Directivo de la Facultad, y el subsecretario de Obras y Servicios, arquitecto Dante Di Fiore resolvió que se debía dar inicio al plan de remediación.

El resto de los estudiantes, aproximadamente unos 1800, seguirán cursando en el edificio que ya existía en ese predio, y en la sede de la calle Toschi.