Destacaron la actitud del equipo

BUENOS AIRES (DyN) – El talentoso mediocampista y figura descollante en la coronación del seleccionado argentino, Andrés D»Alesandro, desató anoche toda su alegría por el halago conseguido y resaltó la actitud del equipo albiceleste al señalar que «salimos a atacar en todos los partidos, por eso Argentina fue el mejor».

D»Alesandro, quien fue elegido como el segundo mejor jugador del campeonato mundial detrás de su compañero Javier Saviola por la votación de los periodistas acreditados en el torneo, sostuvo que «esta es una emoción enorme, todavía no caí. Este equipo demostró que salió a atacar en todos los partidos, por eso fue el mejor de todos».

«Por suerte le pudimos dar una gran alegría a la gente que nos apoyó en todo momento y nos hizo sentir más confiados de lo que estábamos», agregó.

Por su parte, el defensor Fabricio Coloccini quien no pudo jugar al estar suspendido por haber sumado dos tarjetas amarillas pero que dejó bien en claro ser uno de los baluartes del nuevo campeón, precisó que «mirándolo de afuera estaba muy nervioso».

«Por suerte los chicos hicieron las cosas bárbaro y ganamos sin ninguna discusión. Este plantel demostró que tenía hambre de gloria», sentenció y luego manifestó que le encantaría seguir jugando en San Lorenzo.

«La renovación del préstamo es complicada ya que las pretensiones del Milan de Italia (club propietario de su pase) son muy elevadas para las posibilidades de San Lorenzo», acotó.

El defensor de Estudiantes, Diego Colotto, autor del primer gol argentino frente a Ghana, indicó que «todavía no tomé conciencia de lo que es ser campeón del mundo» y luego dedicó el título de manera especial al «Ruso» Edgardo Prátola, quien se encuentra en recuperación de un tratamiento oncológico.

En tanto, Maximiliano Rodríguez, una de las piezas clave del equipo de José Pekerman, mucho más distendido expresó que «recién voy a caer cuando lo vea por tevé. Estuvimos siempre concentrados y eso quiso que llegáramos al título. El apoyo de la gente no lo vamos a olvidar nunca».

Su compañero de Newell»s, Leonardo Ponzio, como la mayoría de los jugadores le dedicó este título a su familia y consideró que esta ha sido la emoción más grande de su carrera.

«Se cumplió el sueño que todos tuvimos desde el primer día que fue el de ganar el título. Fuimos paso a paso sin apresurarnos, sin decir que queríamos ser campeones hasta terminar el último partido. Eso es muy importante porque para nosotros cada partido fue una final, ya que todos nos querían ganar», enfatizó.

Saviola no ocultó su felicidad

BUENOS AIRES (DyN) – Quien fue distinguido como el mejor jugador del campeonato Mundial juvenil que obtuvo ayer Argentina con puntaje ideal, el rutilante delantero Javier Saviola se declaró orgulloso de «haberle dado una alegría a la gente en medio de tanta tristeza» por la crisis que afecta al país.

«Al igual que mis compañeros, estoy orgulloso de haber vestido esta camiseta y de darle una alegría a la gente en medio de tanta tristeza que se vive en el país», subrayó Saviola, con sensibilidad no sólo para ocuparse de la pelota.

Tras la conquista del tetracampeonato para la categoría, ser elegido como mejor jugador de la competencia y asegurarse la condición de máximo goleador en la historia de los mundiales juveniles, Saviola resaltó su agradecimiento para sus compañeros, cuerpo técnico y familiares, e inclusive consideró que «sin ellos no hubiera podido» alcanzar semejante rendimiento.

De la casi docena de goles que consiguió en este Mundial, «El Conejo» escogió «el de la final» ante los ghaneses y como fundamento agregó que «significó mucho».

Recordó que siempre soñaron con lograr el título, pero en ningún momento perdieron ni la «humildad» ni las «ganas» y añadió que jamás subestimaron «a ningún rival».

Todos conformes

BUENOS AIRES (Télam).- Leandro Cufré, defensor de Gimnasia y Esgrima La Plata y campeón mundial con el seleccionado argentino Sub 20 en Malasia «97, afirmó hoy que «hubo una superioridad impresionante» entre el actual equipo de José Pekerman y los rivales que tuvo a lo largo de todo el torneo.

«No puedo destacar a un jugador en particular. Hubo una superioridad impresionante en todo el torneo, eso es lo que destaco de este equipo», sostuvo una de las piezas claves en el título de Malasia «97.

Por otra parte, Cufré resaltó «la solidaridad que tuvo todo el equipo» y agregó que «eso es algo que pasó en todos los planteles que dirigió Pekerman», quien hasta al frente de los seleccionados juveniles desde fines de 1994.

En tanto, el defensor sostuvo que en el encuentro de ayer, la Argentina «jugó muy bien, concentrada y metida, como se debe hacer en una final» y dijo que «a pesar que algunos decían que los rivales no tenían equivalencia, los chicos demostraron su superioridad por mérito propio».

Por otra parte, el también integrante del plantel de Malasia «97, el mediocampista Lionel Scaloni se refirió en términos similares a Cufré: «Argentina fue campeón con absoluta justicia. En ningún momento peligró su triunfo y en la final ganó con amplitud, más allá de que en el segundo tiempo reguló».

El «Chori» fue el centro del festejo

Con lágrimas en los ojos y una remera con la inscripción «gracias por darme fuerza», Alejandro Domínguez fue el centro de los festejos del plantel argentino, que tras obtener el Mundial, el plantel buscó al delantero que sufrió una grave lesión en los cuartos de final del certamen.

Domínguez sufrió la fractura del tobillo derecho en el partido ante Francia y quedó marginado.

Domínguez fue alzado en andas por sus compañeros y allí mostró la remera blanca que con su propia letra inscribió el gracias al plantel.

Cuando los jugadores argentinos fueron corriendo de área a área para lanzarse en una palomita al césped, Germán Lux se encargó de llevar en hombros a Domínguez y lo paseó por la cancha .

Y el momento más emocionante para el jugador fue cuando subió al escenario dispuesto para recibir su medalla de campeón. El propio Pekerman fue quien le alcanzó las muletas y el chico de Quilmes se quedó con el recuerdo.

En el partido con Paraguay los jugadores argentinos festejaron cada gol con remeras, debajo de la camiseta, que decían «Fuerza Chori».