Dicen que sobrino de Carrascosa «perdió» un revólver 32

BUENOS AIRES (DyN).- A la espera de que Nicolás Pachelo declare hoy en el juicio por el crimen de María Marta García Belsunce, su abogado reveló ayer que un sobrino del acusado Carlos Carrascosa le habría entregado al viudo un arma del mismo calibre que la que se usó para matar a la socióloga, por lo que la Fiscalía pedirá su urgente citación.

Precisamente hoy a las 10, en los tribunales de San Isidro, cuando se reanude el juicio oral por el caso, el fiscal Diego Molina Pico pedirá citar como testigo a Horacio Ognio, un sobrino de Carrascosa que vive en Corrientes, para que explique en qué circunstancias habría perdido ese arma que podría ser clave en el caso. Es que, según indicaron fuentes judiciales, el fiscal recibió los registros oficiales del Renar (Registro Nacional de Armas) en donde se indica que Ognio habría perdido un revólver calibre 32 marca Orbea.

Por eso, en una silenciosa jugada, Molina Pico había pedido semanas atrás la pericia balística que ayer comenzó a hacerse en el edificio Centinela de la Gendarmería Nacional, para saber la marca del arma nunca hallada que se usó para disparar los proyectiles calibre 32 que recibió María Marta en la cabeza. Antes de que los peritos den una respuesta sobre la cuestión -por lo menos demoraría una semana-, el abogado de Pachelo, Roberto Ribas, hizo pública la noticia y así aprovechó además para tratar de aliviar la situación de su cliente.

Ribas reveló a los medios de prensa la desaparición del arma del sobrino de Carrascosa -dijo que se habla de una «pérdida» o de un «hurto»- y subrayó que el viudo solía viajar «mucho» a la provincia de Corrientes en 2000 y 2001, justo cuando María Marta había comenzado a sentirse insegura en el country Carmel tras el secuestro de su perro.

María Marta había responsabilizado en público al vecino Pachelo por este secuestro y por eso la defensa de Carrascosa insistió en vincularlo con el homicidio.

Pachelo fue visto corriendo a unos metros de María Marta cuando se dirigía hacia su casa la tarde del 27 de octubre de 2002, un rato antes de que la mataran de cinco balazos en la cabeza.