Disparos que mataron a presos de Trelew fueron direccionados

Martín Brunella

El perito Rodolfo Pregliasco detalla a los jueces su investigación en la base Almirante Zar

RAWSON (Enviado especial, Pedro Caram).- Las últimas dos jornadas de testimonios en el juicio por la Masacre de Trelew podrían constituir dos de las más impactantes desde lo emocional para los participantes y público de las audiencias que se desarrollan en esta ciudad desde mayo pasado. Ayer, una nueva recorrida por la base Almirante Zar de Trelew, por el pabellón en el que ocurrieron los fusilamientos del 22 de agosto de 1972, fue como pisar el escenario del horror, caminar sobre los restos del infierno.

Hoy, en tanto, las voces de los tres sobrevivientes, asesinados luego entre 1976 y 1982, permitirán conocer en primera persona aquellos acontecimientos y serán para los familiares y allegados un golpe en sus emociones, un crudo impacto en su más profunda humanidad.

Rodolfo Pregliasco, físico del Instituto Balseiro de Bariloche y asesor de la justicia en reconstrucciones científicas, fue el encargado de desarrollar un minucioso informe aportado a la instrucción y que ayer fue explicado al tribunal y las partes, con gráficos, croquis y un profundo análisis. Fue necesario que los jueces, defensores, fiscales y querellantes bajaran a las primeras filas del auditorio para que desde el escenario Pregliasco pudiera llevar adelante su presentación digital, seguida por videoconferencia por los imputados.

Luego, lo que desarrolló en su exposición fue explicado in situ, cuando el Tribunal dispuso el traslado hacia la base Zar de Trelew. Allí, el pabellón que se encuentra clausurado por la justicia fue nuevamente abierto para la recorrida del perito, las partes y el público. Inicialmente Pregliasco explicó las características de un impacto que quedó registrado en la puerta de lo que era entonces un baño, en el acceso al pabellón y que genera controversias entre la acusación y la defensa. (Ver aparte)

Luego mostró los resultados de su estudio en relación al análisis de la pared del fondo del pasillo en el que ocurrieron los hechos. Pregliasco investigó las capas de pintura y la conformación granular del revoque de ese muro y determinó que hasta el metro sesenta se cambió toda esa cobertura, desde el ladrillo.

“Al menos 50 disparos”

“Si como dicen los testimonios, los militares dispararon con armas PAM 9 mm hacia el grupo de detenidos, en esa pared debería haber por lo menos 50 impactos de bala”, dijo Pregliasco a “Río Negro”, que ayer participó de la recorrida.

Al no haber impactos ni intervención en el revoque de la parte superior a 1,60 metros, podría concluirse que los disparos fueron direccionados, apuntando al blanco y no realizados intempestivamente para defenderse ante una supuesta agresión, como pretendió hacer ver la Marina cuando luego de aquellos acontecimientos elaboró su versión oficial para exculpar a los militares intervinientes.

Hoy se escuchará el audio de una entrevista realizada a los tres sobrevivientes, Ricardo Haidar, María Antonio Berger y Alberto Camps y dará su testimonio el sonidista que obtuvo aquel audio registrado hace casi 40 años. Además, se espera la declaración de un periodista que investigó el caso, con lo que cerraría la etapa testimonial. La semana próxima podrían comenzar los alegatos. La sentencia se conocería en los primeros días de octubre.