Baja de aranceles a la importación de maquinarias

La medida busca abaratar los costos de inversión, mejorar la productividad y facilitar la incorporación tecnológica. Alcanza a equipos industriales, maquinaria agrícola y herramientas específicas y comienza a regir desde el mes de agosto.

Por Alejandra Fonovich (Larrondo, Tonelli & Asoc.)

A fines de julio, y con el Decreto 513/2025 el gobierno nacional anunció una reducción significativa de los aranceles de importación para 27 categorías de bienes de capital. La medida fija en 12,6% la alícuota para estos productos –equipos industriales, maquinaria agrícola y herramientas específicas– que hasta ahora tributaban entre el 20 % y el 35 %.

El objetivo de la medida es abaratar los costos de inversión, mejorar la productividad y facilitar la incorporación tecnológica en sectores productivos estratégicos.
Hasta julio, importar ciertos bienes de capital –por ejemplo, máquinas de corte láser, plegadoras y prensas para la industria metalúrgica, depuradores de gases para la actividad petrolera, bombas centrífugas, ascensores, hornos de panadería o acumuladores eléctricos de litio– implicaba pagar aranceles que en muchos casos triplicaban el piso arancelario del Mercosur.


Con el nuevo decreto, los aranceles de esos productos se alinean al 12,6 %, el mínimo común del bloque. Esto implica una rebaja que, según estimaciones oficiales, puede reducir los costos de importación entre un 7 % y un 22 %, dependiendo del tipo de maquinaria.


En números: en 2024, casi 3.000 empresas argentinas importaron los bienes alcanzados por la medida, mientras que en el primer trimestre de 2025 ya lo hicieron unas 2.000 empresas.
Los bienes de capital representan aproximadamente el 20 % del total de las importaciones del país, por lo que el cambio impactará de manera sustancial en comercio exterior.


En la región, el efecto inmediato se concentra en tres sectores clave: hidrocarburos, agroindustria y pymes industriales.
Las empresas proveedoras de Vaca Muerta, por ejemplo, dependen de equipos de alto costo y tecnología específica. La reducción arancelaria permite abaratar la renovación de maquinaria y podría acelerar inversiones si mejora el acceso a divisas.


Así también en el Alto Valle, la fruticultura necesita incorporar cada vez más tecnología y automatización de procesos para sostener la competitividad. La maquinaria de empaque, tractores y sistemas de riego importados representan una parte importante de los costos de los productores.

La reducción arancelaria permite abaratar la renovación de maquinaria y podría acelerar inversiones si mejora el acceso a divisas.


Las pymes industriales, como talleres metalúrgicos o fabricantes de componentes, se beneficiarán con esta medida al poder acceder a herramientas y equipos a un menor costo. Esto impacta de manera directa en la productividad y oferta de productos de la industria nacional.


Además, desde abril de 2025, la Comunicación “A” 8226 del BCRA eliminó el plazo mínimo de 30 días que antes debían esperar los importadores para acceder al mercado de cambios. Ahora los pagos de estas operaciones pueden realizarse al oficializar el despacho y, en el caso de MiPyMEs (con ciertos límites), incluso desde el embarque.


Esta flexibilización agiliza la operatoria y brinda mayor previsibilidad financiera. Aunque la reducción de aranceles mejora el costo final de la importación, no resuelve sin embargo otros factores que inciden en la operatoria. Los importadores deben seguir afrontando altos costos impositivos, entre ellos la tasa estadística, percepciones en IVA y Ganancias sobre la importación y, en algunos casos, percepciones adicionales de Ingresos Brutos.


Estos elementos pueden atenuar el impacto positivo de la rebaja arancelaria, especialmente para las pymes que tienen un menor margen financiero. El Gobierno ya lleva reducidos los aranceles a más de 1.000 productos desde que comenzó esta política. El objetivo es alinear a la Argentina con las tasas mínimas del Mercosur y abaratar los bienes de capital, insumos industriales y bienes de consumo.


La baja de aranceles podría significar, por ejemplo, la oportunidad para modernizar el parque industrial y productivo de la región. Sin embargo, para que se traduzca en mayores inversiones es necesario avanzar en dos frentes:
1.Simplificación administrativa en los trámites de importación.
2.Líneas de financiamiento específicas que faciliten la compra de maquinaria importada.
La rebaja de aranceles para la importación de maquinaria es un cambio relevante para el sector productivo de Neuquén y la Patagonia. Permite reducir el costo de inversión en equipos esenciales y alinear las alícuotas con los estándares del Mercosur.


El impacto concreto dependerá de otros factores como la estabilidad del sistema de importaciones y el acceso al financiamiento, y de la capacidad de las empresas para financiar estas compras y traducirlas en mayor producción y empleo.


Por Alejandra Fonovich (Larrondo, Tonelli & Asoc.)

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