Temporada frutícola: el clima, un factor determinante en la cosecha de manzanas

Las condiciones meteorológicas tuvieron un efecto directo. Según la Federación de Productores, se vieron afectadas unas 15 mil hectáreas en Río Negro y Neuquén.

Claudio está a cargo de una chacra de Roca y asegura que como nunca, el factor climático de los últimos meses ha sido por demás variado lo que en un tiempo no muy lejano comenzará a tener un efecto todavía mayor en la calidad y cantidad de fruta.

Y no está muy lejos del diagnóstico de especialistas y productores quienes coinciden en que los últimos meses del 2022 y enero del 2023 fueron atípicos con condiciones y variables pocas veces vistas en un lapso de tiempo tan corto.

Así, por ejemplo, en las últimas décadas los registros han marcado temperaturas extremas lo que ha generado el estudio por parte de especialistas del INTA (ver recuadro Cambio Climático y Producción Frutícola de la Ingeniera Agrónoma Andrea Rodríguez).

Para Sebastián Hernández, presidente de la Federación de Productores de Río Negro y Neuquén las heladas y el granizo -además de otros factores como el viento y las temperaturas extremas- provocaron en muchos casos pérdidas importantes.

“Creemos que sólo por granizo se perdieron unas 10 mil hectáreas. A eso sumale los efectos de la helada. Hay manchas por todos lados y creemos que la superficie afectada en las dos provincias podría alcanzar unas 12 mil hectáreas”, enfatizó el dirigente.

Hernández pidió que las autoridades nacionales tengan en cuenta esta situación (no sólo ocurrió en Río Negro sino también en otras provincias del país) para implementar un dólar fruta y tener en cuenta el contexto económico de pequeños y medianos productores de fruta.

“En cuanto a sanidad estamos bien, el problema ahora son los valores. Hoy no cubrimos los costos porque todo es en dólares. Hay productores que no van a ganar ni para levantar la cosecha”, se lamentó.
Y aseguró que hoy se está ofreciendo por un kilo de pera (ya comenzó la cosecha) entre 45 y 55 pesos. “Si tenemos en cuenta que el costo de producción es de 68 pesos, estamos frente a un cuadro complejo”, dijo y agregó que por ahora no hay valores alrededor de la manzana.

Floración anticipada

Adrián Colodner está a cargo del área de poscosecha del INTA y además integra el grupo de profesionales del Programa de Madurez por lo que realizan un monitoreo diario de la producción.

El ingeniero agrónomo explicó que se dio una floración anticipada a la normal. “Llevamos un registro de los últimos treinta años y en base a ese número es que podemos decirlo”, dijo.
Y detalló que si bien se trata de tres o cinco días los ciclos de los frutos se alargan.
“Esto implica que cuando cosechás estás cosechando un fruto con una edad algo más avanzada de los normal”, subrayó y agregó que en variedades de ciclo corto el ciclo de madurez es más avanzado.

Por eso destacó que es importante cosechar en el momento señalado porque algunos productores aguardan a tener tamaño o color.
“Es importante no demorar y respetar el ciclo de maduración”, dijo el especialista quien remarcó que de lo contrario la fruta puede sufrir efectos cuando ya se encuentre en el sistema de frío.

Pasó de todo

Adrián Gutiérrez es gerente de producción primaria del grupo Prima (Moño Azul y Patagonia Fruit Trade) y también destacó que en muy poco tiempo los fenómenos meteorológicos golpearon a la producción en toda la región.

“Te podés encontrar con opiniones muy heterogéneas sobre cuánto afectó lo climático. Por ejemplo fue una temporada de heladas habitual con promedios históricos pero la del 30 de octubre fue tardía y tuvo mucho que ver los sistemas de defensa que se implementaron en cada chacra”, dijo.

Y destacó que en los lugares donde hubo defensa activa se logró mantener la producción.
“También hubo granizo y algunos sectores también se vieron afectados. En nuestras chacras hubo porcentajes altos de defensa con mallas”, explicó.

Aclaró que estas estrategias les permiten estimar que van a tener una buena cosecha con buen volumen y calidad.
“Vamos a tener una cosecha completa puede haber una perdida de kilos pero estamos con una oferta superior al año pasado”, dijo.
En cuanto a la variedad de manzana Gala, que es la primera que se va a cosechar, comentó que según una evaluación realizada en la última semana se observa una buena calidad y calibre mediano.

Destacó también que hubo un efecto en las tasas de crecimiento por las temperaturas altas de diciembre y del 8 de enero, cuando el termómetro llegó a los 42 grados centígrados.
“Cuando la temperatura supera los 36 grados las plantas entran en estrés y cae el crecimiento por lo que hay una restricción de tamaño. No sucede lo mismo en las manzanas rojas”, destacó el ingeniero agrónomo.

Los recolectores ya se preparan para la cosecha de la variedad Gala. Foto César Izza

Adelantan cosecha de peras

El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) autorizó a partir del día 25 de enero el adelanto de cosecha de peras Abate-Fetel para la zona de Valle Medio (la primera fecha tentativa era el 31 de enero) y de peras Packhams Triumph para la zona de Valle Medio y Alto Valle (fecha tentativa 31 de enero para Valle Medio y 2 de febrero para Alto Valle).

El próximo muestreo -según expliaron las autoridades de ese organismo- se realizará los días 30 y 31 de enero para las variedades de pera Williams, Beurré D´Anjou, Packham’s Triumph y Abate Fetel, y de manzana Gala.
La medida fue adoptada a través de la disposición NO-2023-09462365-APN- yf ue dada a conocer ayer al mediodía por los distintos organismos.

Cambio climático y producción frutícola

Ing. Andrea Rodriguez

El calentamiento global nos pone ante escenarios productivos diferentes de aquí en adelante.
En los últimos informes internacionales del IPCC se especifica que la temperatura media del planeta se incrementó en 1,5ºC.

Las tendencias de las temperaturas máximas de aire registradas desde 1970 en la zona rural de la localidad de Allen (Clte Guerrico) también son alarmantes (Rodriguez A. & Muñoz A., 2022).
Los valores extremos anuales de temperaturas máximas absolutas se han registrado principalmente en diciembre y enero. En los últimos 10 años se observa un aumento en la frecuencia de temperaturas máximas cercanas a los 40ºC. Esta situación marca una tendencia de aumento importante para el periodo analizado.

Del mismo modo las temperaturas máximas medias del trimestre estival manifiestan un aumento paulatino y en los dos últimos veranos (2022 y 2023), se han registrado los valores más altos de la última década. Desde 1970 a 2023 se manifiesta un incremento de los periodos con temperaturas de aire por encima de 38º y 40ºC (olas de calor), valores altamente perjudiciales no solo para la calidad de los frutos sino también para el trabajo de los operarios de cosecha.

En esta temporada las temperaturas han sido cálidas desde diciembre, con una ola de calor en enero, temperaturas máximas superiores a los 37 °C y mínimas por encima de 17 °C. Estos registros corresponden a la zona rural en abrigo meteorológico. Los frutos expuestos a la radiación solar directa en estas condiciones pueden alcanzar valores térmicos máximos de hasta 10 °C mayores a la temperatura del aire.

Las altas temperaturas, superiores a 35 °C, provocan incrementos en las tasas de transpiración, deshidratación y menor conductividad estomática inhibiendo la fotosíntesis. Estas circunstancias se ven agravadas en presencia de vientos de moderados a fuertes. Estudios locales demostraron que la conductividad estomática se ve reducida significativamente en condiciones de estrés térmico en manzanos, afectando directamente el crecimiento de frutos.

El asoleado de los frutos es una de las principales pérdidas de calidad en peras y manzanas. Las altas temperaturas son la principal causante, debido a la desnaturalización de proteínas y metabólicamente al producir estrés a nivel osmótico y oxidativo.

En el Valle de Rio Negro se registra, según la temporada y las variedades evaluadas, un porcentaje de fruta con daño por asoleamiento que puede alcanzar al 50% . Otras afecciones en la calidad relacionadas a las altas temperaturas son fisiopatias como corazón acuoso y bitter pit, que ante condiciones permanentes de estrés térmico pueden manifestarse e incrementarse. Los procesos de madurez se aceleran con el incremento de las temperaturas, pero no de manera lineal.

Estudios indican una disminución de la síntesis de etileno con temperaturas por encima de los 35 °C. En tal sentido, las condiciones climáticas regionales durante las últimas semanas, de acuerdo a lo mencionado anteriormente, podrían afectar las tasas normales de madurez. Esto es motivo de estudio en la Estación Experimental Agropecuaria Alto Valle.

La variabilidad de la temperatura es importante en todo el ciclo del cultivo frutícola; determina el momento de floración, el tamaño potencial de los frutos y el desarrollo de los mismos hasta que comienzan a desencadenarse los procesos de madurez. Floraciones tempranas como las de este ciclo productivo son producto de inviernos fríos y primaveras templadas condicionando que al momento de inicio de la cosecha, los frutos tengan una edad más avanzada. Esto determina ventanas de cosecha óptima más reducidas de lo normal. Especialmente de variedades de ciclo corto como peras Williams y manzanas Gala.

De acuerdo a pronósticos a mediano plazo continuaran las altas temperaturas, con algunos periodos de noches frescas, amplitud térmica que favorece el desarrollo de color en manzanas rojas.
Más allá de lo expuesto durante la cosecha se visualizan efectos directos sobre la calidad de la fruta de las adversidades climáticas ocurridas en primavera, principalmente las heladas de finales de octubre y las granizadas a partir del mes de noviembre. De acuerdo a nuestros estudios locales las heladas primaverales tardías tienen una frecuencia baja en octubre y noviembre.
Desde 1970 a 1993, hubo registros de al menos una helada en octubre o noviembre con temperaturas inferiores a los 2ºC bajo cero, altamente perjudiciales para la producción frutícola regional. Desde entonces no se habían registrado estos eventos extremos hasta las primaveras 2021 y 2022. En cuanto a las granizadas hemos analizado un incremento significativo en toda la región.

Cabe recordar que INTA Alto Valle trabaja sobre estrategias de adaptación y mitigación para atenuar los efectos del calentamiento global y la variabilidad climática sobre la producción. Realizamos la evaluación de tecnologías duras como el uso de mallas antigranizo, momentos oportunos de raleo, sistemas de control de heladas, eficiencia de riego predial por mencionar algunos. También focalizamos nuestro esfuerzo en el soporte de decisiones a través del desarrollo de índices bioclimáticos que le permitan al productor tomar decisiones asertivas.


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