Quién es Gabriel Rubinstein, el viceministro de Economía que nombró Sergio Massa

El economista ya trabajó en la gestión pública en la década del 2000 y hace años que es muy crítico del kirchnerismo.

Más allá de que su nombre sonaba desde hace varias semanas para ocupar el cargo, la designación de Gabriel Rubinstein como viceministro de Economía, que hoy confirmó el titular de la cartera Sergio Massa, no deja de ser llamativa dadas sus opiniones sobre el gobierno.

Con un perfil activo en redes sociales, el economista tuvo varias expresiones en contra de la política económica del kirchnerismo y del gobierno de Alberto Fernández.

Por esa razón, el propio Rubinstein destacó «la amplitud del gobierno de incorporarme al equipo a pesar de comentarios agraviantes de mi parte en redes sociales que no correspondia efectuar».

El nuevo viceministro cuenta con una larga experiencia en los últimos 30 años. Se recibió de Licenciado de Economía en la UBA en 1980 y ocupó importantes cargos empresariales en los ’90.

Trabajó para la firma «Duff & Phelps», calificadora de riesgo y también en «Fitch Ratings» en Nueva York. A finales de esa década advirtió sobre el futuro económico del país y fue uno de los varios que propuso «dolarizar», algo que aclaró que no cree pertinente en el contexto actual.

Luego de la crisis del 2001, fue asesor de la Secretaria de Finanzas y formó parte del grupo negociador de los acuerdos con el FMI, y re-negociación de la Deuda Pública. Esa experiencia explica buena parte de su nombramiento.

Entre 2004 y 2005 fue director ejecutivo de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires. Ese año, el ministro Roberto Lavagna lo designó como representante del ministerio de Economía en el Banco Central.

En 2006, fundó su propia consultora, Gabriel Rubinstein & Asociados, que se especializa en proyecciones económicas y financieras y se mantiene vigente hasta la actualidad.

Respecto a los desafíos actuales para el país, señaló recientemente que «toda la energía debe estar puesta en eliminar el déficit fiscal para poder eliminar la inflación. Eliminando el déficit fiscal, en poco tiempo tenes la posibilidad de tener una inflación como tienen cualquiera de los países».

«Bajo estas condiciones, la inflación podría comenzar a estabilizarse en niveles razonables. Caso contrario, el riesgo hiperinflacionario seguirá tocando la puerta, y cada vez más fuerte«, agregó.


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