El aeropuerto de Neuquén duplicó en pasajeros a la terminal de colectivos

La ampliación de rutas áreas y la acotada diferencia de precios con el colectivo influyeron en la cuenta. Fue un año récord para la pista de la capital provincial. Para los empresarios del transporte terrestre, las regulaciones afectan el negocio. Desde la ETON partieron más de 25.000 viajes durante 2019.

En 2019 volvió a ratificarse la tendencia negativa para el transporte terrestre de personas. En la capital neuquina, una de las principales puertas de entrada a la Patagonia, los números fueron elocuentes: el aeropuerto Presidente Perón duplicó en pasajeros a la Estación Terminal de Ómnibus (ETON). Precios, comodidad, destinos y ofertas, son parte del combo que golpeó con fuerza al mercado de los colectivos.

En total, unas 532.155 pasaron por la ETON, en más de 25.000 servicios durante el año pasado, según los datos recogidos por la Administración de la empresa Parada Liniers S.A., que está a cargo de la concesión. Pese a que puede resultar un número abundante, para noviembre del mismo año el Aeropuerto Juan Domingo Perón ya contabilizaba casi el doble, unos 1.004.000 viajeros. Dos meses después la pista neuquina superó los 1.200.000 de pasajeros para cerrar un año récord.

Según el vocero de la Cámara Empresarial de Larga Distancia (Celadi), Gustavo Gaona, el principal problema que afecta al sector “es la mala regulación”. Enfatizó que si bien son empresas privadas, brindan un servicio público: “Eso significa que estamos 100% regulados por el Estado. Nos dicen a dónde vamos, nos da los permisos, nos dice con qué frecuencia y a cuánto tenemos que cobrar el boleto”, remarcó y agregó que “en ese escenario”, hay un gran problema de costos, que crecieron “exponencialmente”.

El directivo de Vía Bariloche y presidente de la Cámara Argentina de Transporte Automotor de Pasajeros (Catap), Néstor Carral coincidió con Gaona, respecto al deterioro del sector: “Pasa que los costos de la actividad son muy altos comparado con años anteriores”. Señaló que el promedio de antigüedad de los ómnibus subió, que las empresas no han podido renovar su flota y que “el costo del personal superó el 50% del ingreso de las empresas”.

En 2019 desde la ETON partieron más de 500 mil pasajeros. Foto: Juan Thomes.

Dentro de ese contexto se sumó la presión de las líneas aéreas de bajo costo. Según Carral, “los pasajeros de larga distancias ya optaron por viajar en avión con las Low Cost”, por lo que “se perdieron unos 10 millones de pasajeros que utilizaban nuestros servicios, desde el 2014 al 2018”.

En la capital neuquina se suman otros factores con dinámica local. El crecimiento de los desarrollos petroleros vinculados a Vaca Muerta amplificaron los visitantes que llegan en avión. La multiplicación de destinos y la llegada de nuevas compañías aéreas también fueron parte del combo.

El aumento del tráfico obligó a la concesionaria a acelerar obras en las instalaciones del Presidente Perón que, por las demoras, ya resultan insuficientes.

Colectivo interurbano Con eje en Vaca Muerta

Mientras que la actividad en el servicio de transporte terrestre de larga distancia se ha visto disminuida, el servicio de distancias medias y el interurbano logró repuntar en el último año.

Luis De Bría, director Provincial de Transporte, señaló que los micros de corta distancia aumentaron su caudal de pasajeros, teniendo como principal eje la actividad petrolera de Vaca Muerta.

Indicó que “la zona Neuquén- Rincón de los Sauces- Vaca Muerta, al igual que Cutral Co- Añelo – Rincón, son dos líneas que han trabajado con mayor cantidad de pasajeros”.

Añadió que el histórico corredor Neuquén- Zapala muestra una tendencia hacia la baja de pasajeros.

Los viajes interurbanos mejoraron por la conetividad en las ciudades petroleras. Foto: Juan Thomes.

Un negocio que entró en picada desde 2011 y no se recupera

“Así como llegamos a trasladar más de 60 millones de pasajeros al año en la mejor época, desde 2011 en adelante, la actividad comenzó a achicarse”, remarcó Gustavo Gaona, vocero de la Cámara Empresarial de Larga Distancia (Celadi).

Indicó que desde entonces, todos los años el transporte terrestre de larga distancia perdió usuarios: en 2011 se contabilizaron unos 21.633 millones de pasajeros, contra 14.568 millones de viajeros en el 2019.

Desde la Celadi apuntan a las regulaciones. “Si yo subo la tarifa y tengo que competir con un pasaje de avión hipersubsidiado o con un auto que compra combustible con un precio congelado, me quedo fuera del mercado”, remarcó.


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