El DPA cumple 50 años de trayectoria

JUAN KUGLER (*)

El Departamento Provincial de Aguas de la provincia de Río Negro fue creado por ley 285 en diciembre de 1961 y es hoy uno de los organismos de gestión del agua más antiguos del país, ha llevado adelante el concepto de gestión integrada de los recursos hídricos a un alto nivel de concreción, trabajando sobre las distintas facetas involucradas en la temática, tanto desde la infraestructura como desde los aspectos legales, sociales y culturales. La ley 285, modificada y actualizada a modo de Código de Aguas por ley Q 2952 en 1996, brinda una legislación abarcativa en materia de recursos hídricos que es ejemplo para los distintos organismos provinciales del sector. El conjunto de las provincias convocadas por la Subsecretaría de Recursos Hídricos de la Nación conformó en el 2003 el Consejo Hídrico Federal y dieron forma, después de intensas jornadas de discusión, a los principios rectores de política hídrica que abarcan los distintos aspectos en la materia y que constituyen la base para “… darle al agua una política de Estado”. Estos principios rectores, que pretenden cumplimentar las distintas provincias, ya están siendo llevados a cabo en su gran mayoría por Río Negro, con su legislación de aguas y su organismo ejecutor, el DPA. La centralización de las acciones del sector hídrico en una única conducción favorece la gestión integrada de las aguas, dice unos de esos principios, y es esta autoridad única la que ha permitido avanzar a nuestra provincia a paso firme en el aprovechamiento de sus aguas. A partir de la creación del DPA, en 1962, se empezó a proveer de agua a pequeñas poblaciones no alcanzadas por Obras Sanitarias de la Nación (OSN); se construyeron sistemas de riego en valles no cubiertos por Agua y Energía Eléctrica (AyEE); en 1970, se inició la construcción del canal Ing. J. C. Suárez (Pomona-SAO) para dar solución a años de postergación de los habitantes de esa zona del este rionegrino y hoy San Antonio Oeste, el Puerto, Las Grutas, la Planta de Alpat y en un tiempo más, Sierra Grande, reciben agua desde el río Negro a través de largos kilómetros de canales y acueductos en un esfuerzo absolutamente provincial; en 1980 el gobierno nacional transfirió los sistemas de agua y cloacas que prestaba OSN y desde entonces la totalidad de los servicios sanitarios fueron brindados por la propia provincia; en 1992 la Nación transfirió los sistemas de riego operados por AyEE y a partir de allí es la provincia, a través del DPA y los productores en consorcio, los que se encargan de estos sistemas; en el 2005 las centrales hidráulicas ubicadas en los sistemas de riego del Alto y Medio Valle pasan a ser operadas por el DPA, que inicia también la largamente demorada construcción de Salto Andersen. Todas éstas son referencias sobre parte de lo logrado en 50 años de políticas de afirmación de la propiedad de los recursos hídricos y del trabajo conjunto con otras provincias, con las que compartimos algunos de ellos y a las que nos hemos asociado en Autoridades de Cuenca. Queda aún mucho por hacer, pero la trayectoria forjada en este primer medio siglo por todos aquellos que en ese tiempo contribuyeron a que el agua en Río Negro fuera indisociable de su propia existencia, de su desarrollo y del quehacer cotidiano de cada uno de sus habitantes, seguramente, será el motor que garantizará el compromiso de los actuales actores con la historia del Departamento Provincial de Aguas. Ex superintendente general del DPA (1983-1991)


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