«El gobierno no se está ocupando de controlar la venta de la tierra»
El periodista y escritor Gonzalo Sánchez habla de su libro "La Patagonia vendida", una investigación rigurosa y fascinante que abre el debate sobre los nuevos dueños
BUENOS AIRES (ABA).-Ni malignos multimillonarios, complotados con la CIA para adueñarse lentamente del paraíso, ni simpáticos filántropos que vienen aquí a repartir alegremente su fortuna y su bondad. Lo que descubrió el periodista y escritor Gonzalo Sánchez trabajando para su libro «La Patagonia Vendida» (Ed. Marea), es que detrás de los nuevos grandes terratenientes de la Argentina, en su mayoría multimillonarios que rellenan la lista de Forbes de los más ricos del mundo Joseph Lewis, Ted Turner, Los Benetton, Douglas Tompkins- se escondía una fascinante historia repleta de grises, de verdades contadas a medias, de falsedades repetidas por los grandes medios. Definitivamente había algo para contar detrás un fenómeno que de a poco ve la luz y el debate: empresarios con fortunas siderales compran cada vez más enormes extensiones de tierra en la Argentina.
El resultado de la investigación de Sánchez es un libro fascinante que escapa a la investigación dura. Es una crónica de viaje de un apasionado por la región que recorre la zona en busca de respuestas. Se entrevista con los protagonistas se sube al helicóptero de Lewis en Río Negro, toma pisco sour con Tompkins en los esteros del Iberá, mate con los mapuches, se acurruca en un fogón junto a militares chilenos apostados en la Cordillera- y al final del relato lo que queda es un coro de posiciones antagónicas, descripciones sobre paisajes insondables y bellísimos, un fresco sobre la Patagonia del siglo XXI que responde a algunos interrogantes, dispara otros y abre el camino al debate sobre qué hacer con nuestra tierra.
-¿La Patagonia no estuvo siempre habitada por grandes terratenientes extranjeros?
-Sí. Este proceso de extranjerización, como lo llaman los medios, no es nuevo. Esto lo conoce bien el habitante de la Patagonia, y no es tan conocido por los porteños. Justamente lo que quise hacer es un fresco de la región sin omitir el grado de importancia de los extranjeros en su historia.
-¿Y qué descubrió?
-Que la Patagonia, más que comprada por extranjeros, fue vendida por argentinos.
-¿Es negativo para la región que poderosos empresarios extranjeros compren tierras aquí?
-No tiene nada de malo. En todo caso, el problema pasa por la falta de control del Estado. Por un lado existe la venta de tierra privada, como en el caso de los Benetton, que compró sus estancias a tres familiares tradicionales argentinas. Pero existen muchos otros casos, como en Cholila, en los alrededores de Bariloche, donde se convierte a la tierra fiscal en bien de cambio. Y eso es lo delicado: no hay control ahí.
-¿Por qué no hay control?
-Por desidia, por ignorancia estatal. Por otro lado, el mercado es más poderoso y el dinero mueve los intereses de cada región. Los gobernadores, intendentes, concejales, conocen la situación y dejan hacer.
-Para usted, entonces, los mayores responsables de que cada vez más extranjeros se adueñen de tierras aquí no son ellos, sino los argentinos.
-Por supuesto. Casi todos los protagonistas de mi libro, incluso Joseph Lewis, cuando lo vi en su campo de El Bolsón, fueron consecuentes:
«Yo compré lo que me dejaron contar», dicen. Por ejemplo, la gente se asombra porque yo cuento que Ted Turner tiene campos en Villa Traful dentro de un parque nacional. ¡Cómo compró terrenos en una parque nacional!, me dicen. Y la verdad es que la ley se lo permite.
-¿Para usted es correcto que Joseph Lewis haya comprado el Lago Escondido?
-Es que no compró el lago, sino la totalidad de la tierra que lo bordean. No es lo mismo. Yo en el lago me puedo bañar.
-Mucha gente dice que Lewis prohíbe el acceso al lugar.
-Algunos dicen que no y otros que sí. Pero es real que dejan pasar a la gente que quiera ver el lago.
-¿Está seguro?
-Sí. Pero también exige un control: piden licencia de conducir, cédula verde, hay que pasar por la tranquera donde está el puestero… Y todo el mundo debería tener el derecho de pasar sin que lo controlen. También es cierto que Lewis le ofreció al Estado el espacio para hacer un camino al lago, y nadie lo hizo.
-¿El gobierno se está ocupando de controlar la venta de la tierra nacional?
No. Y eso que buena parte de este gobierno conoce la situación porque viene de la Patagonia.
¿Y no ve al Estado con ánimo de cambiar la situación?
-No. La Patagonia, hoy, está gobernada por el mercado.
NICOLAS WIÑAZKI
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