El heavy metal argentino resiste a la crisis

Los tiempos son duros, pero las bandas mantienen un público adicto y editan sus CDs.

Buenos Aires (Infosic).- A pesar de la crisis que afecta por estos días a la industria discográfica argentina, el heavy metal nacional no cesa de convocar público y es uno de los géneros musicales que más discos edita.

«A.N.I.M.A.L. 6» de A.N.I.M.A.L., «Piedra Libre» de Almafuerte, «Neo Adicción» de Simbiosis, «Tasmo Fruta-Original» de Il Phantasmo, «Larry Zabala» de Larry Zabala y «Yerba Mala nunca muere» de O»Connor, son sólo algunos de los títulos de reciente presencia en el mercado, editados tanto bajo la tutela de sellos multinacionales como en forma independiente.

«La realidad del género metalero es que, en su gran totalidad, las letras están volcadas a expresar las vivencias del pibe que está en la calle, de los más humildes. Por eso la gente se identifica y escucha heavy metal, porque se le dicen las cosas tal como las ven ellos», explicó Pato Strunz.

El ex Hermética y Malón y actual Simbiosis señaló, además, que los seguidores del metal representan «el público más fiel» porque es uno de los pocos públicos que escapa a las modas.

En la misma línea, el ex Nepal Larry Zabala opinó que «el heavy metal es un estilo que siempre le dio mucha importancia al mensaje y a las letras y tiene un público que se fija en eso».

«No es el mejor momento para sacar un disco ni para desarrollar ningún tipo de actividad artística ni de promoción de lo que sea. Pero estamos acá, en la Argentina, y hay que salir a poner el pecho», reconoció el líder de A.N.I.M.A.L., Andrés Giménez, para reflejar el difícil momento que atraviesa el mercado discográfico.

Giménez se considera un «privilegiado» por haber editado su sexta placa.

«Soy un privilegiado, no sólo desde el momento en que puedo grabar un disco sino, más aún, por poder hacer lo que hago y poder vivir de lo que hago. Es más que privilegio en un país como Argentina, en el que vivir de lo que uno quiere es mucho pedir», explicó.

Claro que desde la independencia, hacer música se complica aún más. Los integrantes de Il Phantasmo, a su vez técnicos y plomos de Los Fabulosos Cadillacs y Memphis La Blusera, reconocen que tienen que hacer «un gran esfuerzo» para lograr este objetivo.

«Si bien tenemos la oportunidad de que mucha gente nos escuche gracias a que trabajamos con los Cadillacs y Memphis, tenemos que esforzarnos mucho para juntar plata como para poder pagar la sala y los discos, y también para lograr que nuestra música se difunda», afirmó Bochoquemado.

Para este artista, miembro de la agrupación que incluyó en «Tasmo Original-Fruta» composiciones enmarcadas en el ñu-metal, tal como se denomina al metal que incorpora elementos del hip-hop y la música electrónica, «la satisfacción es mayor cuando hacer música implica tanto esfuerzo».

Más allá de las dificultades que puedan tener los propios músicos para editar sus discos, sobre todo quienes se manejan en forma independiente, el metal vernáculo cuenta con un espacio más que trascendente.

Y Strunz, uno de sus hacedores más legendarios, advirtió que el futuro no será muy diferente. «Van a pasar los años y el metal va a seguir siendo lo mismo, va a seguir convocando gente y vendiendo discos. Porque el público del metal es un público noble, que no abandonaría este estilo ni por la más atractiva de las modas».

Gente de pocos amigos

Si, históricamente, el heavy metal argentino se caracteriza por tener un discurso a favor de la justicia social y la unidad de los marginados por el sistema, al mismo tiempo, se contradice a sí mismo al no poder superar conflictos internos que rozan la ridiculez.

Con una interna que puede ser comparada con «la guerra de las vedettes», por el ansia de estrellato que caracteriza a sus protagonistas, y con una «riña de gallos», por la ceguera que los aqueja, los metaleros nacionales y populares son de pocos amigos.

«Yo siento vergüenza ajena, porque conozco personajes que tienen un libreto y hacen otra cosa», señaló el ex Malón y Hermética y actual Simbiosis Pato Strunz, además de asegurar que se lleva bien «con todos». Sin embargo, el líder de la banda de la que formaba parte Titi Lapolla antes de tocar en A.N.I.M.A.L. aseguró que «no compartiría un show» con la agrupación que comanda Andrés Giménez, respecto del cual dijo: «Nunca tuve trato ni quiero tenerlo».

Giménez, a su vez, además de estar alejado de Strunz y del ex A.N.I.M.A.L. y actual Carajo Corbata Corvalán, protagoniza junto con el líder de Almafuerte Ricardo Iorio el combate estelar.

«Hay gente que siente que le están tocando el culo», dijo Lucky de Il Phantasmo, para expresar la controversia entre clásicos y modernos, además de aclarar que habla en representación de una banda que se mantiene al margen de un conflicto que caratuló como «bochornoso».

«Existe una división entre los clásicos y los modernosos, que tienen influencias de bandas foráneas hoy denominadas ñu-metal», dijo el autodefinido «tradicionalista» Larry Zavala, además de aclarar que «hay bandas de verdad, como Almafuerte, y otras que están detrás de la moda, como A.N.I.M.A.L.».

A pesar de los comentarios en su contra, Giménez aseguró que «está «dispuesto a arreglar esta historia porque Almafuerte y A.N.I.M.A.L. son las dos bandas más importantes del metal argentino. A mi me duele muchísimo todo esto y me encantaría poder salir de gira con A.N.I.M.A.L. y Almafuerte todos juntos y poder dar por el mismo precio de una entrada dos shows increíbles. Así haríamos buenas cosas para que el metal argentino siga firme», puntualizó Andrés Giménez. (Infosic)


Buenos Aires (Infosic).- A pesar de la crisis que afecta por estos días a la industria discográfica argentina, el heavy metal nacional no cesa de convocar público y es uno de los géneros musicales que más discos edita.

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