El juez Lozada escucha los argumentos de la esposa del militar asesinado

María del Rosario Monzón permanece detenida, al igual que Maximiliano Calvo, el otro presunto sospechoso

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- La noticia de la detención de la viuda del militar que fuera asesinado el último 14 de julio en dudosas circunstancias corrió como reguero de pólvora por el barrio donde vivía y los ambientes que frecuentaba la víctima.

Hoy será un día clave para la mujer, María del Rosario Monzón, que permanece detenida en la alcaidía aguardando que el juez Martín Lozada le reciba declaración indagatoria.

Todavía se ignora si el magistrado cuenta sólo con el testimonio del otro sospechoso, Maximiliano Calvo, o posee elementos de prueba independientes para imputar a la mujer como presunta autora o instigadora del crimen. En principio, se presume que durante la ampliación de su declaración indagatoria, que el viernes se extendió al menos por 3 horas Calvo relató las circunstancias de tiempo, modo y lugar del homicidio, señalando, como lo habría hecho antes en forma espontánea ante la policía, que sólo había sido autor del primer disparo contra Miguel Angel Salguero. Este reconocimiento, que probablemente no disminuya su responsabilidad, podría significar que los restantes disparos los efectuó la mujer detenida u otra persona todavía no identificada.

Está probado que Calvo no sólo era el novio de Celeste Salguero, sino que convivió con ella en la vivienda de la familia hasta que el militar decidió pasar a retiro. Antes, también debía retirarse de la vivienda durante los fines de semana que la víctima pasaba en la ciudad, para que no quedara en evidencia la relación de la pareja.

Y aunque no se sabe si la presencia cotidiana de Salguero habría sido determinante en la ruptura de las relaciones entre Celeste y Maximiliano, la situación habría sido aprovechada por Monzón para incitar al joven. Este, para aliviar la carga de las pruebas que lo condenan, así lo habría señalado al magistrado.

Lozada tiene por cierto que Calvo, Celeste Salguero y María del Rosario Monzón estuvieron reunidos durante la mañana y la tarde del 14 de julio, hasta las 17.40, y que a las 19.30 se produjo la emboscada para matar al ex militar. Realizó esta afirmación cuando procesó a Calvo, y ahora cobra nueva vigencia el dato, porque es probable que en ese encuentro se ultimaran los detalles para acabar con la vida de Salguero.

Los peritos del Centro Atómico están analizando el guante de cuero que Monzón perdió en el lugar de la agresión, y la justicia aguarda las planillas sobre las llamadas telefónicas efectuadas desde y hacia el domicilio de Salguero. Para el futuro de la mujer, que ya estuvo involucrada en otros delitos, las próximas horas serán decisivas.


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