El Obispado, empapelado de canditatos

NEUQUEN- Las pegatinas de los partidos políticos también enchastraron la casa de Dios. Ayer por la mañana los alrededores de la Catedral de esta ciudad, donde funciona el Obispado de la Diócesis de Neuquén, amanecieron embadurnados con propagandas de los candidatos para las próximas elecciones provinciales y nacionales.

Monseñor Agustín Radrizzani, en diálogo con este medio aseguró «no estar enojado» con los que realizaron esta pegatina, sino que «sentía pena por ellos», en clara referencia a los candidatos a ocupar altos cargos a nivel nacional, provincial y municipal. En esta oportunidad las caras que se apropiaron de los paredones del obispado fueron las de Jorge Sobisch y Luis «Toti» Manganaro, candidato a gobernador e intendente de Neuquén por el Movimiento Popular Neuquino, y de Jorge Reyna, postulante a presidente de la Nación por el Frente de la Resistencia.

«Me da mucha pena lo que sucedió, porque el Obispado es un monumento histórico de la ciudad y de la provincia», se lamentó Radrizzani. Y se sumó a quienes creen que con estas campañas de pegatinas los partidos políticos no ganan adherentes, sino que por el contrario, provocan descontento en los vecinos.

«Todos estos pegotes no son una promoción para los candidatos» sino «un desprestigio para ellos, que muestran claramente una falta de seriedad total», explicó Radrizzani.

La gran cantidad de carteles que se han desplegado en todos los sectores de la ciudad, producto de las campañas políticas, «muestra claramente que todo vale en la lucha por el poder», señaló el obispo.

Sobre los carteles y manchones de engrudos que amanecieron sobre las paredes del Obispado, Radrizzani dijo que «da a entender que no hay un nivel de conducción» en los partidos políticos. Y apuntó directamente a los candidatos: «tienen una total falta de formación cívica. Se ve que falta una directiva de cómo y dónde hacer las pegatinas, no hay ningún tipo de criterio. Les dan los carteles, un poco de engrudo y le dicen: andá a pegarlos. donde puedas y donde más se vea»

Dijo que en sus recorridas por la ciudad los vecinos de Neuquén le han hecho saber sus quejas sobre el descontrol que existe en torno de esta manera de llevar a cabo la promoción de los candidatos.

«Estos mismos candidatos son los que prometen una ciudad limpia, los que dicen que van a limpiar los basurales y pareciera que no se dan cuenta que ellos mismos la están ensuciando», señaló el obispo.

Esta no es la primera vez que el obispado «presta» sus paredes para que las caras de los candidatos se exhiban ante peatones y automovilistas. En elecciones anteriores también las usaron y fue denunciado.

Hace unos días ya habían pegado carteles en todos los vidrios del edificio de la estratégica esquina de avenida Argentina y Juan B. Justo. «Todas la mañanas me levanto y veo un nuevo candidato sonriendo. Y lo peor es que pegan carteles sobres carteles, incluso hasta en los vidrios. Ya en una oportunidad la señora que trabaja acá tuvo que limpiar los ventanales porque no se veía para afuera», informó Radrizzani.

Se lamentó que los carteles hayan malogrado la reciente pintura del edificio. «Hasta ahora no lo he denunciado, ni se me ocurrió ir a la municipalidad a decirles que lo limpien», comentó con inocultable malestar.

Cuando se le pidió una opinión sobre los candidatos a ocupar los altos cargos de esta ciudad y de la provincia, se limitó a decir que tenía relación con todos ellos. Pero terminó la entrevista con una frase tajante: «no vale la pena dedicarles más tiempo del que se merecen».