El partido del eufemismo

El gobierno neuquino obtuvo oxígeno en el mercado para pagar sueldos y espera juntar fondos para el aguinaldo. Oposición y oficialismo juegan con palabras que sustituyen la franqueza de la eficiencia que se reclama al Estado.

Neuquén

La obtención de dinero en el mercado de capitales para pagar sueldos puso al descubierto la decisión del gobierno de hacer sustentable la estructura del Estado, que supo construir y fortalecer, con los conceptos de la subsidiariedad, atender el bien común cuando éste no recibe atención de los particulares, y el intervencionismo público de la economía para corregir las vacantes de la oferta y la demanda. Se parte de la base de que, por decisión política, no se va a hacer el tan temido “ajuste del Estado” que despierta fantasmas que el mismo MPN cultivó y que no puede exorcizar, por lo que el gobierno puso sobre la mesa las opciones para obtener mayores recursos. La coparticipación federal y las regalías no dependen de la Provincia y las dos reformas fiscales que ya realizó Jorge Sapag impiden una nueva ampliación de la presión a los contribuyentes. Son tres variables que no puede manejar y las alternativas son vender algún activo estatal o pedir dinero prestado -con una tasa de interés que orilló el 30%- para devolverlo cuando mejore el clima político y económico. Se optó por la segunda posibilidad a la luz de la necesidad de obtener fondos frescos para hacer frente al pago de sueldos, unos 600 millones de pesos que deberá devolver dentro de dos años cuando esté en el cenit el mandato del actual ministro de Economía, Omar Gutiérrez. El aguinaldo se postergó para la segunda quincena a fin de que se pueda hacer caja con ingresos derivados del mayor consumo del sector privado vía Ingresos Brutos. -¿Por qué nadie salió a defender la ley de bonos? -preguntó este diario a un alto funcionario de la provincia. -Para qué, si nadie salió a atacarla en serio -fue la respuesta. La sanción de la ley de bonos estuvo envuelta en una incómoda situación que se le atribuye a la vicegobernadora Ana Pechen y la relación que pudo o supo tejer con el gremio de los legislativos. Como buen político, Sapag aprovechó que la mirada se dirigió hacia la inobservancia de las formas que hizo el gremio y no hacia el fondo de la ley de bonos. Algunos opositores no mutaron la comodidad que implica la lejanía de las decisiones y faltaron a la sesión: la disfrazaron de solidaridad con el sindicato. Al gobernador le molesta la crítica sin anestesia del intendente de Cutral Co Ramón Rioseco, quien impúdicamente habla de provincia fundida, y advierte que lo dijo con la herida de haber perdido la carrera por la gobernación a manos del ministro de Economía. “Él tiene una caja de ahorro permanente que son las regalías de El Mangrullo y no aumentó la cantidad de empleo porque tiene un ejército de monotributistas”, se defendió el funcionario consultado. De fondo está la reducción o ampliación del Estado, que se evita discutir porque siempre hay algún gasto que se puede contextualizar. Cuando se plantea el tema, la respuesta se asemeja a poner alcohol en una herida reciente y los funcionarios hacen referencia a los nexos del Mari Menuco que el anterior gobierno no previó o a la obra de gas de una población pequeña en medio de la hostil Cordillera del Viento, entre otras. Resulta insostenible una réplica a esa realidad, pero cuando se miran los números y resulta que administrar la educación sale casi tan caro como mantener sueldos e infraestructura de todas las escuelas primarias la lectura puede ser diferente: 358 millones de pesos contra 490 millones. La referencia oficial al tema de los activos tiene que ver con la tenencia en manos de Gas y Petróleo de Neuquén de áreas con potencial petrolero o gasífero. ¿Por qué no se echó mano a ellas antes de la deuda? “Se evaluó que era mejor esperar a que un nuevo gobierno fije pautas más claras de la inversión para poder obtener un mayor beneficio”, se indicó. Es cuestión de creer, porque Sapag se caracteriza por conocer el ADN de los hidrocarburos mejor que nadie, lo que le valió una invitación a formar parte de un hipotético gobierno nacional. Oficialismo y oposición juegan a adaptar la construcción de un relato aunque, en el fondo, saben que es eso: un relato. Al primero le gustan los eufemismos como contención del gasto y a los de la vereda de enfrente -en realidad la misma pero distante a par de baldosas- acentuar los detalles incómodos. De acuerdo con la lupa de un economista que con habitualidad explora las finanzas provinciales, la idea de reestructurar deuda ya emitida en dólares es más atractiva en la medida en que se consigan tasas de interés más convenientes en relación con los 350 millones de dólares que emitirá Neuquén. Agregó que el perfil de vencimientos en dólares “es algo elevado para los próximos tres años”. Este año los intereses en dólares a pagar por Neuquén suman 76 millones y en el 2016 treparán a 132 millones. El canje por deuda nueva podría suavizar estos pagos, sobre todo en una coyuntura en la que el otorgamiento de dólares para pagar deuda por parte del Banco Central no está del todo garantizado por la escasez de divisas. La visión del economista también coincide con la que le brindaron a Sapag quienes lo asesoraron para salir al mercado externo para encontrar una tasa más económica. “Aún no está resuelto si se sale afuera o se hace un crédito sindicado”, se indicó en términos oficiales. Después del aguinaldo se tendrán certezas. La ley de bonos establece taxativamente que no son para gastos corrientes. Servirán para pagar deuda y la plata que se usaba para ese fin se podrá destinar a atenderlos. Otra vez, la utilización de palabras decorosas que evitan hablar del tabú “ajuste”. Tal vez sea momento de hablar de eficiencia.

Mario Rojas | mariorojas@rionegro.com.ar


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