El restaurante del hermano de la princesa Máxima

VILLA LA ANGOSTURA (especial).- La apertura de un nuevo restaurante en la Patagonia tal vez podría haber pasado desapercibido de no haber sido anunciado tiempo atrás por la actual princesa de Holanda, la argentina Máxima Zorreguieta, casada desde hace unos meses con Guillermo Alejandro. En su último viaje a Buenos Aires Máxima dijo que venía «a ver una amiga y el nuevo restaurante de mi hermano Martín, en la Patagonia».

No obstante, las obras en el restaurante se atrasaron y Máxima tuvo que regresar sin visitar esta localidad. Tampoco pudo asistir el padre de ambos, Jorge Zorreguieta (73 años) ya que se accidentó esquiando en el cerro Bayo el fin de semana anterior a la inauguración.

Pese a ello el restaurante «Tinto bistró» abrió sus puertas y promete ser uno de los lugares obligados para asistir a una buena mesa. Ubicado frente al Automóvil Club Argentino, al final de la avenida Arrayanes, luce un agradable diseño y cuenta con unos 40 cubiertos.

Los flamantes empresarios gastronómicos, Martín Zorreguieta y Leandro Andrés, no ocultan su optimismo hacia su nuevo porvenir. Martín es habitué del sur desde hace muchos años, donde vacacionaba habitualmente en familia. «Con el correr de los años me enamoré de la Patagonia», reconoció ante «Río Negro». Su hermana, Máxima, no le va en zaga y no dudó en traer a su novio Guillermo de Holanda, a fines de 1999, cuando visitaron la estancia Leleque (Chubut). Allí reafirmaron su amor y el beso captado bajo las estrellas sureñas por el fotógrafo Francisco Bedeschi recorrió las principales revistas de actualidad del mundo.

Martín, el segundo hermano de Máxima (tiene otros dos menores) decidió radicarse aquí a fines de febrero para abrir junto a su amigo Leandro «Tinto bistró», en «homenaje a la mejor bebida argentina». Ambos tienen 29 años, son amigos (fueron compañeros en el colegio San Andrés), también son cuñados (Martín está casado con Mariana, hermana de Leo) y ahora socios.

Andrés reside en la villa hace 2 años, durante los cuales trabajó en el restaurante de la hostería Naranjo en Flor. Aprendió gastronomía en Buenos Aires y luego se perfeccionó por diferentes restaurantes del mundo. En especial recuerda su paso por Grecia y Asia, donde incursionó en diferentes estilos de cocina.

Aseguran que les gusta cocinar lo que les gusta comer; y por consiguiente, además de ofrecer algunos platos de la tradicional «cocina patagónica» preparan sabores de la cocina internacional. No obstante, lo que llamará sin dudas la atención de todo comensal es la completa carta de vinos, una de las mejores que se puede encontrar en la cordillera. Alli se pueden encontrar varios «gran cru» y también los vinos de la bodega mendocina Salentein, los cuales se sirvieron en la boda de Máxima y Guillermo.

«Tinto…» abrirá al mediodía con un menú fijo y por las noches se podrá probar desde «quesadilla azteca», «oriental rice» o «sorrentinos di salmone» hasta el «lomo tinto (medallones en salsa dulce de vino tinto con graten de papas), «ciervo fusión (guisado en chutney de tamarindo con arroz aromático) y truchas a la plancha. También trabajará como bar y los jueves, viernes y sábados habrá happy hour de cerveza y tragos ente la 0.30 y l.30.