El Tronador se cobró seis vidas en la peor tragedia andina

Otros dos jóvenes resultaron heridos ayer en la caída. Se cree que iban todos unidos por una sola cordada. Realizaban un curso básico de montaña.

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Seis miembros del Ejército Argentino perdieron la vida ayer al rodar por una pendiente helada cuando escalaban el pico argentino del cerro Tronador. Otros dos jóvenes suboficiales también fueron arrastrados en la caída y resultaron gravemente heridos.

Se trata del accidente más grave de la historia del andinismo argentino, aunque sólo en el Tronador ya encontraron la muerte una veintena escaladores. Diez de ellos en la última década .

El episodio causó una fuerte conmoción en la escuela militar de montaña «Teniente General Juan Domingo Perón», con asiento en esta ciudad, y también entre el resto de los montañistas locales. De los fallecidos sólo uno era de la escuela local. El resto había llegado para el curso desde Neuquén, Junín de los Andes, Mendoza y Córdoba.

Los accidentados realizaban junto a otros 50 militares un curso básico de montaña. Pasaron la noche en el refugio Otto Meiling (a 1.975 metros de altura) y en la madrugada de ayer iniciaron con muy buen tiempo el ascenso del Tronador, que se encuentra a 3.250 metros sobre el nivel del mar.

Además de los cursantes, integraban el grupo una docena de instructores, un sacerdote y ocho seminaristas.

Los militares muertos fueron el cabo primero Luis María Gómez (del batallón de Ingenieros de Montaña 8, de Mendoza), el teniente primero Juan Manuel Soria (de la EMM de Bariloche), el subteniente Gonzalo Sánchez y el sargento Nelson Garrido (ambos de Junín de los Andes), el teniente Fabián Ardito (de la compañía de comandos 602 de Córdoba) y el subteniente Cristian Espinosa, con asiento en el grupo de artillería de montaña 6, de Neuquén.

Los heridos, en tanto, son el cabo Germán Tilli, del batallón de ingenieros 8 de Mendoza y el cabo primero Roque Rubira, proveniente del regimiento de infantería de montaña 11, de Tupungato. Ambos están internados en terapia intensiva en el Hospital Privado Regional, adonde llegaron pasado el mediodía tras ser evacuados en helicóptero. Rubira era quien presentaba las lesiones más graves y debido al cuadro neurológico requería asistencia respiratoria mecánica. Tilli sufrió traumatismos múltiples, pero se encontraba conciente.

Si bien el Ejército no brindó información sobre la forma en que se produjo el accidente, al parecer, los ocho accidentados iban unidos en una sola cordada y al perder pie uno de ellos arrastró al resto, que cayeron por la ladera sur del cerro hacia «la depresión», ubicada entre pico este y el internacional. La fatal rodada tuvo lugar alrededor de las 10 y nada tuvieron que ver los factores climáticos, ya que en ese momento había muy buen tiempo.

Los primeros auxilios fueron brindados por el resto de los militares, quienes dieron inmediato aviso radial. El resto de los militares que participaban del curso estarán hoy en la EMM donde habrá un homenaje póstumo a los muertos en el Tronador.

La soga que sirve para dar seguro es la misma que une a la muerte

«La cuerda une a dos escaladores y sirve para dar seguro», reza uno de los principios básicos del montañismo. Paradójicamente los accidentes más importantes en la cordillera de los Andes ocurrieron cuando se desbarrancó una cordada completa. La soga, que debería salvar al caído fue así el vínculo para la muerte.

Según trascendidos, los 8 militares accidentados ayer habrían estado encordados en una o dos sogas de escalada, las cuales en promedio miden 40 metros cada una. En momentos en que el grupo (la cordada) ascendía hacia la cumbre del pico Argentino uno de sus miembros habría caído y arrastró a los demás.

Otra hipótesis es que pudo haber un deslizamiento de la nieve por la cual ascendían los militares y ello podría haber ocasionado la caída de uno o más integrantes que arrastraron al resto. En ambos casos habría fallado el sistema de seguridad y la rodada fue trágica.

Un accidente similar ocurrió el 13 de octubre de 1990 en el volcán Lanín, en su cara norte, cuando 8 personas se desbarrancaron unidas por una cuerda. Los improvisados montañistas subían por la denominada «Espina del Pescado» hacia el refugio Militar y estaban todos atados a una soga de sólo 40 metros. En inmediaciones del refugio, quien encabezaba la cordada resbaló y arrastró a todos los demás. Fue la mayor tragedia ocurrida en el volcán Lanín.

En enero de 1999 otra tragedia tuvo lugar en el Aconcagua, cuando cuatro andinistas argentinos ascendían por el glaciar de Los Polacos hacia la cima y uno de sus miembros perdió pie, arrastrando a los otros tres. Cayeron 900 metros y fallecieron en el acto.

El monte Tronador había tenido su mayor accidente en abril de 1994 cuando una avalancha arrastró a 10 eximios montañeses en el Filo de la Vieja. En el accidente perecieron sepultados por los hielos eternos Teo Plaza, Exequiel Moix y Omar Moscoso. Otros escaladores sufrieron heridas de consideración.

En el Club Andino Bariloche aseguraron ayer que un accidente similar ocurrió en febrero de 1965. Alejandro Graziosi y Luciano Pera sufrieron una caída cuando se encontraban en Pico Argentino, cayeron por toda la pared Sur pero con tanta suerte que sólo uno de ellos se fracturó una pierna.

Con el presente accidente el monte Tronador suma 20 muertos y se convirtió en la segunda montaña más trágica de la Argentina, detrás del Aconcagua con 101 víctimas fatales. (AB)

«Estuvimos festejando juntos y ahora estamos destrozados»

El miércoles a la noche, el refugio Otto Meiling vivió en la cálida casilla de madera ubicada en el umbral de los glaciares una fiesta a la que no le faltó nada. Un centenar de personas alzaron los jarros celebrando el aniversario, entre ellos los sesenta militares que se preparaban para ascender a la cumbre.

Apenas unas horas después, en los mismos hielos que fueron testigos del festejo entró en escena la tragedia.

Esa noche también estuvieron en el Meiling varios guardaparques que dictaban un curso para aprendices. Uno de ellos, Raúl González, reconoció estar «muy impactado» por lo ocurrido. A la hora del accidente, sin saber nada emprendió el regreso con los suyos hacia Pampa Linda, y se enteró por radio un par de horas después, en plena picada. Un rato después comenzaron a sobrevolar los helicópteros de rescate.

«Estuvimos con esos muchachos anoche festejando en el refugio. Sabemos que es una de las reglas del juego pero estamos destrozados con lo que pasó», dijo.

Aseguró que conoce el Tronador desde hace 29 años y que el sector superior «es realmente peligroso, con grandes grietas». Supuso que «muy probablemente estaban todos encordados, uno perdió pie y arrastró a los otros».

Según González «el tiempo era muy bueno, con alguna nube, pero casi sin viento». El grupo de militares iba en largas cordadas de 7 u 8 integrantes y tenía previsto colocar una soga fija en la cumbre y otro en el filo de La Vieja (ubicado a medio camino) para darle más seguridad a los principiantes. (AB)

Foto: Las víctimas del accidente fueron rescatadas del cerro por un helicóptero, que trasladó primero a los heridos y luego a los cuerpos sin vida.


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