El violador Pino Vinet sale en libertad sin tratamiento

Luego de 21 años de prisión, el Domador cumplirá su condena el sábado 13 de junio. El último informe psicosocial es lapidario y lo califican con alto riesgo de reincidencia.

Redacción

Por Redacción


Con riesgo de reincidencia alto, escasas posibilidades de resocialización y sin haber realizado tratamiento, Mario Pino Vinet pisará este sábado las calles de la región. Es que los últimos informes psicosociales son lapidarios. Todas las áreas definieron de «desfavorable» el análisis sobre la conducta del Domador.

El último, que data de enero pasado, por un pedido de libertad asistida, los profesionales alertan sobre el alto riesgo de que vuelva a cometer delitos. “No hay nada que hacer, cumplió su condena, el problema es que nunca recibió tratamiento”, detalló una fuente con conocimiento de la causa.

El caso desnuda las falencias del Servicio Penitenciario que depende del Poder Ejecutivo Provincial. El Domador, lo afirman dos especialistas, nunca recibió “tratamiento dirigido a la problemática específica del ofensor sexual que establece la ley 24.660 ni ningún otro tipo de psicoterapia a lo largo de toda la condena”.

Padece un Trastorno Disocial de la Personalidad y esa patología, además de otros recursos que posee como mostrarse simpático y seductor, lo hacen parecer una “personal normal”.


De un tiempo a este parte, la sociedad le viene reclamando al Poder Judicial por los denominados beneficios que están en la ley de ejecución y que se aplican a muchos de los presos más peligrosos de la zona. Cipolletti y la región tienen una negra historia de presidiarios que han salido transitoriamente en libertad y que han destruido familias completas.


Sin embargo este no es el caso de el Domador porque él “pagó” cada uno de los días a lo largo de estos 21 años de prisión y al juez Lizzi de Ejecución de Cipolletti no le queda otra alternativa que firmarle la libertad. “Agota por completo su condena, no hay posibilidades desde lo jurídico de mantenerlo detenido”, aseguraron las fuentes.


En este expediente el Poder Judicial cumplió acabadamente su tarea. Investigó un delito (en realidad fueron dos), juzgó y condenó al delincuente. Revisó la sentencia, la dejó confirmada y envió al imputado durante 21 años a un penal. El Servicio Penitenciario, que debía trabajar en su resocialización, en cambio, jamás le dio tratamiento psicológico.

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“Ella se fue conmigo porque quiso, cambiaron todas las declaraciones, mintieron. Cuando salga de acá voy a pedir al Poder Superior de la Nación que aclare todo esto”, prometió Pino Vinet en la entrevista con los forenses.

Pino Vinet “presenta un Trastorno Disocial de la Personalidad y desde la psicología forense la peligrosidad deben basarse en la reiteración de una conducta disocial asociada a un trastorno o característica psicopática de la personalidad. Puede concluirse que nos encontramos ante un caso en que existe una muy alta probabilidad de reincidencia, siendo por ende una persona peligrosa para terceros. El riesgo de reincidencia del condenado de cometer hechos similares es considerado como alto. La reinserción social impresionaría como dificultosa toda vez que no se advierte ningún proyecto laboral”, dice la pericia firmada por el médico forense Marcelo Uzal y por la psicóloga forense Guiliana Marzolla.

Los hechos


Pino Vinet cumplió una condena unificada de 21 años de prisión por hechos extremadamente violentos. En octubre de 1995 su nombre cobró trascendía. Fue tras descubrirse a una joven que permanecía encerrada con candado en una pequeña y humilde casa de madera de Río Colorado.
Tras ser descubierto, el Domador emprendió una cinematográfica fuga a campo traviesa. Fue detenido y condenado pero escapó de una cárcel de Roca cuando le faltaban sólo dos meses para cumplir la sentencia de 10 años.

El 4 de marzo de 2004 volvió a sonar su nombre, esta vez en una chacra de Contralmirante Cordero. Raptó a una joven de 14 años y la llevó a una chacra, el violador se defendió diciendo que era su novia.. La chica fue rescatada después de estar un mes a su merced.


La mente de la muchacha debió aguantar todo tipo de humillaciones. Su cuerpo, violaciones, golpes, latigazos y azotes. Luego en una salida transitoria otorgada en el año 2013 obligó a su novia a viajar hasta Plottier y allí la golpeó.

En enero la Justicia le negó la libertad asistida tras el informe de los peritos. Semanas atrás también le fue denegado el pedido de libertad domiciliaria en el contexto de la pandemia por el coronovirus.


“El Domador” tiene 61 años, es el tercero de ocho hermanos. Se crió en una chacra de Paso Córdoba con su abuelo y allí aprendió a realizar tareas rurales. Desde los 12 años cuidó y amansó animales, hizo la primaria hasta quinto grado y ya de adulto realizó trabajos de albañilería, en galpones de empaque durante la cosecha y también limpió acequias. A lo largo de sus años de encierro tuvo escasa participación en los talleres que se ofrecen en los penales.


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