Empresario K: le renuevan concesión hasta el 2032

Es para la explotación del hipódromo, en manos de Cristóbal López. Se trata del dueño de Indalo, Alpat y varios casinos, entre ellos el flotante de Puerto Madero, bajo tensión.

Cinco días antes de dejar la presidencia, Néstor Kirchner firmó el Decreto 1851 que prorroga la concesión de la explotación del Hipódromo Argentino de Palermo a la concesionaria del mismo nombre, por quince años.

La empresa que maneja el juego de azar en el hipódromo tiene como accionistas al empresario Federico de Achával y a Casino Club, misma que maneja el Casino de Puerto Madero, y que pertenece a uno de los allegados íntimos del ex presidente, Cristóbal López.

Así lo indicó «Perfil» en su edición de ayer.

La concesión del negocio de tragamonedas tenía como plazo de finalización el año 2017. Significa que ahora se extiende el plazo hasta 2032.

En el decreto, el ex presidente pide a la empresa «incrementar el parque de máquinas electrónicas, atento las necesidades del mercado lúdico», pero más allá de tener un tono de intimación hacia la empresa, la medida no sólo aumentará la cantidad de tragamonedas, sino también las ganancias de los empresarios del juego.

Actualmente en el hipódromo hay unas 3.000 máquinas. A partir del decreto K, ese número ascendería a 4.500.

«Río Negro» había dicho en junio de 2006, que Cristóbal López era un empresario de gran poder, hábil para los negocios y de perfil bajísimo, de amigables lazos con los Kirchner, y dueño de infinidad de salas de juego, la empresa de transporte urbano Indalo de Neuquén y Alpat, la planta de soda solvay de San Antonio, entre muchas otras empresas en todo el país.

 

Tensión en el casino flotante

 

Precisamente, en una de las empresas de Cristóbal López -el casino flotante de Puerto Madero- seguían las tensiones ayer.

Efectivos de la Prefectura mantenían un fuerte operativo de seguridad en torno del establecimiento de Buenos Aires, donde los trabajadores aseguraron que el paro de actividades se cumplía con un acatamiento «del 90 por ciento».

«Sólo un 10 por ciento de trabajadores decidieron ingresar, no hay clientes. Nosotros vamos a seguir manifestándonos pacíficamente», sostuvo Víctor Kivensky, delegado de los empleados.

El delegado se quejó por el operativo de seguridad desplegado por la Prefectura, al asegurar que «es un mini estado de sitio en Puerto Madero», y fustigó que las fuerzas públicas estén «a disposición de Cristóbal López», el empresario que regentea el casino. «Este conflicto se está dilatando porque hay un interés político y económico importantísimo detrás de esto», concluyó.

(Redacción Central, Perfil y Télam)


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