Plantas autóctonas: el poder del algarrobo dulce

En este caso, junto al ingeniero agrónomo Gustavo Manzor, repasamos una de las variedades de la “Prosopis flexuosa”.

Si hablamos de plantas autóctonas, no podemos dejar de lado al “algarrobo dulce”, científicamente conocido como Prosopis flexuosa. También se lo menciona vulgarmente como “algarrobo negro”, “lamaro”, “panta negro” o, en lengua ranquel, shoi witru. Pertenece al género Prosopis y es de la familia Fabaceae y de la subfamilia Mimosoideae. La palabra “prosopis” funda su origen en el griego antiguo y podría significar, según Perry (1988), “hacia la abundancia” (pros = hacia y opis = diosa de la abundancia y la agricultura).


En nuestra provincia se encuentran tres variedades de esta especie. Una es arbórea (variedad flexuosa) y dos son arbustivas (variedad depressa y variedad fruticosa). Entre los arbustos, la variedad fruticosa presenta numerosas ramas basales, erguidas y divergentes que alcanzan los 3 a 5 metros de alto. La variedad depressa presenta ramas basales enterradas, semienterradas o reptantes y puede alcanzar los 2,5 metros de altura.

“Esta especie endémica de nuestro país se encuentra ampliamente distribuida en regiones áridas y semiáridas de la Argentina”, explicó el profesional. Al mismo tiempo, aclaró que “la mayor parte de los trabajos sobre la biología de esta especie han sido realizados sobre la variedad flexuosa, siendo ésta una especie que puede tener de 3 a 10 metros de alto y presenta un follaje caduco”.

En cuanto a su distribución geográfica, el profesional explicó que “se presenta en las regiones áridas de Argentina, y en Río Negro se la puede encontrar en toda la zona Fitogeográfica del Monte, aumentando su población hacia el noroeste rionegrino”. Las poblaciones se distribuyen desde 0 hasta los 2200 metros sobre el nivel del mar. “Actualmente es cada vez más difícil encontrar un ejemplar de más de 4 metros de altura, dado que su madera es muy buscada y por eso se lo tala”, especificó Manzor.

Las flores se presentan en racimos, y su floración se produce entre septiembre y octubre. La fructificación comienza a fines de diciembre y se extiende hasta fines de enero.

Las flores, que se presentan en pequeños racimos.


“Los representantes arbóreos se vuelven cada vez menos frecuentes hacia la zona más seca, donde el hombre ha transformado las áreas ocupadas por bosques. Allí, la acción combinada de agentes naturales y antrópicos ha dado lugar a procesos degradatorios del ecosistema”, manifestó Manzor. En cuanto al tamaño y la forma de la planta, varían considerablemente entre poblaciones e individuos. En este sentido, según Manzor, “la especie no siempre será morfológicamente la misma en sitios diferentes, ya que la forma dependerá del genotipo más el ambiente”. Y aquí bien vale la aclaración: en términos netamente genéticos, el fenotipo -o sea la forma, el porte, la estructura que va a tener una especie vegetal- será determinado o expresado por el genotipo. O sea, su característica genética más la característica del ambiente, tipo de suelo, profundidad, clima, pluviometría y demás.

En regiones donde hay muchos individuos de caldén y algarrobo, su cruzamiento produce un híbrido que es muy difícil de distinguir. “El algarrobo dulce es un componente importante del hábitat para numerosas especies, por lo que es considerada una especie estructuradora del sistema”, afirmó.

“Esta especie produce una gran cantidad de inflorescencias y las flores producen néctar y son perfumadas, por lo que son visitadas por insectos de variadas especies, lo que indica que el modo primario de polinización sería biótico”, aseguró el experto.

El mapa de distribución. La variedad arbórea es la «Prosopis flexuosa»; y las variedades arbustivas son la «Prosopis flexuosa depressa» y «Prosopis flexuosa fruticosa».


La especie también produce frutos muy apetecidos por granívoros -principalmente hormigas y roedores- y también por herbívoros. Mientras los primeros remueven y extraen rápidamente las semillas del sistema, los herbívoros las dispersan aumentando su capacidad germinativa y también disminuyen el tiempo de permanencia en el suelo, con lo cual se reduciría la predación.

El efecto de los herbívoros sobre la germinación de semillas varía según las especies. “Se observó que semillas provenientes de heces de maras y vacas presentan mayor capacidad germinativa que las dispersadas por otros herbívoros”, acotó Manzor, mientras que en el otro extremo se encuentra el jabalí europeo, que destruye todas las semillas que consume. La materia orgánica aportada por esta especie, especialmente sus hojas, constituye un factor importante en el ciclado de nutrientes del Monte.

En árboles de zonas áridas, el crecimiento leñoso anual es relativamente bajo y es necesaria la aplicación de técnicas de manejo que mejoren la productividad o calidad de los productos obtenidos. Para los algarrobales del Monte, la utilización de madera siguió un modelo de tipo extractivo (la tasa de extracción superó a la tasa de recuperación). Esto ha conducido a los algarrobales a diferentes grados de desertificación.


Usos no botánicos y comerciales



– Como otras especies del género, es utilizado por los pobladores del desierto desde épocas prehispánicas.

– La recolección del fruto (algarroba) era la actividad más importante para los pueblos que vivían en los algarrobales. Los huarpes ejercían derechos de propiedad sobre los bosques que ocupaban, pudiendo disponer del uso de los mismos. La utilización de algarroba como alimento humano se fue perdiendo al ser substituida por otros alimentos; sin embargo la tradición de elaborar distintos productos de consumo humano con los frutos de algarrobo aún se conserva.

– Las vainas se pueden comer hervidas, dejándolas secar y moliéndolas. Se puede utilizar como harina para la elaboración del pan de algarroba o patay. La elaboración de bebidas como la chicha, aloja o la añapa dependen de este fruto.


– De la corteza se extraen sustancias para teñir y taninos para la curtiembre. La goma extraída de las semillas de esta especie posee características adecuadas como sustancia espesante para alimentos.

– Su uso medicinal es reconocido por varios autores. Con las semillas molidas y fermentadas se produce una bebida con propiedades diuréticas, astringente y la infusión preparada con hojas se utiliza como anticatarral.

– Algunos pobladores colectan las vainas como alimento para sus animales, mientras que otros dejan que los animales consuman los frutos directamente desde el suelo.


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