Plantas autóctonas: La hermosa Gavilea odoratissima
De la mano del biólogo Hernán Ariel López, repasamos una nueva especie de las orquídeas nativas de la región.
En nuestro típico espacio de plantas autóctonas, la semana pasada vimos todo sobre la Chloraea magellanica, una especie de orquídea terrestre nativa de nuestra región patagónica. Allí se mencionó que existe una gran variedad de este tipo de especies.
Orquídea patagónica, una belleza
Es por eso que, en esta ocasión, continuamos con un repaso de las orquídeas nativas que embellecen la Patagonia Argentina, de la mano del biólogo y curador del jardín botánico de Plottier, Hernán Ariel López.
La Gavilea odorattissima no posee nombres comunes, y su nombre científico completo es “Gavilea odoratissima Pöepp”, perteneciente a la familia “Orchidaceae”. El epíteto específico “odoratissima” proviene del latín cuyo significado es “muy perfumada”. “El perfume es producido por glándulas localizadas en las piezas florales lo que constituye un osmóforo”, indicó el experto en diálogo con RÍO NEGRO.
Según el biólogo Hernán López, “se trata de plantas herbáceas, que alcanzan entre los 50 centímetros y 80 centímetros de altura”. La descripción botánica de esta especie es que “presenta hojas de 10 a 13 centímetros de longitud y las brácteas de forma aguda, se presentan más corta que la longitud de las flores”. En cuanto al sépalo dorsal es de 12 a 5 a 5 milímetros, de forma cóncava, con el ápice acuminado, mientras que los sépalos laterales miden entre 20 a 22 milímetros de largo y de 5 a 6 milímetros de ancho, con nervios longitudinales – algo engrosados en la base en forma de lanza – con caudículas carnosas de 9 milímetros.
“En esta especie, se destaca además que desprende un perfume intenso, similar al de las fresias”, comentó el experto y eso representa un atrayente para los polinizadores que facilitan la reproducción de la especie. “Esta notoria característica se ve reflejada en el nombre de la especie”, acotó Hernán.
La Gavilea odorattissima vive en Argentina y también en el sur de Chile. Se la suele encontrar vistiendo el paisaje de la Sierra de la Ventana, al sur de la provincia de Buenos Aires y desde la provincia de Neuquén hasta Chubut.
“Estos ambientes de distribución tan distantes en Argentina se denominan áreas disyuntas y es una característica particular que presenta esta especie”, comentó el profesional, que añadió que es una planta que crece tanto en terrenos rocosos y húmedos, bajo insolación directa, como en bosques, en condiciones de humedad y sombra.
En cuanto a su floración, estas nacen desde octubre hasta diciembre. La especie no suele encontrarse bajo cultivo y debe protegerse los individuos silvestres, dado su reducida distribución geográfica en la naturaleza.
Por otro lado, y en cuanto a la descripción de algunas características típicas de la especie, el profesional señaló que los pétalos muestran un tamaño de 10 a 11 milímetros de largo y de 4 a 6 milímetro de ancho. El labelo o Labellum (una parte de la flor de las orquídeas y es el pétalo medio modificado, el cual se distingue claramente de otros pétalos y de los sépalos por su gran tamaño y su forma generalmente irregular), mide de 6 a 8 milímetros de longitud y de 10 a 15 milímetros de ancho, con tres lóbulos, de color amarillo, lóbulos laterales redondeados y con nervios oblicuos, engrosados; lóbulo central de ápice redondeado, obtuso, con nervios longitudinales cubierto de verrugas carnosas de color naranja (posible osmóforo).
En nuestro típico espacio de plantas autóctonas, la semana pasada vimos todo sobre la Chloraea magellanica, una especie de orquídea terrestre nativa de nuestra región patagónica. Allí se mencionó que existe una gran variedad de este tipo de especies.
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