En la última del milenio, Roca tuvo una fiesta para el recuerdo

ROCA – Con el sol jugando a las escondidas pero con todo el calor de 30.000 almas que colmaron el centro de la ciudad, Roca festejó ayer sus 120 años.

A la tarde no le faltó nada. Desfile cívico militar, música, emociones y toda la alegría que hacía falta para una celebración tan especial como debía ser la última del milenio. Las nubes que amenazaron por la mañana no intimidaron a las familias, que desde todos los barrios llegaron a la avenida Roca para disfrutar del color del desfile y de las actividades posteriores.

No hubo tiempo para la distracción. De cada una de las instituciones que caminaron desde la calle Alsina hasta la 25 de mayo se pudo destacar algo llamativo.

Desde los Mickey y Minnie de un jardín de infantes arriba de un «fourtrax», hasta los bomberos en su nueva autobomba. Desde las colectividades extranjeras hasta los tradicionales gauchos de a caballo. Lo mismo con las motos, que sirvieron para llevar tanto a dos tortugas ninjas de otro jardín de infantes como a los integrantes de una organización «motoquera» de la región.

No faltaron las instituciones deportivas, los colegios ni las agrupaciones locales. Aquí hay que destacar el reconocimiento recibido por los veteranos de la guerra de Malvinas y la agrupación Mujeres en Lucha, que se llevaron los aplausos más fervientes de la gente.

Por supuesto que los chicos fueron los que le dieron a la tarde el principal atractivo. Trajes, uniformes y vestimentas de todos los colores y formas, sus sonrisas que hacían emocionar a los padres que con cámaras, filmadoras o un simple grito para reconocerse, miraban orgullosos desde la vereda.

Todo esto con la música de fondo de la banda militar del Batallón de Ingenieros de Montaña 6 que durante las 2 horas que duró el desfile acompañó con el sonido de sus instrumentos el paso de la gente.

«Vine sólo para verlos a ellos, el desfile tiene lo lindo que se ve cada año, pero escuchar a la banda militar es lo mejor», comentó en voz baja y sin dejar de mirar a los músicos Elvira Cereceda, que con sus 87 años y muchos aniversarios a cuestas, salió de su casa sólo para oír a la banda del Ejército. El espectáculo de los chicos no sólo se vio mientras desfilaban. Fue risueño ver los ojos de muchos pibes, redondos como «dos de oro» y con la boca a punto de abrirse cuando por la calle pasaron los camiones del Ejército, con su potencial guerrero arriba.

Esto hizo que muchos pequeños siguieran hablándole a sus padres cuando el desfile ya había terminado, apuntando con el dedo índice hacia arriba, hacia un lugar creado sólo por la imagen del equipamiento bélico sobre los camiones, algo que había quedado grabado en sus retinas.

Sin embargo el desfile no fue todo en el aniversario de Roca. Por la mañana, el intendente Miguel Saiz inauguró el circuito histórico-turístico en Stefenelli, que incluye el edificio del Colegio San Miguel y los restos que quedaron de lo que fue el pueblo viejo de la ciudad.

También se hizo un reconocimiento a los vecinos destacados de Roca. Los galardonados en esta ocasión fueron Pedro Alonso Flores, Carla Lorenzi y Edgardo Amílcar Rubina, Antonio Concetti, Casilda Angulo de Sáez y Carlos Neirot.

A las 18, el escenario montado sobre la avenida Roca e Yrigoyen sirvió para que Jorge Da Roda y Daniel Bongiovanni hicieran bailar con su «bae-lee» a todos aquellos que no querían terminar con los festejos. Otros, con las mismas intenciones, se fueron al «Luis Maiolino» para disfrutar de la música tropical.

Poco a poco la tarde se fue. El sol, que había aparecido de a ratos, dejó su lugar para que llegara la luna. Y con ella el final de un día de festejos a pleno, dignos de una ciudad que ya transita los 121 años de vida.