Encuentro bilateral en El Calafate: rosario de reclamos

Agenda bilateral: los problemas de las empresas brasileñas en el país

Los condicionamientos que impone la economía argentina están afectando las inversiones brasileñas en el país. Ése va a ser el principal tema de agenda durante la reunión bilateral entre las presidentas Dilma Rousseff y Cristina Kirchner, el próximo jueves en El Calafate. Los grupos brasileños en la Argentina atraviesan hoy por el peor momento desde que cruzaron la frontera para hacerse fuertes también en el mercado local. El conflicto por la minera Vale, que tiene suspendida la mayor inversión en marcha en el país, se encamina a una negociación política. Pero el gobierno argentino ya le habría comunicado a su par brasileño que difícilmente pueda acceder a los dos planteos que exige la compañía: un tipo de cambio diferencial para ingresar sus dólares al país y desgravación impositiva para compensar costos internos. El gobernador mendocino kirchnerista, Francisco Pérez, prorrogó el ultimátum para que la empresa reinicie las obras a la espera de la reunión entre ambas mandatarias en El Calafate. El tema ya se trató en una reunión en la embajada brasileña en Buenos Aires, durante la primera semana del mes pasado, de la que participaron el ministro Julio De Vido, su par de Brasil Fernando Pimentel, el vice de Economía Axel Kicillof, el gobernador mendocino y el presidente de la filial de Vale, Sergio Leite. Fuentes diplomáticas aseguraron que el ministro De Vido fue claro: dijo que no podían acceder al pedido de la empresa, porque si no tendrían un aluvión de pedidos similares. El tema se volvió a tratar en Río de Janeiro, justo dos semanas después, en una reunión entre los cancilleres Héctor Timerman y Antonio Patriota, con el mismo resultado. A los problemas de la minera Vale para continuar con sus inversiones en Mendoza se les suman los de Petrobras, que se está retirando del país. La petrolera brasileña, líder en el mercado internacional, que hace tan sólo un año era para el gobierno argentino una de las socias estratégicas de YPF para explotar Vaca Muerta, inició un proceso de desinversión para retirarse del país. Los argumentos extraoficiales: las restricciones a las importaciones, el freno al giro de dividendos, el desdoblamiento cambiario, la debilidad de las instituciones y las fuertes regulaciones existentes. Los oficiales: que buscan concentrar sus actividades en territorio brasileño. A estos dos gigantes internacionales hay que sumar el holding ferroviario ALL, que le puso cartel de venta a todas sus operaciones locales; la firma Brasil Foods, dueños de la marca Paty y uno de los grandes exportadores mundiales de carne del mundo, que viene perdiendo dinero por el cambio de políticas agropecuarias; la empresa JBS, dueño de la firma Swift, cuya participación quedó reducida a una sola planta en Villa Gobernador Gálvez (Santa Fe); el grupo Camargo Correa, con su cementera, Loma Negra, que se ve afectada por el derrumbe inmobiliario; la textil Alpargatas, que el año pasado debió cerrar temporalmente algunas de sus plantas por la caída en las ventas y la falta de stock. Los empresarios brasileños pusieron mucho dinero en la Argentina en esta última década como para que tomen la decisión de irse de un día para otro del país. Pero las trabas de las políticas locales, sin dudas, hacen dudar sobre sus futuras inversiones. (Redacción Central)


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