Cómo impactan los aranceles de Estados Unidos al cobre

La medida de Trump tiene impacto global y generó advertencias del mercado. Sin embargo, también es una oportunidad para Argentina. Chile y Perú eludieron la medida. China y Canadá, perjudicados.

La decisión de Estados Unidos de aplicar aranceles de hasta 50% a las importaciones de cobre sacudió el mercado mundial del metal rojo. El precio COMEX de referencia en el país del Norte cayó un 20% en una sola sesión, eliminando la prima del 30% que mantenía frente al precio en el London Metal Exchange (LME).

La medida, adoptada en el contexto de una política más proteccionista y con Donald Trump de fortalecer la producción local y reducir la dependencia de ciertos proveedores estratégicos, impactaría en grandes productores -principalmente China y Canadá- y en países emergentes que apuestan al desarrollo cuprífero, entre ellos Argentina. Chile y Perú finalmente fueron exceptuados.

Aunque la medida fue presentada por el gobierno republicano como una protección frente a prácticas comerciales desleales, en la práctica está alimentando una nueva etapa de reconfiguración geoeconómica de la cadena del cobre, clave para la transición energética global.

Ahora Trump impuso “aranceles universales” del 50% a las importaciones productos semielaborados de cobre (tubos, alambres, varillas, planchas), componentes de cobre (accesorios de tuberías, cables eléctricos, conectores), productos intensivos (transformadores, motores eléctricos) y bienes terminados (instalaciones eléctricas, sistemas de calefacción). Los excluidos -por ahora- fueron los concentrados de cobre, chatarra, cobre blister (impuro) y ánodos.

Uno de los principales blancos de estas tarifas es China, que además de ser el mayor consumidor mundial de cobre también opera como proveedor de productos derivados del metal, incluidos conductores eléctricos, alambres y componentes industriales. Perú y Chile lograron eludir este arancel. Casi todo el cobre trasandino se exporta al país del Norte. El año pasado Estados Unidos importó cobre por 17.000 millones de dólares, según el Departamento de Comercio, y Chile fue su mayor proveedor extranjero con 6.000 millones. Canadá, que exporta principalmente productos terminados, enfrentará mayores dificultades.


Pronóstico del precio de cobre: ¿nuevo superciclo?


El impacto de la medida fue inmediato en los mercados. El London Metal Exchange (LME) registró una leve baja en el precio del cobre y permanece en torno a 9.900 dólares la tonelada, uno de los valores más altos de los últimos dos años. La tendencia podría sostenerse si se consolida una mayor demanda en Estados Unidos y se ralentizan las exportaciones desde los países sancionados. Además, una contracción de inventarios en China y un aumento del crédito industrial en ese país también sugieren una tendencia positiva a mediano plazo.

Lo que se derrumbó fue el precio COMEX, que anotó la mayor caída en la historia del mercado estadounidense del metal. Las existencias acumuladas en EE.UU. superaban las 250.000 toneladas, el nivel más alto en más de 20 años, en anticipación a estos nuevos aranceles.

El International Copper Study Group (ICSG), que reúne a los principales gobiernos y empresas del sector, advirtió en su último reporte de junio 2025 que el mercado global del cobre entrará en déficit estructural a partir de 2026, debido a la creciente demanda de vehículos eléctricos, energías renovables, infraestructura y tecnologías verdes, sumada a la baja en la inversión en nuevos proyectos durante la última década.

Según el ICSG, la demanda global de cobre refinado crecerá un 2,8% anual en promedio hasta 2030, mientras que la producción solo aumentará un 1,5% si no hay nuevos proyectos significativos. Esta diferencia empujará los precios al alza, con proyecciones que estiman un precio promedio de entre 10.000 y 11.000 dólares por tonelada en 2026, e incluso escenarios de superciclo si se agrava la oferta.

La consultora CRU Group va más allá: estima que si continúan las restricciones comerciales y los conflictos geopolíticos, el precio del cobre podría superar los 12.000 dólares la tonelada antes de 2028, convirtiéndose en un factor de presión para las industrias globales.


Cómo impacta en el escenario argentino


En este contexto internacional convulsionado, Argentina aparece como un jugador potencialmente beneficiado, aunque con varios desafíos por delante. El país cuenta con, al menos, diez proyectos de cobre en distintas etapas de exploración avanzada o preconstrucción, y posee una de las reservas cupríferas más importantes del continente, aún sin explotar a gran escala.

Entre los proyectos más relevantes se destacan Vicuña (Josemaría más Filo del Sol en San Juan), Los Azules (San Juan); El Pachón (San Juan); Taca Taca (Salta); y MARA (Catamarca), entre otros.

La expectativa en el sector es que el nuevo escenario de precios y demanda revalorice estos activos y acelere su desarrollo, siempre y cuando se logre ofrecer seguridad jurídica, reglas estables e incentivos fiscales claros, como los propuestos en el RIGI. En ese sentido, el arancel estadounidense al cobre puede actuar como una oportunidad para posicionarse como proveedor alternativo, especialmente si se fomentan acuerdos bilaterales con países consumidores.

El analista de mercados de commodities de Bloomberg, Andrew Cosgrove, sostuvo recientemente que “el mapa del cobre se está reescribiendo, y países como Argentina, Ecuador o Mongolia podrían ocupar un lugar central si avanzan con proyectos nuevos en tiempo y forma”.

Desde el LME, en tanto, alertan que el mercado enfrenta una paradoja: por un lado, el precio elevado incentiva nuevas inversiones, pero por otro, la volatilidad regulatoria y geopolítica podría frenar las decisiones de largo plazo. “El cobre es el nuevo petróleo de la transición energética, pero su suministro es mucho más incierto”, concluye un reciente informe del banco de inversión Jefferies.

La decisión de Estados Unidos de imponer aranceles al cobre sacudió al tablero global, encareció el precio del metal y generó una ventana de oportunidad para países con grandes recursos aún sin explotar, como Argentina. En un mundo que acelera hacia la electrificación, el cobre será uno de los minerales más estratégicos del siglo XXI. Y Argentina tiene, bajo su suelo, una parte sustancial de ese futuro.


La decisión de Estados Unidos de aplicar aranceles de hasta 50% a las importaciones de cobre sacudió el mercado mundial del metal rojo. El precio COMEX de referencia en el país del Norte cayó un 20% en una sola sesión, eliminando la prima del 30% que mantenía frente al precio en el London Metal Exchange (LME).

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