Energía nuclear: la CNEA podrá calificar componentes clave para centrales

La Comisión Nacional de Energía Atómica recibió la certificación IRAM para calificar componentes de centrales nucleares. Es el resultado de un trabajo que inició en 2020. 

La Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) obtuvo una certificación del Instituto Argentino de Normalización y Certificación (IRAM) que le permite calificar componentes clave de las centrales nucleares. El logro fue alcanzando recientemente y es el resultado de un trabajo que comenzó en 2020.  

En detalle, comprende la certificación del sistema de Gestión de la Calidad en conformidad con la norma IRAM-ISO 9001:2015, por parte del departamento de Calificación de Equipos de la CNEA. Según comentaron desde el organismo, la certificación alcanzada es el resultado de un «riguroso» trabajo que comenzó en 2020. Participó también la división de Garantía de Calidad. 

Según explicó el responsable del Departamento de Calificación de Equipos, Jorge Zorrilla, se somete a los equipos al efecto de envejecimiento acelerado que imita el efecto y degradación de varios años de servicio.  

«Luego se somete al equipo a la dosis de radiación correspondiente a un accidente base de diseño», añadió. 


Energía Nuclear: qué piezas califican desde la CNEA  


Entre las tareas que realizan, los especialistas califican cables, actuadores de válvulas, sensores, componentes de instrumentación, motores, pinturas y todo aquello que cumpla una función de seguridad dentro de una central nuclear. 

El objetivo del trabajo que realizan consiste en conocer los límites de los materiales para entender y predecir cuál será su comportamiento dentro de la zona controlada de las centrales nucleares a lo largo de su ciclo de operación. 

Utilizan hornos de envejecimiento para hacer las pruebas de estrés. (Foto: gentileza)

«Lo que hace una calificación es, como primera medida, identificar las condiciones de temperatura, presión, humedad y dosis de radiación en las que ese equipo va a estar expuesto durante toda su vida útil, que son las que se reproducen en el ítem de ensayo», precisó la investigadora María Luján Rodríguez. 

La muestra analizada para el ensayo puede ser un repuesto extra que se encuentra en el almacén o también un mock-up. En los casos en que exista un solo repuesto para determinado componente, se reemplaza por una réplica. 

Para esa tarea utilizan equipamiento específico (por ejemplo, hornos de envejecimiento) que les brindan la posibilidad de adquirir determinados datos para predecir el comportamiento del material dentro de un modelo matemático predictivo. 

Todas estas capacidades se vuelcan en primera medida al sector nuclear nacional, realizando numerosas calificaciones tanto para el prototipo del rector CAREM -desarrollado por la propia CNEA- como para las centrales nucleares Atucha-I, Atucha-II y Embalse, mediante diferentes contratos particulares dentro del convenio de asistencia tecnológica CNEA-NASA. 


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