Vencimiento de las hidroeléctricas: AES quiere seguir al frente de Alicura

La firma concesionaria de la central Alicura planteó su posición ante el vencimiento de las concesiones que ocurrirá en poco más de un mes. Anticiparon que no quieren ser solo operadores del complejo y que están abiertos a negociar su participación y regalías. Cómo opera la central que genera el 8% de la energía eléctrica del país y cuánto cobran por esa tarea.

¿Se imaginan haber invertido millones de dólares en un activo durante los últimos años y no saber qué pasará con el mismo en tan solo 34 días? En muchos países del mundo sería una situación impensada, pero es exactamente lo que hoy enfrenta la firma AES Argentina con la concesión de la central hidroeléctrica Alicura, una de las cuatro represas cuyas concesiones finalizan el próximo 11 de agosto sin que desde el gobierno nacional sean claros sobre su futuro.

Energía On recorrió las instalaciones del complejo ubicado a 110 kilómetros de Bariloche y 90 de Piedra del Águila.

La firma de capitales estadounidenses abrió las puertas de la central a la prensa, no solo para mostrar el estado –realmente impecable- en el que se encuentran sus instalaciones, sino también para dar un claro mensaje al gobierno: que quieren seguir al frente de la central, pero con participación en el activo.

El planteo fue claro de parte del presidente de la firma, Martín Genesio, porque precisamente lo que no es claro es qué hará el gobierno nacional.

Lo único certero que tenemos es la instrucción que Energía le dio a Enarsa para que tome el control de las centrales el 12 de agosto”, remarcó Genesio, antes de aclarar que no tienen ninguna precisión de a qué se refirió el ministro de Economía, Sergio Massa, con el anuncio que hizo el miércoles sobre la aplicación de un plazo de 120 días para analizar qué se hará.

El presidente de AES Argentina, Martín Genesio, fue claro: quieren seguir trabajando pero como titulares del activo. (Fotos: Matías Subat)

“No hay nada formal sobre ese plazo de 120 días”, enfatizó a la vez que negó que haya una mesa de diálogo formal y concreta entre el gobierno y las empresas que hoy tienen las concesiones y que además de AES son Enel (El Chocón y Arroyito), Orazul Energy (Complejo Cerros Colorados) y Piedra del Águila (Central Puerto), que en este último caso vence en diciembre.

Hemos hecho llegar a los gobiernos nacional y provinciales la intención de quedarnos en las condiciones actuales que tenemos, teniendo la concesión o una participación en la concesión”, planteó Genesio.

Y cortó de cuajo la posibilidad de que la firma se postule para un eventual concurso privado o licitación por la operación y mantenimiento del complejo. “No nos interesa hacer la operación y mantenimiento. Hay un riesgo que hay que evaluar al tomar la operación de un activo así y con las actuales tarifas no vale la pena, la opción sería que suban la tarifa y eso no creemos que sea bueno para el sistema eléctrico nacional”.


Cuánto cobran las hidroeléctricas


Genesio negó que las hidroeléctricas sean un negocio de grandes márgenes de ingresos. Explicó que tienen ingresos de 5,8 dólares por MWh generado y de 1,72 dólares por MWh de potencia instalada disponible, que el mes pasado significaron en total 1,3 millones de dólares. Y sostuvo que “a fin de cuentas salís casi hecho entre los ingresos y los costos de funcionamiento”.

Remarcó que “en este esquema a nosotros nos interesa seguir primero porque somos una empresa que vemos los activos a largo plazo –tienen la concesión de Alicura desde el 2000- y en segundo lugar porque nos interesa tener un activo como este, de 1050 MW de potencia renovable, porque queremos ser un actor relevante en donde trabajos, y esta central nos permite eso, es una central importante y aportar a la descarbonización de nuestras operaciones también”.

La central hidroeléctrica Alicura aporta el 8% de la energía del país y en un mes vence la concesión que tiene AES sin que haya claridad. (Fotos: Matías Subat)

Y sumó que incluso les interesa tener la concesión de El Chocón-Arroyito que hoy posee Enel, una firma que ya anticipó su decisión de irse del país.

AES es una empresa con presencia en 12 países, siendo Argentina el primer país al que se expandió la firma hace 30 años. Localmente cuentan con 11 centrales entre Buenos Aires, Neuquén, San Juan y el noroeste.

El complejo tiene 4 turbinas que fueron repontenciadas y pueden aportar hasta 1050 MWh de energía.

Poseen dos parques eólicos que les dan 200 MW de potencia verde instalada, 2512 MW en complejos térmicos y 1207 MW en desarrollos hidroeléctricos, un cuarto del total de 5590 MW de potencia instalada hidroeléctrica que tiene la empresa a nivel global.

Alicura es, en ese abanico de complejos, un desarrollo estratégico. La central es la primera de una serie de cinco aprovechamientos ubicados sobre el río Limay.

Sus instalaciones fueron construidas por la estatal Hidronor, que la operó desde su inauguración en 1984 hasta la privatización en 1993.

El año pasado generó 2360 GWh, el equivalente no solo al consumo de 3 millones de personas, sino que representa a diario el 8% de toda la energía eléctrica que demanda el país.

AES Argentina tiene la concesión de la central desde el 2000, cuando le compró el activo a Southern Energy.

Pero además, es lo que en el sector se define como una central de punta, pues en apenas 3 minutos el complejo pone a girar sus turbinas y entrega la energía que sea demandada.

Podemos charlar si las provincias quieren cobrar por metro cúbico en lugar del 12% de regalías, o si quieren subir el porcentaje. También si somos parte del concesionario con Nación o las provincias en qué porcentaje”, sostuvo Genesio.

Y remarcó “lo que queremos decirle al gobierno es que nos interesa seguir pero no solo como operadores, sino con parte del activo. El resto lo podemos charlar”.


Cómo funciona la primera central del río Limay


En el medio de un paisaje de vegetación achaparrada, entre el marrón de la tierra y el amarillo de los coirones, la central se esconde detrás de un morro en el que contrastan cuatro enormes tuberías blancas de 400 metros que son por las que baja el agua a toda velocidad, en una caída de 110 metros, hacia las turbinas.

Las torres que sujetan el cablerío de 500 kW marcan el camino hacia la central hidroeléctrica que en apariencia es pequeña, pero que tiene siete pisos de altura, o de bajura, ya que se adentran hacia el curso del río Limay que da paso al embalse de Piedra del Águila.

La central de casi 40 años pareciera tener vida propia. Ronronea sin cesar por el paso del agua que atraviesa todo el edificio y que se vuelve en un zumbido ensordecedor, un verdadero rugido, cuando las turbinas Francis entran en acción.

Como el orgullo dueño de una casa que sabe que está impecable, Genesio abrió las puertas de la central que recibe el agua que viene del lago Nahuel Huapi.

Las enormes turbinas entregan energía a la red nacional en solo 3 minutos desde su arranque.

Y no lo hizo casualmente, sino que mientras advierte que “como toda central vieja necesita inversiones de millones de dólares al año” -en un tiro por elevación a la capacidad que pueda tener Enarsa de hacerlas- resume que a poco más de un mes del vencimiento del contrato de concesión “no hemos tenido ninguna propuesta fehaciente de Nación o las provincias para que nos quedemos”.

El almanaque avanza huérfano de definiciones sobre un plazo final del contrato de concesión que estuvo fijado desde el mismo día en el que se lo firmó, hace casi 30 años atrás.


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