Es ley el aumento del piso para pagar Ganancias

El Senado aprobó ayer por unanimidad y convirtió en ley el proyecto que reforma el régimen del impuesto a las ganancias impulsado por gobierno para reducir el impacto de la inflación sobre la base imponible de ese gravamen.

Si bien el radicalismo criticó aspectos sustanciales del proyecto, terminó apoyando la norma que beneficia a entre 600 y 800 mil aportantes y que implica un costo fiscal de 1.500 millones de pesos anuales. La reforma establece, en forma retroactiva al 1 de enero de 2007, que se eleva a 4.600 pesos el monto mínimo no imponible para que los trabajadores casados con dos hijos tributen Ganancias, y a 3.400 pesos en el caso de los solteros.

También modifica la denominada «tablita de Machinea», creada por el ex ministro de Economía de la Alianza, que recortaba desgravaciones para los salarios superiores a los 7.000 pesos

El presidente de la comisión de Presupuesto y Hacienda, el justicialista Jorge Capitanich, argumentó a favor de la norma al decir que la reforma «tiene que ver con el incremento de la progresividad desde 2002 hasta la fecha, período durante el cual la recaudación aumento de 50.000 a 200.000 millones».

«Esta reforma tiene básicamente mecanismos de mejoramiento del ingreso disponible de las personas físicas», sostuvo.

Según la estimación del gobierno, el salario de bolsillo de los contribuyentes se beneficiará con un aumento promedio del 9 por ciento.

El titular del radicalismo y candidato a vicepresidente, Gerardo Morales, fue muy crítico con el sentido de la reforma, y no dudó en afirmar que «el modelo económico en el país ha perdido el rumbo». «Este proyecto es la fiel expresión de eso, porque es un simple ajuste por inflación en cuanto al tratamiento de las escalas. No resuelve los problemas que recurrentemente se han planteado por las iniquidades de la escala impositiva. Es una simple indexación, un ajuste por inflación, para resolver la situación de 800 mil contribuyentes», subrayó. Morales también cuestionó que la medida no beneficia a los asalariados de menores ingresos, que son los que destinan todos sus haberes al consumo, y por eso sugirió acompañar la modificación a ganancias con otras iniciativas, como una reducción del IVA a los productos de la canasta básica.

También planteó el hecho de que «no están tratados los autónomos», por lo cual «corremos riesgo de inconstitucionalidad, porque a igual situación debería haber la misma presión tributaria. Hay un tratamiento discriminatorio hacia los autónomos».

Morales fustigó la reforma porque al ser un impuesto coparticipable las provincias van a dejar de recaudar 698 millones de pesos, y sólo podrían aumentar la recaudación en 94 millones por mayor recaudación de IVA si el excedente se vuelca al consumo.

El jefe del bloque oficialista, Miguel Angel Pichetto, aprovechó la intervención de Morales para chicanearlo, al recordar que «todos los instrumentos de política fiscal fueron consolidadas por el candidato presidencial Roberto Lavagna», compañero de fórmula del senador radical. (DyN)