Espectacular y sincronizada fuga de cárcel de Roca

Catorce internos lograron saltar el muro de la alcaidía de Roca, luego de que otros 50 reclusos apedrearan al guardia del sector y cubrieran el escape de los compañeros. El policía debió ser internado por los piedrazos recibidos en la cabeza. Recapturaron a uno de los evadidos.

ROCA (AR).- Medio centenar de presos perfectamente organizados, posibilitaron ayer a la madrugada una de las mayores fugas de la historia de la alcaidía de Roca, tras cubrir a piedrazos a otros 14 internos que lograron escalar el muro norte de la unidad y perderse en la noche.

La fuga no sólo causó temor por la cantidad de evadidos, sino porque varios de ellos, son considerados por la policía como «muy peligrosos». Entre los fugados hay varios con sentencias por homicidios, e incluso uno purga una condena a prisión perpetua (ver aparte).

De los 14 evadidos, sólo uno fue recapturado en las cercanías de la alcaidía. El detenido se habría golpeado al caer del muro perimetral, por lo que no pudo correr lo lejos que seguramente hubiera deseado.

Ayer se buscaba a los trece evadidos que restaban, aunque al menos por la mañana, no había controles policiales en la rotonda de la ruta 6 y ruta 22, ni en la del aeropuerto. A la tarde se realizaron controles en la rutas de la zona.

Todo indica que la fuga de ayer a la madrugada estuvo planificada prácticamente hasta el último detalle.

Hasta las 21 del domingo, las rejas de la alcaidía de Roca no habrían sido limadas. A esa hora se hizo el denominado «barroteo», que consiste en golpear cada uno de los barrotes de las rejas principales de la cárcel, para detectar si alguno fue cortado o semi cortado.

Tras esa revisión, pasaron tres horas en que varios internos comenzaron a llevar adelante lo planeado. La tarea principal consistió en cortar el pestillo superior de la reja central, que comunica al pabellón 3 con el patio interno de la unidad.

La tarea no fue sencilla, pero aparentemente con herramientas adecuadas que no detectaron las requisas habituales, el tiempo fue suficiente para dejar todo casi listo para el escape.

A la medianoche se debía realizar el encierro de los detenidos, pero uno de los guardias no pudo abrir uno de los grandes candados porque la cerradura estaba obstruida con algún elemento colocado adrede.

Tal como seguramente estaba planeado, cuando el celador fue en busca de alguna herramienta para destrabar el candado, el mismo fue roto de un golpe por algunos internos, y de ahí co

rrieron hasta la reja central que ya tenía el pestillo cortado.

Tras empujarla, lograron llegar al patio. Unos cincuenta presos saltaron un alambrado, e iniciaron un ataque a piedrazos contra el guardia de la garita número 2, ubicada justamente sobre el muro que da al norte de la unidad.

El policía descargó todas las postas de gomas que tenía en su Itaka, pero la lluvia de piedras fue de tal magnitud, que sufrió golpes en su cuerpo y especialmente en el rostro. Las heridas fueron tales, que el policía se encontraba ayer internado. De todos modos, se informó que no sufrió fracturas ni daños severos que puedan poner en peligro algún órgano.

«El ataque al guardia estaba muy bien planificado. Los cerca de cincuenta presos se formaron rápidamente en una especie de abanico, desde donde atacaron el puesto con piedras de grandes dimensiones», dijo una fuente carcelaria. Este tipo de ataque, los presos lo denominan como «la segunda» o «segunda línea».

Los disparos que realizó con la Itaka el guardia, alertaron al resto de los policías, pero mientras se producía el ataque con piedras, los catorce detenidos que luego lograron fugarse, se acercaron a la carrera con ganchos caseros e improvisadas escaleras, y en pocos segundos estaban del otro lado del muro.

Uno de los evadidos cayó mal de la muralla, y sufrió lesiones en una de sus piernas, por lo que fue apresado en el predio de la Colonia Penal, ubicado frente a la alcaidía.

El resto desapareció sin dejar rastros. Se presume que al igual que la maniobra para escapar, también habían planificado a qué «aguantaderos» debían dirigirse para ponerse a salvo de los rastrillajes que se iniciaron de inmediato en los alrededores de la cárcel roquense.

Una vez que los catorce presos lograron trasponer el muro, quienes atacaron a guardia regresaron a sus pabellones. Algunos de los participantes de la pedrada habían sido identificados, ya que presentaban heridas de postas de goma en la espalda.

Los minutos siguientes a la evasión, fueron de tensa calma como sucede habitualmente.

Ayer al mediodía, se informó que hasta ese momento no se habían registrado incidentes posteriores, y se estaban llevando a cabo requisas que se extenderían por el resto de la jornada.

La fuga vuelve a poner en evidencia la problemática que existe desde hace tiempo en la cárcel roquense.

Por un lado, la falta de personal policial para controlar las fugas ya que muchas garitas del muro están vacías. Y por otro, el hacinamiento que se registra desde hace años, ya que antes d la evasión, había 477 internos en una cárcel construida para 180.

A esto se suman las denuncias por presuntas palizas y castigos de personal policial contra los presos, por lo que a pesar de la tensa calma, el clima dentro de la cárcel de encausados no es el mejor.

 

Varios son «muy peligrosos»

ROCA (AR).- Varios de los evadidos de la alcaidía de Roca tienen condenas por homicidios, y en la mayoría de los casos, se trata de gente joven.

Según la Policía, varios de ellos son considerados muy peligrosos, por lo que esperaban recapturarlos en las próximas horas.

Los catorce presos evadidos son: Diego Armado Ruiz (24 años de edad) y condenado a perpetua por homicidio; Daniel «La Tonta» Sambueza (21) condenado a 6 años por robo con armas; Pablo Luna (27) condenado a 8 años; Pablo Montecino (25) condenado a 10 años por robo calificado; Néstor Víctor Garrido (28) procesado por robo; Rodríguez Alonso Castillo (37) procesado por robo; Martín Ulloa (20) procesado por robo y condenado a cinco años por tentativa de homicidio; Víctor Javier Ortega (21) condenado a ocho años por homicidio; Jorge Stranini (28) procesado por robo con armas; Carlos Jara (24) procesado por robo; Raúl Fabián Navarrete (26) condenado a nueve años por robo calificado; Humberto Montupil (20) condenado a nueve años por robo calificado; Gabriel Arias (27) procesado por robo; Marcos Ferreyra (24) procesado y Javier Alejandro González (21) condenado a 10 años y ocho meses.

De todos estos evadidos, González fue recapturado en el predio de la Colonia Penal de Roca, que se encuentra calle de por medio con la alcaidía.

Según se informó, habría sufrido un fuerte golpe en una de sus piernas tras descolgarse de la muralla. Esto le habría impedido continuar su fuga.


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