Está desbordado el cementerio central de Neuquén

Hay más de 70 féretros en el depósito. Algunos llevan más de tres meses en ese lugar.

NEUQUÉN (AN).- El Cementerio Central de la ciudad de Neuquén está desbordado. Más de 70 féretros se encuentran en depósito a la espera de que se produzcan vacantes y en algunos casos la demora ya supera los tres meses. Desde el municipio se aseguró que ya se comenzaron a construir nuevos nichos, aunque desde la cooperativa CALF, encargada de los sepelios, se advirtió que -en realidad- la ciudad necesita una nueva necrópolis.

El depósito del cementerio más antiguo de la ciudad está colapsado. Apilados en estantes de metal descansan provisoriamente más de 70 féretros, a los que diariamente se suman nuevos difuntos, agudizando una crisis que tiene su principal causante en el crecimiento demográfico explosivo que la ciudad registró en los últimos años.

«Hay una situación de saturación», admitió ayer a «Río Negro» la secretaria de Servicios Urbanos de la municipalidad, Marta Buffolo. Explicó que desde el mes pasado se están construyendo 126 nichos, de los cuales «al menos la mitad van a estar terminados en un mes».

Pese al anuncio municipal, desde CALF se advirtió que es imperioso que la ciudad cuente con un nuevo cementerio. «Cualquier persona que se interiorice un poco en el tema se va a dar cuenta que Neuquén necesita un nuevo cementerio porque si bien se puede ampliar el actual, solo se puede hacerlo en altura y eso demanda más fondos y tiempos que es lo que no hay», dijo el gerente de CALF, Guillermo Ruiz.

El funcionario enfatizó que «el cementerio central está desbordado por el fuerte crecimiento que ha tenido la ciudad en los últimos años». Señaló que «la cantidad de sepelios mensuales muestra esta situación porque pasamos de tener 102 casos en 2005, a 120 en 2006 y 140 en el año pasado».

Buffolo advirtió que junto al crecimiento de las defunciones también se dan otros fenómenos. «Son muchos más los pedidos para el Central que para el cementerio de Progreso donde sí hay lugar, pero es sólo en tierra». La funcionaria aseguró que «hay una cuestión de fondo que son las costumbres de la gente de dejar a perpetuidad a sus deudos, cuando nuestra legislación nos marca un plazo tras el cual, con el acuerdo de la familia se pueden remover los restos y destinarlos al osario».

En este sentido Buffolo relativizó a un futuro no muy cercano la posibilidad de construir un nuevo cementerio.

«Hay que hacer un relevamiento de la cantidad de féretros en condiciones de ser removidos tanto por deudas como con el acuerdo de sus familiares. Vamos a realizar un estudio de proyección a un año de los espacios que se pueden recuperar», enfatizó.


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