«Están para pelearle y ganarle a la marginación»

Hace unos días llegó a la comunidad educativa de la Escuela 166 de Vista Alegre, en Neuquén, la buena nueva de que alumnos de uno de sus cursos habían ganado un concurso organizado por el Área de Trabajo de la provincia del Neuquén dejando en un tercer puesto a una renombrada escuela privada de Centenario.

Noticias como éstas son la oportunidad que muchos esperamos con los labios apretados de tanto postergar el grito de bronca frente a la permanente, sistemática y funesta prédica de los medios emprendida en contra de dos sectores que se encuentran históricamente ligados: la escuela pública y los menores de origen popular.

Sobre aquélla, un columnista de opinión de este diario hace poco trazó un oscuro panorama, entre condenatorio y pontificatorio, como si sus desgracias se tratasen de una irremediable enfermedad genética y no parte de una política premeditada. Orientando todo el esfuerzo a poner el foco en el lado oscuro de la educación pública no hizo más que evidenciar el lado claro de sus intereses.

Por otra parte, por estos días muchos soportamos una campaña demonizadora contra los jóvenes, adolescentes y niños de los sectores populares que haría enrojecer a Torquemada. Ésta ha sido comprada y aprovechada por los políticos y autoridades de turno como una prenda electoral más, en la pretensión de echarles todo el peso de la marginalidad de la que -como parte del propio Estado- son enteramente responsables.

Es obvio que una noticia como ésta no va a ir en primera plana, como quien lee en nuestros días el menor hecho, rumor o equívoco episodio protagonizado por un menor de los barrios del oeste que molesta o puede molestar el tranquilo transcurrir de nuestra buena sociedad o bien excitar su desvelado morbo. Es por eso que intentamos que al menos saliera en esta sección.

La escuela de Vista Alegre es un rincón del mundo donde se mezclan hijos de chacareros y de peones rurales, niños puesteros de la meseta, hijos de empleados públicos y niños huerteros de origen boliviano. Quizá el secreto de este logro esté en la diversidad, en el duro aprendizaje -aún incompleto- de la tolerancia, en el amor y la paciencia que no hay cuota alta que pueda comprar, en la vocación de maestras y maestros de salarios peleados que de repente entre marchas, lágrimas y piquetes aprendieron a pelear -con sus medios- el pan de cada día como los padres de la comarca.

En fin, más allá de la orquestada desvalorización social, maestros públicos y niños del pueblo avisan que están para pelearle -y ganarle- a la marginación y la condena.

Víctor Manuel Vera

DNI 14.547.923

Cinco Saltos


Hace unos días llegó a la comunidad educativa de la Escuela 166 de Vista Alegre, en Neuquén, la buena nueva de que alumnos de uno de sus cursos habían ganado un concurso organizado por el Área de Trabajo de la provincia del Neuquén dejando en un tercer puesto a una renombrada escuela privada de Centenario.

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