Estiman que la Manzana convocó a más de 300.000 personas

La edición 45 de la fiesta de la manzana congregó entre las tres noches a más de 300 mil personas, que disfrutaron de los stands, los artistas y del parque de juegos.

El cierre fue la jornada más explosiva, con las figuras internacionales del momento. Más de 130 mil personas estuvieron el domingo escuchando al grupo uruguayo Márama, con su estilo de cumbia pop. Luego fue el turno del colombiano Maluma quien brindó un show con sus bailarinas, y tuvo en los más jóvenes a su público más fiel. El predio volvió a llenarse a tal punto que era difícil caminar.

Los artistas locales tuvieron este año una globa más amplia, con mesas para que los visitantes pudieran no sólo escuchar sino comer alguna hamburguesa. Allí hubo muy buenas presentaciones, como la orquesta de tango Aníbal Troilo.

A pesar de que había muchas jóvenes atraídas por los cantantes internacionales, las familias y los niños también fueron los protagonistas en esta edición. Los pequeños en compañía de sus padres disfrutaron la comida y los juegos del parque de diversiones.

Por otro lado fue un buen año para los puestos gastronómicos que vinieron de distintos puntos de país y muchos vendieron casi toda su mercadería. Había stands de Buenos Aires, Mendoza, San Juan y de distintas localidades del Alto Valle de Río Negro y Neuquén, donde se destacaron las bebidas regionales como la sidra tanto de manzana como de peras y de frutos finos.

El intendente Martín Soria dijo que la fiesta fue un éxito. “Poder haber traído a un artista como Maluma que es el cantante del momento, habla de nivel que tiene esta fiesta, una de las más grandes del país y el gran orgullo de todos los roquenses”.

Lo positivo

Aunque la fiesta tuvo un día menos que el año anterior, el nivel de los artistas fue excelente.

Además hubo más stands y los artistas regionales tuvieron una globa más amplia.

El sistema de emergencias funcionó eficientemente y los médicos del hospital local atendieron con rapidez cada caso.

Para mejorar

Por la calidad de los artistas, la fiesta atrae a muchísimas personas y el predio se llena al extremo. El último día la gente estaba muy apretada.

El tráfico por la ruta 22 se vio colapsado por la cantidad de vehículos que salían del predio.

El trato del personal de seguridad hacia la prensa no fue nada cordial, práctica que se suele repetir todos los años.